Los seguidores de la banda catalana están de enhorabuena, Love of Lesbian regresan con nuevo disco, que hace ya el séptimo álbum de su carrera. Una obra que consta de dieciocho canciones y nos invita a perdernos por los particulares universos de su cantante Santi Balmes, principal encargado de elaborar las letras que dan forma a cada una de las obras de la banda barcelonesa. La épica de aquellos temas en los que Balmes canta con furia desengaños y frustraciones de la vida, a las canciones pop repletas de escenas cotidianas y lugares comunes, además de ritmos de baile para esas noches sin fin y estremecedoras baladas marca de la casa.
Una obra que está separada en dos partes, pero unida por un nexo común: la noche. Todo lo que en ella se puede vivir, o dejar de vivir, el anonimato en una gran ciudad, su visión optimista y sus miserias. Según han querido explicar, la primera parte del disco llamada “La noche eterna” cuenta todo lo que puedes llegar a vivir durante la noche, mientras que la segunda parte “Los días no vividos”, todo lo que dejas de hacer por vivir la noche.
El grupo, en constante ascenso desde que tuvieron la genial idea de comenzar a cantar en castellano, continúan sumando puntos a su favor cada vez que deciden publicar material nuevo. Unas veces con más acierto que otras, pero por mucho que algunos les quieran criticar ahora -seguramente debido a su creciente e imparable popularidad- siguen manteniendo bien alto el listón de la creatividad y la cordura en el límite que pueden o quieren permitirse.
El álbum “Maniobras de Escapismo” supuso un antes y un después, eso es del todo sabido, y también que superar ciertas obras es a veces tarea casi-imposible, aunque con “1999” estuvieron muy cerca de conseguirlo. Con esta nueva colección de canciones, dieciocho ni más ni menos, podemos encontrarnos un poco de todo a lo que últimamente nos tienen acostumbrados. Continúan fieles a su sonido, aunque esta vez teclados y sintetizadores sean los protagonistas, acercándose peligrosamente en algún corte al sonido mainstream de Coldplay. Aún así vuelven a demostrar su inspiración para crear grandes y épicas melodías en “Nadie por las calles”, “Los seres únicos”, “Si salimos de esta”. Vuelven a dar en la diana con baladas como “Nada”, “Oniria e insomnia” y en los medios tiempos con canciones como “Wio, antenas y pijamas”, “Cínicamente muertos”.
Ahora habrá que ver cómo funcionan las nuevas canciones en directo porque viniendo de los lesbianos, suelen salir aún más fortalecidas, llegando incluso a convertir incluso los temas más flojos o aquellas que no se entienden bien en el contexto del disco y que en el directo adquieren su sentido. Siendo en algunas ocasiones las más festivas y bailables, dando rienda suelta a su faceta gamberra, su sentido del humor absurdo y fina ironía, no faltando canciones como “Si tu me dices Ben, yo digo Affleck”, “667”, “El hambre invisible” o “8.Los toros en la Wii (Fantástico)”.
En definitiva, una buena continuación a sus anteriores discos, aunque el largo minutaje llega a pesar. No obstante se agradece el detalle de querer dar más a los seguidores, a sabiendas de que es difícil mantener el nivel alto en un disco doble.
Por Alberto Vicente
