Jorge Martí

“Soy un tipo apasionado en lo que hago, eso se ve reflejado en el libro y en las canciones” 

Hace algunas semanas tuvimos la oportunidad de reseñar Espacio Interior, el libro de la colección Mis Documentos que tenía por protagonista a Jorge Marti, vocalista y principal compositor de La Habitación Roja, uno de los grupos más señeros de nuestro pop independiente. 

Adentrándonos en el mismo, tuvimos la oportunidad de disfrutar de primera mano con las vivencias de un artista al que hasta ese momento tan solo conocíamos a través de lo que de sí mismo reflejaban sus canciones, quedando absolutamente encantados con lo que nos encontramos tanto por la sinceridad de su relato como por la sensibilidad que desbordaba en cada una de sus páginas. 

Aquel cúmulo de sorpresas no hizo sino acrecentar nuestras ganas de sentarnos a charlar con Jorge acerca de todo lo relacionado con Espacio Interior, algo que logramos hacer semanas atrás en el marco de un encuentro celebrado en la madrileña plaza del Dos de Mayo en el que tuvimos la inmensa fortuna de contar con la presencia de Álex Cooper, editor de la colección, quien no dudo uns segundo a la hora de participar de una conversación de la que hoy también os hacemos participes. 

¿En qué momento surge el ofrecimiento de ser parte de la colección Mis Documentos ideada por Álex Cooper? 

Jorge: Primero te manda un mail con la propuesta y claro tú te imaginas un año con la máquina de escribir en una cabaña al estilo antiguo. Pero él te indica que el libro ya está escrito porque parte de una recopilación de material, algo que a través del mundo virtual es posible. Ahora me queda la sensación de que yo mismo podría haberlo escribito de cero pero no era el caso para éste tipo de colección. 

¿Cómo recibiste la propuesta en un primer momento? 

Jorge: Desde un primer momento la idea me pareció muy buena e interesante. He leído por ahí que Fran Fernández dice que aceptó la propuesta por vanidad, sinceramente yo no lo hice por eso si no porque me hizo mucha ilusión, creía que lo podía hacer bien. Es cierto que en primera instancia le dije a Álex que no tenía tiempo y que me diera más plazo. Siempre me ha dado mucho respeto la literatura y escribir, aunque estoy seguro de que tengo alma de escritor porque soy una persona con mucha vida interior, y además vivo en un sitio muy aislado como Noruega. Por otra parte escribir sobre las cosas que me afligen siempre me hace llevarlas mejor. Lo que ocurre es que, como decía antes, realmente Álex nos ha hecho una trampa porque el libro ya estaba escrito. Solamente tocaba recopilar datos y aportar algún matiz. 

¿De qué manera os planteasteis los textos, o más bien la temática, que queríais que aparecieran recogidos “Espacio Interior”? 

Jorge: Él me ha ido pasando cosas. Pero yo en la medida de lo posible le mandaba cosas para revisar. A los cuatro o cinco días de llegarme el ofrecimiento me iba a México. Quedamos en recopilar el máximo de información posible que estuviera a nuestro alcance y que él hiciera las veces de editor. Me lo mandó medio acabado, lo leí y se lo enseñé a Pau y Jose. Ambos me comentaron que les parecía reflejar a la perfección lo que era el grupo y lo que era mi vida sin que por ello pareciera pretencioso. Es curioso porque no sé cuándo dormía Alex en aquella etapa. Yo desde México contactaba con él de madrugada y me contaba que andaba perfilando los detalles finales. El último día de entrega se fue la luz del hotel y le tuve que mandar un sms para informarle. Estaba repasando las últimas cosas con la luz de la escalera de incendios, finalmente conseguimos terminarlo. 

Vamos que hacer “Espacio Interior” ha sido una aventura que no vas a olvidar tan fácilmente. 

Jorge: Yo creo que todo esto no se me va a olvidar en la vida. Recuerdo todo. Desde el día en que apareció en Valencia con su chica para convencerme de que el libro lo íbamos a sacar adelante. No sé, quizás con más tiempo la cosa hubiera salido peor o no hubiera salido. 

Por cierto, antes de seguir avanzando, el título está extraído de una de nuestra canciones favoritas de La Habitación Roja, “El Hombre del espacio Interior”, que por cierto ahora no estáis tocando. ¿Por qué precisamente ese nombre y por qué esa composición?

Jorge: Ahora no la estamos tocando es cierto, pero es una de nuestras favoritas. Tanto de Pau como mía. La canción está escrita en la época que leí “1984” de Orwell, antes de que existiera Gran Hermano en la televisión, por lo que si conocías la historia era porque habías leído el libro; o quizás habías visto la película. En su día hice un relato que se llamaba “El Hombre del Espacio Interior” que nunca vio la luz y que no he encontrado para poder incluirlo aquí, algo que para mí supone un pequeño drama. Siempre había pensado que estaría bien hacer un libro con ese título. Por lo que me lo guardé por si no tenía otro que me convenciera. Realmente también es cierto que pega porque hay mucha gente que no sabe nada de mi vida. Solamente ven a un tipo encima del escenario como torturado y atormentado, y seguro que no se explican por qué soy así. Mi carrera musical tiene mucho que ver con todo lo que rodea mi vida. Mi viaje como Erasmus a Noruega, vivir allí desde hace 18 años. También creo que es un título que tiene que ver con el hecho de que buscamos fuera de nosotros sin darnos cuenta de que dentro hay todo un mundo de respuestas. A base de viajar mucho y pasar muchas horas en casa, rodeado de otro idioma y cultura creo que todo hace que resalte mi personalidad un punto melancólica. Aunque en realidad cuando estoy con la gente no soy un tío triste. En cierta medida me pasa como al vocalista de The National, quien en una entrevista decía que no era un tío triste, sino que simplemente tiene sus bajones. Algo así me sucede a mí. 

En cierta medida dicen que también es más fácil hacer canciones con un punto melancólico que alegres… 

Jorge: Es más fácil hacer canciones malas…no sé si tristes o alegres… Yo creo que las canciones de LHR surgen de puntos melancólicos pero que no son tristes. He visto alguna persona llorando pero de alegría en nuestros conciertos. Normalmente nuestros conciertos son de celebración de la vida. En ese sentido somos participes de una bonita contradicción. Al final todo surge de dentro y es auténtico. Al final todos tenemos un libro escrito o por escribir, lo único que tiene que llegar un Álex para hacerlo posible. La pasión o ilusión. Yo creo que en lo que hago soy un tío apasionado y eso se ve reflejado en el libro y en mis canciones. 

Cuando uno va avanzando las páginas no puede evitar sentir que recorre una serie de capítulos de tu vida personal y a la vez profesional que trazan una especie de biografía. 

Jorge: “Espacio Interior” es una reconstrucción del personaje. Si fueras un detective aquí encontrarías todas las pruebas posibles para condenarme. 

Y además escrita con una sensibilidad tan especial que no te miento si te digo que alguno de los pasajes que relatas han logrado hacerme erizarme el vello… 

Jorge: Vaya. Me alegro mucho de escuchar eso. Personalmente creo que cuando escribes es muy positivo abstraerse del oyente o del lector. Realmente es importante conectar con la gente pero hacerlo desde tus propias premisas. A mí me gusta la gente que adopta un personaje para dedicarse al cine o la música pero personalmente a mí no me funciona. Es la forma de hacer en que yo me siento a gusto. Suelo ponerme ciertas premisas a la hora de escribir, premisas que hacen pagar ciertos peajes pero para mí quitar eso las haría perdería valor. Te dejas llevar donde el corazón quiere. En el fondo soy un sentimental de mierda. Siempre me he movido por eso más que por el dinero. Es una apuesta ciega e irrenunciable. 

¿Te has dado cuenta de que en “Espacio Interior” muestras que tu vida se sustenta a través de los ejes que marcan la música, los viajes; los amigos y la familia todos ellos estrechamente interconectados? 

Jorge: La vida te va llevando. Se abren puertas y vas yendo por muchos sitios. Es un poco como en “Dos Libros en un instante”, donde escoger una posibilidad hace que se abran y cierren puertas. El libro es un cóctel de todo lo que me ha pasado y condiciona mi vida. Y curiosamente no es una autobiografía que eso sí que tiene gracia. 

Aunque si te soy sincero, quizás las partes del libro que más me gustan sean las relacionadas con The Smiths y el encuentro con Pau… 

Jorge: La cosa ocurrió como la cuento en el libro. No es literatura ni es ficción. Es todo real. Es curioso porque ahora a The Smiths les conoce todo el mundo. Yo tenía un cierto trauma en el instituto cuando la gente hablaba de música y nadie conocía a los grupos de los que yo hablaba. Era difícil conocer la música alternativa porque no había tanta información como ahora y te sentías un poco diferente. Cuando encontrabas a alguien igual que tú era como esa sensación de encontrarte un español en otro país y tomarte algo con él, sintiendo que le conoces de toda la vida. La música tiene esa capacidad. Pienso que eso mismo fue lo que nos ocurrió con Pau. De pronto ver a Pau en los locales del cine de Verano tuvo muchas connotaciones. Y además con los Smiths. Que para mí han sido un grupo muy influyente a nivel de letras y arreglos. En todos nuestros discos siempre hay una canción que les rinde homenaje. Lo hacemos con premeditación. Los sentimos como nuestros. 

También me flipa el capítulo dedicado a “Armarios y Camas”, el disco de La Dama Se Esconde… 

Jorge: Ahora precisamente venimos de hablar con Nacho, que nos acaba de hacer una entrevista. Es una cosa rara. Tú en casa hace un montón de años imitando a La Dama Se Esconde y escuchando discos de Los Flechazos, y ahora estás con ellos. La verdad es que es un auténtico honor. 

Y por último ese pasaje futbolístico en el que citas al gran Luis Aragonés…  

Alex: Ha habido muchos comentarios respecto a eso. 

Jorge: Ahora puede aparecer oportunista citarle, pero debo confesar de que el libro está escrito antes de que Luis falleciera. Ayer vi el documental que emitieron por televisión. 

Yo también, y más como atlético debo confesar que me costó echar alguna lágrima… 

Jorge: Luis era un poco el padre de todos o el abuelo de Heidi. Entrañable y dueño de una gran experiencia. A mí me moló muchísimo lo que hizo con la selección española. Supo dar carácter ganador a un grupo de gente joven y sin complejo que se había olvidado de un montón de cosas triste de éste país. Me parece muy grande lo que hizo Luis Aragonés. Creo que tiene mucho que ver con la cultura de grupo.

Además tú tienes una foto enorme, donde se ve a Luis luchando por un balón con tu padre… 

Jorge: Es verdad. ¿La has visto? Está en Instagram. Mi padre fue jugador del Valencia C.F. y tiene una foto junto a Luis durante un partido. Yo también he jugado mucho al fútbol. El deporte lo compaginé con la música hasta que tuve que decidir puesto que ambos casan mal. Los horarios son incompatibles. Además yo era hijo de futbolista y mi padre me controlaba mucho. Y eso que yo me cuidaba relativamente, sobre todo comparado con mis colegas que eran más desfasados. 

A Luis durante cierta parte de su vida se le atacó y no se le veía con buenos ojos, como os ocurre un poco a los músicos. ¿Qué opinión te merece el hecho de que desde ciertos sectores no pare de atacarse a la música? 

Jorge: La música desde ciertos sectores se ha casi criminalizado sin respetar el trabajo. Siempre vienen con demagogias y cosas simplistas que desdibujan la realidad. La mayoría de músicos tocan en garitos para cubrir gastos. Nosotros somos unos privilegiados por poder tocar, grabar y tener una audiencia. Creo que estamos entre el cinco por ciento de privilegiados. Y eso que en un primer estadio Jose y yo hubiéramos matado por el simple hecho de encontrar un batería o un guitarrista para tocar. Al principio no encontrábamos a nadie hasta que pasó lo de Pau. Al verle pensé en su cara que tocaría con nosotros y nos dedicaríamos a la música. Quizás si él no hubiera aparecido nada habría sido tan especial. 

Tan especial que al final desde fuera parecéis una gran familia. ¿Cuál es el secreto para seguir ahí tanto tiempo al píe del cañón? 

Jorge: Tener ilusión y no seguir por la pasta o porque simplemente convenga. La ilusión es lo que nos ha traído hasta aquí. En cada disco hay mucha ilusión y yo creo que es algo que hasta a la gente de Mushroom Pillow les flipa. Nuestra predisposición a la hora de proponer cosas y aceptar retos, creo que todo eso se retroalimenta. Y sí, somos una familia, tenemos una relación como de sangre. Somos muy grupo. Eso hace que las broncas también sean enormes pero cuando eso sucede tenemos la virtud de dejar que las aguas vuelvan a su cauce. Los vínculos son muy fuertes y somos como hermanos. 

Veinte años juntos y repletos de ilusión, casi como el primer día, y firmando discos cada vez mejores… 

Alex: Veinte años es el doble de la vida natural de un grupo. 

Jorge: Es difícil saber cuál es el mejor. Pero creo que debes afrontar todo pensando que será lo mejor. Cada disco es un reflejo del momento del grupo. Y lo mejor que puedes ofrecer es lo más honesto. No miras atrás. Ya llegará el momento de hacer balance y dar opiniones con más fundamento. La gente tendemos a ser competitivos pero la música no es una competición. Para mí la música significa dar lo que tienes dentro. Al final luchar por ser el número uno es algo patético. 

Es muy interesante eso que dices porque aunque lo comparto, también creo que casi todo el mundo persigue ser el número uno en lo que hace. Es algo inherente al ser humano. 

Jorge: Pero al final es la gente la que decide. Yo tuve épocas en las que pensaba que el grupo se merecía más. Y quizás así sea. Pero también hay gente que no nos verá para tanto. El dejarte llevar por ciertas ambiciones está lejos del objetivo de hacer música. Creo que a veces es necesario darte un pellizco para ver porque haces lo que haces. Aunque las críticas duelen en ocasiones. Sobre todo cuando eres un grupo tan polarizado como nosotros. Nos aman o nos odian. Pero bueno con el tiempo se aprende a relativizar las críticas y a ver que no siempre se puede gustar a todo el mundo. 

Alex: El sentir que mereces más atención le ocurre a todo el mundo. Y es muy humano, pero a la vez triste. En el documental de Los Ramones Johnny habla de que Green Day se llevaron todo el premio años después, cuando ellos eran los auténticos punk-rockers, mientras suena su voz se ve una imagen de ellos tocan en Río de Janeiro ante cincuenta mil personas. Y claro tú te preguntas “¿de qué se queja?”. 

Jorge: Yo lo que veo bien es que se nos exija por el presente pero siempre atendiendo a que hay un bagaje detrás. Se debería valorar más la experiencia y el camino recorrido porque llevamos veinte años haciendo música. España en ese aspecto es muy cainita. 

Alex: La colección va un poco en esa línea de reivindicación de ciertas trayectorias. A los grupos de una trayectoria de veinte años se les exige lo mismo que a los que tienen cinco a sus espaldas. En España no se valora lo suficiente que grupos de trayectoria larga sigan haciendo música, no tocando simplemente sus clásicos. 

¿Para cuándo una segunda parte? ¿O una biografía repasando la historia de La Habitación Roja? 

Alex: Yo creo que estos libros nacen con la intención de ser un formato alternativo de esos que tanto me gustan a mí. También pienso que el gran libro sobre Jorge y La Habitación Roja está por llegar. A mí me gusta el formato tal y como es. Creo que una segunda parte ideada como está sería un error, pero hacer otro con otras ideas sería buena idea. Además Jorge tiene mucha más cosas que contar muy interesante. Antes te ha dicho una cosa que es muy emocionante para mí. Los artistas que elijo para aparecer en ésta colección deben cumplir una serie de premisas entre las que están que me gusten musicalmente y que me caigan bien. Pues bien, luego además me dan la oportunidad de trabajar con ellos y descubrir muchas cosas. Yo de Jorge resaltaría su mezcla entre tener los pies en la tierra y a la vez su ambición por llegar a lo máximo sin hacer concesiones, sintiendo todo a cada momento. Por eso para mí es un orgullo que sea parte de la colección. 

Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com y Estefanía Romero Quiñones.
Fotos: Mary Wilson.