Monkey Week (III) Último acto

31 de octubre del 2011 El puerto de Santa Maria
El último día del festival se presentaba como el mas interesante, y para nosotros empezó muy pronto, concretamente a las 17:00 horas de la tarde momento en el que teníamos una cita ineludible en el escenario “Mondosonoro” dentro del teatro Pedro Muñoz Seca. Y es que allí tendría lugar una de las actuaciones que no nos queríamos perder por nada del mundo, la de un nuevo nombre que está causando sensación en el universo indie estatal como es el caso de Luis Brea.

Luis no es precisamente un recién llegado dentro del panorama música. Ha formado parte de algunos proyectos que lamentablemente no llegaron a cuajar (Los hijos de Han Solo, Los Sitios, Aviación Española ). Ha sido ahora, de la mano de un pop inteligente y sin complejos, cuando parece que ha logrado una notable repercusión gracias a sus certeras canciones incluidas en “De lo Dicho Nada”, el EP autoeditado que sacó en abril y que ha servido como anticipo al álbum que acaba de grabar que saldrá bajo la etiqueta de Marxophone a principios del 2012.

En directo todo lo que habíamos escuchado de una manera enlatada se multiplica por diez, en parte gracias a Jorge Martí Climent (programaciones y percusión) y al bajo de Hadrien Fregnac, elementos que dotan de mayor presencia a canciones tan buenas, irónicas y divertidas como “Botellas de Mahón” o “Dicen por Ahí”. De sorprendente debemos calificar la ternura e ingenuidad de la preciosa “Bastante Punk”, tema con el que consiguió sobrecogernos.

Una de las mejores del lote sin duda es “Baso es con V”, con ese final homenaje a “Segundo Premio” de Los Planetas. También presento nuevos temas que irán en su disco de debut tal es el caso de “La misma Cuenta Atrás” o la magnifica y muy nueva olera “Automáticamente” con la que terminó su corta actuación.

Lo cierto es que Luis nos dejó con ganas de más. Suerte que pronto le tendremos en su segundo hogar el Fotomatón de Madrid, donde estará tocando el 2 de diciembre y donde, a buen seguro no faltará éste humilde cronista emocionado.

Ya por la noche en el Monasterio de la Victoria nos encontramos con bastante expectación para ver el evento especial que nos tenia preparado Ken Stringfellow ( The Posies, Disciplines ) y los locales Ledatres, nada mas y nada menos que atreviéndose con la recreación de un musical “Hedwig & the Angry Inch” muy en la onda de “Rocky horror Picture Show”.

El grupo con ropajes y maquillaje glam dieron la entrada espectacular a un travestido Ken, ataviado con peluca rubia, parecía la reencarnación de Lady Gaga, quien puso todo su poderío escénico y actitud punk (no faltaron sus escupitajos habituales) demostrando el motivo por el que es una gran estrella.

Lógicamente al ser un musical hubo momentos para todo, desde baladas descarnadas, medios tiempos. En los momentos más brillantes nos recordaban a unos T.Rex o unos Queen resucitados.

Al final, como en las grandes obras Stringfellow, Ken se quitó la peluca ante una cerrada ovación por parte del respetable, y con la sonrisa en su cara que reflejaba la satisfacción por el trabajo bien hecho. Sin duda de lo mejor que vimos a lo largo de todo el festival.

Todo lo contrario que unos decepcionantes Herman Dune que aburrieron al negarse a tocar sus canciones más conocidas. Prefirieron transitar por la introspección más absoluta lo que contrastó demasiado con la vitalidad de la actuación anterior. No vamos a negar que son grandes músicos pero no consiguieron emocionar salvo cuando versionaron el “Rave On” de Buddy Holly, o cuando homenajearon con unos acordes a Tom Petty. Lo dicho una de las grandes decepciones del festival.

Teníamos ilusión en ver las evoluciones de Sidonie sobre el escenario y ver cómo defendían en directo su recién estrenado “El Fluido García”.

Los catalanes hicieron acto de aparición atropelladamente, con un Marc Ros recién aterrizado, después de perder un vuelo que a puno estuvo de no hacerle llegar a tiempo. Comenzaron con la canción de su apodo “Negroni” y “La Sombra”, perteneciente a su anterior y aclamado trabajo “El Incendio”.

Hubo bromas locales entre ellos hasta el punto de llegar a ser pesadas, como cuando Marc se abalanzó sobre la batería de Axel Pí, o cuando sacaron a un colega para mezclar su presente “La Tormenta”, con su pasado “Feeling Down”.

Menos mal que remontaron el vuelo con un tema que Jesús cantó maravillosamente, “La Huida” y Marc se atrevió con “Giraluna”, a capella y entre el público como era habitual en su anterior gira.

No faltaron dos de los mejores temas de su nuevo disco, “A mil años Luz”, que narra las sensaciones que tuvo el vocalista de la banda tras el avistamiento de un ovni una experiencia que tuvo en su juventud, y “El Bosque” que mezclaron con acierto con “Ahora entiendo a Gene Clark”.

La muy pop “Un día más en la Vida”, “Nuestro baile del Viernes”, y un único bis con “El Incendio”, completaron un actuación que podríamos calificar como de irregular, y es que el trio suele dedicarse sobre el escenario mucho más a incitar al personal a la fiesta continua que a hacer cosas realmente interesante sobre las tablas.

Ya de madrugada el duo Zombie Zombie, con el batería de Herman Dune, Cosmic Neman, y el peculiar personaje de Etienne Jaumet nos hicieron disfrutar con su rock experimental y totalmente instrumental. Especialmente alucinados nos dejó la manera de tocar de Cosmic muy diferente a lo que lo había hecho con Herman Dune anteriormente. Durante su directo hasta se atrevieron a versionear bandas sonoras de John Carpenter con un gran acierto que festejamos sobremanera.

Con su concierto pusimos el broche de oro a un festival que año tras año se nos muestra en constante crecimiento. Esperamos que las mejoras se repitan el año que viene. Por nuestra parte ya vamos marcando la fecha en el calendario para reservar estancia y a poder ser, en esta ocasión, acreditación.

Texto y Fotos : Jorge Bravo Crespo “El Gurú”