Ante tal tesitura, pocos eran los que podían esperar que en tan estrecho margen de tiempo Ramón volviera al ruedo mediático con nuevo material. Pues bien, lo ha hecho y la verdad es que el resultado final de estos meses de trabajo, plasmados en “Tinieblas. Por Fin” (Marxophone), no dejará indiferente a nadie. Ni a sus seguidores, incondicionales en muchos casos, ni tampoco a detractores, que los tiene y no pocos. Ni tan siquiera a aquellos que por defecto nos decantábamos por una posición intermedia y de sosegada mesura respecto a la obra de The New Raemon.
Y es que éste nuevo álbum de The New Raemon rompe los moldes establecidos desde instantes iniciales. Quizás sea por lo crítico, irónico y festivo del nombre de su nueva obra. O porque cuando te has dejado llevar unos pocos segundos por el corte que abre la colección de temas, “Risas Enlatadas”, escuchas a Ramón decir, “Se oyen risas enlatadas, al tropezar con el pesar de verse así”, y es justo en ese preciso instante en el que te das cuenta de que al otro lado hay alguien haciendo blanco en la diana con una idea que tú llevas manejando desde hace tiempo, con la salvedad de que él lo hace con exacta precisión.
A lo mejor es simplemente porque detrás de esos pequeños detalles que hemos comentado se esconde un auténtico discazo, afirmación relativamente fácil de defender atendiendo a la cateogría de cortes del calado de la titular “Tinieblas. Por Fin”, una celebración no exenta de cierta sorna respecto a la situación del mundo actual; una temática que también se aborda de manera un tanto críptica en composiciones como “La Ofensa”, “Casa Abandonada”, en la épica “Marathon Man” y de manera más abierta en “Grupo de Danza Epiléptica”. O tal vez sea por los momentos de sublime delicadeza que aportan al minutaje canciones de temática amorosa como la mitológica historia que se esconde detrás de “Galatea” o de la inconmensurable, “Centinela”.
No tememos exagerar al resaltar el hecho de que al enfrentarnos a “Tinieblas. Por Fin”, nos han sobresaltado sensaciones más que positivas que hacía tiempo no encontrábamos al escuchar un disco. Pues este es un trabajo que representa, sin temor a equivocarnos, el cenit de la carrera musical de Ramón Rodríguez, una cumbre que llega de la mano de un álbum que nos muestra a un artista en perfecto estado de forma, capaz de transmitir emociones a través de una lírica propia y punzante, que no evidente, tópica, ni corriente, y que es capaz de cantarle al amor y a la denuncia social con una emotividad y sinceridad ante la que es imposible poner barreras. “Tinieblas. Por Fin” es uno de esos trabajos que gustará y mucho a todo aquel que se acerque a escucharlo. ¿Apostamos algo?
Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com
