Dropkick: “Good Vibes: The Dropkick Songbook Vol. 1”

Este disco no estará en casi ninguna de las listas de lo mejor del año pasado. Sin embargo tiene todos los méritos posibles ya que con la colección de Good Vibes: The Dropkick Songbook Vol.1 los Dropkick ofrecen un recital memorable de indie rock. 

Para quienes nunca antes hayan oído este nombre, explicarles que la banda es originaria de Escocia, lleva desde mediados de los 90 tocando y sacando discos, ha tenido algunos cambios de formación y como buenos lugareños de sus tierras abordan las guitarras en un pop luminoso de bellas armonías vocales y altas dosis de dulzura que evocan inevitablemente a sus referenciales y compatriotas Teenage Fanclub, eso sí en su versión más melosa de aquellos. Con los hermanos Taylor (Alastair y Andrew) a las guitarras y al timón, Ian Grier a los teclados, Scott Tobin al bajo y Mike Foy a la batería (y el único de los cinco que no aporta voces, por cierto), los Dropkick son ejemplo de cómo no siempre tener calidad te da el éxito. 


Aunque no han pasado inadvertidos por la discográfica madrileña Rock Indiana - quienes por cierto este año cumplen los 20 años - cuando los ha rescatado para publicar Homeward y ahora para regrabar temas desperdigados en distintos singles y EPs durante el periodo de 2001-2008. La grabación, que se realizó en estudios de Edimburgh el pasado mes de Agosto, ya estaba en soporte físico y lista para su venta en Octubre. A pesar de tal rapidez, el resultado de producción no defallece y nos ofrece unos buenos arreglos para unas buenas composiciones. Todo un ejemplo de que con poco se puede mucho. 

Grandes dosis de Alt-Country cuando no de Power pop descafeinado (en el mejor sentido de la expresión), segundas y terceras voces perfectamente compactadas, melancolía optimista, guitarras a lo Roger McGuinn (Byrds), modosos pianos de acompañamiento, ... en definitiva el plato más dulce del rock. 

Ejemplo de ello lo tenemos en Breakdown de claro estilo country, Only For Yourself con su permanente ritmo de guitarra, la bonita Obvious, Give It Back y Open Door recordando al Tom Petty más suave, Good Vibes de evidente plagio a TFC, la inocente Dog & Cat con su estribillo repetitivo, baladas de porcelana como Where I' m From, el surf cañero de When The Summer Comes Around... 

El disco, cuya coletilla Vol.1 hace entrever una inminente continuación, vino acompañado por una gira que pasó por salas (demasiado pequeñas) de distintos puntos de nuestra geografía el pasado mes de octubre. Además, Esperando a comprobar si el disco y la banda llegan al gran público, sólo nos queda por felicitar el acierto de los Rock Indiana por haber fichado a los escoceses y haber producido unas melodías que brillan con luz propia. 

Alejandro Guimerà