Los Evangelistas: “Homenaje a Enrique Morente”

La muerte de un grande siempre supone una gran pérdida que transciende más allá de su círculo más cercano, pero el trágico (e inesperado) fallecimiento de Enrique Morente en Diciembre del año 2010, supuso una gran pérdida para el mundo del flamenco en particular y el de la música en general. El Maestro Morente fue ante todo un adelantado, ya que sin renunciar a la ortodoxia del flamenco más clásico, siempre buscó acercar al gran público sus bases y debido a ello, eternamente será considerado como un gran innovador: un valiente genio para todos aquellos que ven el flamenco con mirada contemporánea, un extravagante incomprendido para los puristas más reacios e inmovilistas del Género.

De sus múltiples colaboraciones surgieron grandes amistades y reacciones de vehemencia, especialmente con otros músicos granadinos: primero con los miembros de Lagartija Nick, con los que grabó el aclamado y arriesgado Omega (1996) y después con los miembros de Los Planetas, cuyos dos últimos trabajos beben de los cantes flamencos más clásicos y con quienes, aparte de colaborar activamente, ejerció un papel de maestro y mentor durante sus últimos años. Por todo ello, Los Evangelistas es ante todo un proyecto homenaje conformado por sus propios “discípulos”: integrantes de ambos grupos, que como grandes conocedores de la obra y el repertorio del homenajeado, han seleccionado sus temas favoritos y aquellos que más les impactaron al descubrirlos, lo que implica que sea una selección sin apenas grandes éxitos, contando con temas más radicales y menos obvios, que sus ejecutores han sabido acercar a su terreno, el del noise-pop y el rock más underground. El proyecto surgió tras la propuesta de realizar un directo como homenaje al cantaor en La Noche Blanca del Flamenco del pasado año en Córdoba, a los poco más de seis meses de su fatal perdida, pero durante los ensayos, los participantes se dieron cuenta de que podía convertirse en algo que perdurase más allá y así, felizmente ha sido.

El trabajo cuenta con el visto bueno de la familia Morente, que no sólo lo ha aprobado, si no que colaborado de forma notoria ya que la portada del disco reproduce un oleo de su viuda, Aurora Carbonell, ‘La Pelota’ y de su hija mediana, Soleá, poniendo su voz en dos de los temas. Grabado en El Refugio Antiaéreo, estudio propiedad de Los Planetas, el disco ha sido producido por Pablo Sánchez, fiel colaborador del Maestro y masterizado por el músico inglés Martin youth Glover, integrante del grupo de post-punk Killing Joke, quien cuenta con un estudio en Granada y que también había trabajado previamente con Morente.

El disco cuenta con un solemne arranque muy atmosférico (“Gloria”, versión de “Gloria a Dios”) y prosigue con una ensoñadora travesia en forma de unos fandangos con acompañamientos rítmicos casi lisérgicos (“Decadencia”), para llegar a uno de los cortes del álbum donde mejor se ve reflejada la fusión de estilos (“Serrana de Pepe de la Matrona”), ya que las bases flamencas de la canción se ven diluidas bajo apabullantes capas de guitarras, que acompañan la entristecedora y solemne interpretación vocal a cargo de J.

A continuación encontramos el mejor corte del trabajo para quien escribe estas líneas (“En un sueño viniste”), un emotivo tema interpretado por la voz de Antonio Arias, que va creciendo en torno a una absorbente base musical y que enlaza con la canción más cercana a ciertos pasajes de los dos últimos trabajos de Los Planetas (“Encima de las Corrientes”), donde se crea una atmosfera casi asfixiante que  nos prepara para el corte más “jondo” del disco (“Delante de mi Madre”), donde colabora toda una eminencia del Flamenco como Carmen Linares,  que rompe por seguiriyas a golpe de pasión y sentimiento, logrando con sus quejíos hacernos revivir lo que sentimos al escuchar la colaboración de Lagartija Nick con Enrique Morente, en su imprescindible trabajo Omega (1996).

Una vez abierto “el tarro de las esencias”, llega el turno de la doble colaboración de Soleá Morente, que se estrena con sus primeras grabaciones discográficas, dos de los temas más dolosos y tristes del disco, primero con (“Yo poeta Decadente” (Fantasía del cante jondo - tercer movimiento – zambra)), uno de los preferidos por el propio Morente, cuya letra está basada en un poema de Manuel Machado y que sirvió de adelanto para este trabajo, contando aparte con otra sublime interpretación de Antonio Arias y los efectivos coros de J. A continuación, “La Estrella”, canción que compuso el maestro Morente con motivo del nacimiento de su hija mayor del mismo nombre y que su hermana interpreta magistralmente acompañada de envolventes guitarras.

Tras las colaboraciones vocales femeninas, el disco prosigue su camino con el único tema original del proyecto (“El Loco”), con claras reminiscencias al pop-rock más clásico de Lagartija Nick y que refleja con claridad, las influencias y enseñanzas del Maestro. Después, ya encaramos el final del álbum con unos fandangos de Huelva (“Amante”), cuya sentida interpretación vuelva a correr a cargo de J, a quien “casualmente” parecen haberle correspondido (o ha elegido premeditadamente) los temas más lúgubres y sombríos del repertorio seleccionado; prosiguiendo con unas Alegrías (“Las Alegrías de Enrique”), cante con el que están muy familiarizados Los Planetas al ya haber re-interpretado magistralmente algunas de ellas en sus dos últimos trabajos y el cierre, lo marca una perfecta despedida de la mano de unos joviales versos que van creciendo al son de las voces de Antonio y J (“Donde pones el Alma”), para después irse sosegando hasta apagarse por completo.

Sin duda un trabajo a tener muy en cuenta en el presente curso, ya que a pesar haber sido lanzado en los primeros meses del presente años, será uno de los discos que queden en el recuerdo de todos los amantes de la música independiente nacional; la prueba, es que al escuchar las versiones originales de los temas de Morente, uno se da realmente cuenta de la grandeza de las adaptaciones del proyecto homenaje de Los Evangelistas, que han logrado “hacer suyas” estas canciones y acercarlas a otro tipo de público, suponiendo un nuevo paso en la fusión flamenca con el pop-rock.

Por Pablo Olivera Domingo