Isma Romero

“La perspectiva de futuro es tocar, tocar y tocar” 

Hace ya algunos meses que Isma Romero sorprendía a propios y extraños con la publicación de Antes de que esté Prohibido; un debut discográfico repleto de grandes canciones que, siguiendo la senda marcada por el mejor pop-rock hispano de uno y otro lado del Atlántico, nos ponía en la pista de un artista joven con muchas cosas por contar. 

Un buen puñado de composiciones en las que el músico valenciano demostraba tener un aplomo compositivo impropio de su edad, tanto por la temática de las mismas como por las sonoridades con que vestía sus acordes. Un par de detalles significativos que invitaban a pensar que Isma no era uno más en la carrera por llegar sino todo lo contrario, probablemente el elegido para tocar el cielo en un futuro no demasiado lejano.

Unas sensaciones que se confirmaron cuando tuvimos la oportunidad de estrechar su mano y charlar con él, momento en que pudimos comprobar que frente a nosotros estaba un tipo cercano, casi familiar, humilde y apasionado por la música, tanto que ha tenido el valor de dejar todo atrás, casa, familia y amigos, en su apuesta por la música. 

Os dejamos Antes de que esté Prohibido con Isma Romero, un artista al que desde ya os recomendamos no perdáis de vista. 

“Antes de que esté Prohibido” es la culminación de seis años de duro trabajo que han posibilitado llegar a la primera parada de una carrera que creemos va a ser de lo más fructífera. ¿Qué sensaciones te embargan ahora mismo que la primera piedra del camino está puesta? 

Isma: Las sensaciones son muy positivas porque la gente está acogiendo el disco muy bien. Ahora estoy empezando a recoger el reconocimiento a años de trabajo. Es solamente un comienzo porque quiero seguir haciendo canciones durante mucho tiempo. Espero que sea el comienzo de una carrera duradera porque creo que tengo muchas cosas que contar. 

Mirando hacia atrás. ¿Cómo habéis vivido éste poco más de un lustro de auténtica locura? 

Isma: En casa sienten mucha alegría porque ellos son quienes me han visto crecer. Fue en la planta baja de la vivienda familiar donde empezó todo. Allí era donde conectaba la guitarra y la voz a un amplificador de diez watios. Me han visto ir dando pasos poco a poco desde que formé mi primera banda hasta ahora. Personalmente lo he vivido de forma natural. Para mí la música es una forma de vida, haber llegado al objetivo de grabar el disco es uno de los muchos destinos. Después de seis años ya está bien. Son doce años tocando. Había que sacarlo “Antes de que esté Prohibido”. (Risas) 

¿Ha habido algún momento de flaqueza en que pensarás que tocaría abandonar tu apuesta por el rock and roll? 

Isma: La verdad es que nunca me he planteado abandonar. Sinceramente, no sabría a qué me podría dedicar si no hiciera esto. 

¿Cuál es el momento seminal en que te diste cuenta de que tus canciones darían vida a un disco algún día? 

Isma: Siempre he sentido que tenía cosas que contar, es ahora cuando empiezo a ser más crítico conmigo mismo. Creo que el secreto está en tocar una de tus canciones con la misma pasión con la que tocas una de otro grupo que te gusta de verdad. Hay que creer en esa energía. Cuando te llena, ahí tienes canción. Después ir al estudio, ofrecerla y que a la agente le guste, es otra película. Ya no depende de ti. Si tú no sientes que la canción es buena nadie lo hará. 

¿Qué grado de importancia ha tenido Candy Caramelo en toda ésta historia? 

Isma: La primera persona que confía ciegamente en mí es Candy. Yo conocí a Candy vía Myspace, cuando grabé mi primera maqueta. Se puso en contacto conmigo a través de un mensaje para decirme que hacía producciones y le gustaba lo que estábamos haciendo. Por aquel entonces él estaba girando con Calamaro, por lo que no era momento de conocernos ni mucho menos de grabar. No me perdió la pista, mientras yo seguía haciendo canciones. En el último Ep que grabé con mi banda, me propuso conocernos y ver el material que tenía entre manos para ver si podíamos hacer algo juntos. A partir de ahí nos vimos en persona y… todo rodó cómo si llevásemos toda la vida tocando. Nos entendimos a la primera. 

¿Dónde y cómo surge el embrión de las canciones de éste fenomenal “Antes de que este Prohibido”? 

Isma: A la manera tradicional, llegué al estudio con mi libreta y empecé a tocarle canciones. A partir de ahí comenzó una criba con el material que podía funcionar y el que no. 

¿En qué momento del camino aparecen nombres tan básicos para que el proyecto eche a rodar como los de Diego García y José Bruno? 

Isma: La verdad que tuve una gran suerte porque Candy tiene su equipo de músicos de confianza. Entre ellos está el maestro Niño Bruno, del que somos fans confesos, nos encanta como toca. Era perfecto para ésta historia y Candy me lo ofreció. Ambos como base rítmica son un lujo. Se admiran mutuamente. Y después está Diego García que me conoce de ir a sus conciertos. Candy se lo ofreció y cerramos el círculo. Aquello fue como un sueño. 

Estamos hablando de músicos de un primerísimo nivel que pertenecen a generaciones anteriores a la tuya. ¿Qué te ha aportado a nivel personal su compañía? 

Isma: Me han aportado una evolución personal y musical que me ha permitido grabar éste disco. Han plasmado a la perfección todo lo que tenía en la cabeza. Todo lo que he mejorado en éste tiempo se lo debo a Candy. He aprendido mucho de él. También es verdad que toco cuatro horas diarias la guitarra porque me gusta aprender y perfeccionar. Él me dice cosas y trato de ser buen alumno y aprender. Me han aportado la sabiduría y la experiencia que dan sus años junto a los más grandes. 

Te hago esta pregunta porque creo que el disco se mueve en un ámbito heterogéneo en el que se ve un aplomo compositivo impropio de tu edad, tanto por las temáticas que tocas, como por la fórmula que sigues en canciones como “Carnaval” o “La Vuelta al Mundo”, y hasta por el espíritu de defensa del estilo de vida del rock and roll que llevas a cabo. ¿Tanto has vivido en estos 21 años? 

Isma: Hasta ahora mi vida me ha dado para hacer éstas diez canciones… Lo que sí es cierto es que siempre he sido un chaval al que no le ha gustado estudiar pero que jamás ha repetido. Tampoco he sido nunca un malote. Era un chico que estaba fuera de sitio en clase, básicamente porque me parecía absurdo levantarme a las siete de la mañana para ir a estudiar. Me montaba mis propias películas relacionadas con la música, pero la gente no me entendía en el ámbito social del pueblo. Era la oveja negra. Nunca creyeron en mí ni los profesores ni casi nadie. Lo pasé mal porque durante una época no tenía ningún apoyo; no había músicos en mi pueblo y mi única obsesión era montar una banda. Mi primera formación fue con un batería de cuarenta años y el bajista que también era más mayor que yo. Tocaba con ellos y veía que era imposible. Tenía que haber gente de mi edad a quien le gustara tocar. Creo que toda esa lucha contra imposibles se ha plasmado en el disco. También he tenido un par de novias que me tocaron bastante. Por suerte llegó la posibilidad de venirte a vivir a Madrid. Isma: El traslado a Madrid me cambió la vida. He tenido que buscarme la vida desde los 18 años intentando no tener que trabajar de otra cosa que no fuera de músico. Dando clases de guitarra, con mi banda de versiones para poder pagar el piso y poder seguir viviendo donde quería que era aquí. 

Pero cómo bien dices las cosas en la capital tampoco han sido un camino de rosas. ¿Por qué tardó tanto tiempo en ver la luz el disco? 

Isma: Aquello fue realmente agobiante. A la gente no le gustaba, no lo veían, me decían que el rock no se llevaba. No lo podía entender. Y menos cuatro años mareándome. Ha habido tantas cosas que me han quemado que para mí sacar el disco es un triunfo. He vivido mucho muy deprisa, parece que tengo treinta años. Empecé a grabar el disco con 19 años. Esto no ha sido llegar y besar el santo. Me he pateado todas las discográficas de España, buscando gente que me pudiera ayudar y a la que les pudiera gustar el disco. He hecho de mánager y de todo. Candy y yo nos hemos partido la cara codo a codo. 

Hablas de Candy en términos de hermandad absoluta.

Isma: Mientras el tiempo y todo lo demás nos cuadre, seguiré currando con Candy porque también es su proyecto. Creo que todo artista tiene que tener alguien que deposite su confianza en sus canciones, alguien a quien enseñarle el trabajo con toda la confianza del mundo. Personalmente no sé todo, ni me considero perfecto. Cada uno debe estar en su papel. Tiene que haber alguien que vea las canciones desde otro prisma. No me puedo juzgar a mí mismo. 

Volvamos a hablar de tu debut si te parece. ¿De dónde surge esa pasión por el rock argentino de origen “rollinga” que sobrevuela por todo el álbum? 

Isma: Cuando empecé a escuchar música recuerdo que era muy fan de bandas como Platero y Tú y Extremoduro. También lo era de Leño. De la parte internacional me llamaban la atención Status Quo, Rory Gallagher y Led Zepellin. Después pasé a Los Ronaldos. A Los Rodríguez les conocí gracias a mi primo que no paraba de hablarme de ellos. Un día me pasó “Sin Documentos” y me cambió la vida. Empecé a conocer mucha más música de origen argentino. También he escuchado mucho a Diego García, le tengo muy estudiado. Gracias a sus canciones he descubierto la raíz latinoamericana de mucha música. Para mi Diego es una persona súper especial. La primera vez que viví una entera semana en Madrid fue en su casa. En realidad, primero estuve un mes en verano en casa de Candy, después me quedé en casa de Diego. 

También hay mucho de tradición del mejor rock en castellano… 

Isma: Muchas influencias de Fito & los Fitipaldis, soy muy fan. Fito me parece un tío súper auténtico y se merece un respeto para todo lo que haga. Creo que él ha traído el rock de los cincuenta al gran público al estilo de Brian Setzer. Creo que se ha mejorado a sí mismo, llegando a ser lo que quería ser. Después a unos les gustará más o menos, pero él ha hecho lo que quería. 

También me ha gustado mucho que invitaras a Rubén Pozo para cantar “Gotas Suicidas”, creo que es uno de los genios nunca bien ponderado de nuestra música. 

Isma: Rubén está en el disco porque yo quería que estuviera. Además, me parece que es un tipo muy importante en mí camino. Es una persona muy auténtica. Ha estado en una de las mejores bandas de rock que ha tenido España. Es un honor que esté en el disco. También fue un flechazo lo que ocurrió con él. Nos conocimos en un tributo a los Rolling que organizaba Clamores por su cincuenta aniversario. Aquel día yo no toqué pero estaba allí para ver el ambiente. Estaban gente como Tarque, Sarita de Rubia… y Rubén era la primera vez que le veía. Me preguntó que si tocaba esa noche y le dije que no pero que estaba grabando mi primer disco. Recuerdo que me dio su número sin conocerme de nada para que lo utilizara para lo que quisiera. Así, cómo te lo cuento. Pasadas las semanas me lo volví a encontrar en Siroco y le dije que si le apetecía, me gustaría invitarla a cantar en mi disco porque sería un honor. Su respuesta fue que al día siguiente no, porque no podía, pero que a la semana siguiente podía contar con él. Vino al estudio y a partir de ahí hemos coincidido varias veces tocando juntos, le invité al concierto de la Sala El Sol. También sé que me ha recomendado como músico a seguir en Argentina. Siempre me ha apoyado y aparte es un amigo. Es un tío muy auténtico, soy muy fan de sus canciones y de su personalidad. 

A mí me gusta Rubencito porque me le creo… 

Isma: A mí me ocurre algo parecido. Cuando canta Rubén sé que es él. 

“Antes de que esté Prohibido” entraría en los cánones de los discos que yo defino como de virtud. Contiene canciones accesibles, casi instantáneas, pero con matices de buen gusto y riqueza musical que a ningún crítico se le escapará. 

Isma: Yo hago las canciones para mí, no para sonar en los 40, aunque no digo que sonar allí sea malo. Personalmente sería feliz viviendo en el campo y teniendo una guitarra. A mí me gustara tocar y lo hago desde que tengo uso de razón, por eso mismo hago canciones. No me considero un artista que vaya a hacer un solo disco. Creo que he venido para hacer una carrera que se base en canciones para la posteridad. 

Aquellos que te consideramos la gran esperanza blanca de nuestro rock, ¿somos capaces de generarte algún tipo de presión? 

Isma: No tengo ningún tipo de presión. Si conseguimos llegar a cumplir esas expectativas, lo celebraremos comiéndonos una buena paella. 

¿Qué planes de futuro tienes para los próximos meses? 

Isma: La idea es hacer mucha carretera y presentar mis canciones ante cinco, diez o cuarenta mil personas. Hace unos meses toqué en un bar en el que había cuatro personas y las levanté del asiento. A mí me gusta tocar. La perspectiva de futuro es tocar, tocar y tocar. También empezar a maquetar el segundo disco con Candy. No tenemos ni idea de dónde lo vamos a grabar. Maquetarlo en Candyland, seguro. 

Muchas gracias por todo, Isma, y suerte. 

Isma: Muchas gracias a vosotros por el trato.

Isma Romero estará actuando mañana jueves día 5 en la madrileña sala Costello.

Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com