Entrevista: Ariel Rot

“El escenario se está poniendo cada vez más ingrato” 

Hace tan solo unos meses que Ariel Rot publicaba “La Huesuda”, el enésimo trabajo de una impresionante carrera que hace ya bastantes años atrás recibió el apelativo de mítica. Y es que pocos son los músicos que pueden presumir de haber estado al frente de proyectos tan solidos como Tequila o Los Rodríguez, o que pueden alardear de una trayectoria en solitario plagada de grandes canciones como es la suya. 

Por si todo eso sonase a poco, en los últimos meses, como decimos, Ariel ha publicado nuevo álbum, presentándolo en una serie de conciertos íntimos ante unos cientos de elegidos, para después realizar una de las grandes giras del año por calidad y actitud junto a compañeros de profesión como Loquillo y Leiva, algo que parece ser que al de Buenos Aires le ha sabido a poco pues ahora se propone clausurar de la mejor forma posible éste ajetreado año 2013. 

Y la mejor forma de hacerlo para él, todo un animal de escenario, no es otra que hacerlo sobre las tablas, organizando una nueva gira con la que pasear sus composiciones en formato eléctrico, algo que no ocurría desde la publicación de “Solo Rot”, y que bajo el nombre de “Nunca es Tarde para el Rock and Roll” le llevará a recorrer algunas de las ciudades más importantes de nuestra geografía.

Ante un acontecimiento como éste, desde “El Giradiscos” no perdimos la oportunidad de sentarnos a charlar un rato con Ariel en una céntrica cafetería madrileña, sin lugar a dudas uno de los grandes culpables de que seamos unos apasionados del Rock and Roll. 


Treinta y cinco años después de tu debut con Tequila de la mano de “Matrícula de Honor”, sigues demostrando estar en perfecto estado de forma con “La Huesuda”, esta vez en el marco de tu carrera en solitario. ¿Qué sientes al mirar atrás y ver todo lo bueno que te ha sucedido desde entonces? 

Ariel: Me siento afortunado y agradecido. La música me regalo un montón de momentos mágicos: Conciertos inolvidables, amigos fraternales, viajes, chicas, diversión, emoción de alto voltaje… incluso me permitió pagar las facturas casi todos los meses. Sería ingrato no reconocerlo, la música me salvo la vida. 

Tres décadas y media llenas experiencias que yo creo que se ven plasmadas en las canciones que conforman tu nuevo trabajo, repletas de belleza y lucidez, sobre todo en el aspecto de las letras, donde suenas visceral como pocas veces, hablando de temáticas universales como el amor, la muerte y el paso de la vida. ¿Por qué has decidido centrarte en esos elementos? 

Ariel: Bueno, no fue una decisión premeditada, simplemente ocurrió. Cuando empiezo una letra y escribo las primeras frases pocas veces tengo claro qué dirección va a tomar. En cierto sentido se va moldeando sola hasta que descubro de qué estoy hablando. Si me propusiese hacer un disco conceptual, cosa que nunca intente, huiría de temas tan grandilocuentes como los que nombras. Procuro no ser muy pretencioso cuando empiezo a escribir, es una manera de evitar los bloqueos. 

Tengo entendido que en un principio las canciones que componen tu nuevo álbum podrían haber tenido una atmósfera mucho más desnuda y acústica. ¿Qué fue lo que motivo el hecho de que “La Huesuda” se haya convertido en un disco relativamente más complejo? 

Ariel: Las canciones funcionaban con una mínima instrumentación y por primera vez con José Nortes habíamos fijado unas reglas que por supuesto luego no cumplimos. El estudio nos ofrece tantas opciones que es difícil no ceder a la tentación. Probablemente sea el momento más divertido de las grabaciones, cuando ya tienes una base sólida y una buena voz, y solo queda experimentar con instrumentos y sonidos. Esas son mis prioridades en el estudio, una base rítmica solida e inspirada y una voz en condiciones. Luego dejémonos llevar aunque haya que volver atrás varias veces. 

Complejo y repleto de estilos y géneros que en cierta medida son una pequeña recopilación de los ritmos de los que siempre has hecho bandera en tu carrera. Hay rock (“Debajo del Puente”), cortes más intimistas muy al estilo de Burt Bacharach, (“Para Escribir otro Final”, “Emociones Escondidas”), canciones fronterizas (“La Huesuda”), revisiones del maestro Gardel con toques de swing (“Rubias de New York”). Aunque a mí la que me encanta es “Nunca es Tarde para el Rock and Roll”. ¿Debemos entender esta canción como toda una declaración de intenciones? 

Ariel: Vale, sí, probablemente ya no cumplo con la mayoría de los clichés y estereotipos del R&R pero no me corten el rostro porque puedo demostrar en cualquier momento cuanto rock llevo dentro. A veces el rock está más pendiente de signos externos que de la esencia y eso empobrece un poco la escena. No nos olvidemos que hubo un momento en el que el rock fue vanguardia y sinónimo de libertad, y hoy noto que todo se ve reducido un disfraz y una pose. Hay que recuperar el espíritu de Oscar Wilde, Charles Bukowski, William Burroughs… Ahí sí que hay rock de verdad. 

En el disco has vuelto a regrabar “Debajo del Puente”, una canción que formó parte de tu primer álbum. ¿A qué responde esta mirada atrás? 

Ariel: Creo que la grabación original no hacia justicia a la canción, estábamos todos un poco esclavizados por las tendencias de producción del momento. Quería darle un tratamiento más atemporal, hacer de ella una grabación de largo recorrido. Por otro lado, creo que la letra es tremendamente actual y asombrosamente lúcida para ser de las primeras letras que escribí solo. 

Has sido miembro fundamental de bandas míticas como Tequila o Los Rodríguez, algo de lo que te sentirás más que orgulloso. ¿Qué momento o etapa rescatarías de esos períodos de tu vida artística? 

Ariel: Probablemente el primer concierto, la primera vez que entré a un estudio de grabación, la primera vez que escuche una canción mía sonar en la radio… esos son momentos mágicos e inolvidables. Tenía los ojos bien abiertos para empezar a descubrir el mundo y toda una vida por delante. Éramos unos cachorros vulnerables sintiéndose inmortales. 

Siendo una figura señera de nuestra música. ¿Es tan complicado como cuentan otros compañeros de generación realizar una carrera de largo recorrido en un país como éste? 

Ariel: Más que complicado, creo que es un acto heroico. Tienes que tener mucha pasión por lo que haces y desde luego una salud de hierro. Por suerte mi herencia genética está demostrando ser sólida y eso que me he encargado de derrocharla. 

¿De qué manera se adapta un veterano a unos tiempos tan confusos y cambiantes como estos? 

Ariel: Con dificultad. El escenario se está poniendo cada vez más ingrato, pero es mucho más duro para los chicos jóvenes que lo están intentando y no hablo de los que recién empiezan, si no de los que lleva casi una década. 

La próxima gira que vas a realizar es la primera en formato eléctrico desde “Solo Rot”. ¿Qué puedes decirnos al respecto? 

Ariel: Solamente te diré que realizar una gira así es un esfuerzo brutal. 

¿Qué fue más difícil ser parte de la gestación de un mundo musical que no existía o sobrevivir en un momento en que parece que todo se va al garete? 

Ariel: ¿Qué es más bonito ver como se construyen las cosas o como se destruyen? Creo que la respuesta es obvia. (Risas) 

¿Piensas que el rock ha vuelto a la catacumbas de las que emergió un buen día? 

Ariel: El rock está volviendo a las catacumbas, España está volviendo a las catacumbas y probablemente el mundo entero, salvo unos pocos, está volviendo a las catacumbas. Lo siento mucho por mis hijos, les va tocar vivir en un mundo muy complicado. 

¿Crees que la solución pasa por una reivindicación del rock como la que habéis realizado en directo tres colosos como Loquillo-Leiva-Ariel Rot? Por cierto. ¿Cómo fue la experiencia? 

Ariel: La experiencia en lo musical y humano fue excelente. En lo mercantil aprendí una lección, “el éxito no siempre triunfa”. Vamos a ir terminando si te parece no sin antes intentar arrancarte una promesa. 

¿Nos prometes que dentro de 35 años volverás a responder a una entrevista nuestra para conmemorar tus 70 años sobre los escenarios? (Risas) 

Ariel: Les agradezco mucho la entrevista y vuestras palabras cariñosas, pero sinceramente no puede prometer nada. (Risas) 

Fechas de la gira: “Nunca es tarde para el Rock & Roll”

2/11 Valencia Sala Wah Wah. 22.30 h 7/11 Madrid. Sala But. 21 h 8/11 Bilbao. Kafe Antzokia. 22 h 15/11 Barcelona. Luz de Gas. 21 h 

Por: Javier González/ javi@elgiradiscos.com
Fotos: Alfredo Tobía.