Por: Txema Mañeru
¡Si es australiano y lleva el sello de Off The Hip Records es bueno! Esta premisa se cumple en el 99% de los casos y este no es una excepción. Claro que son ya más de 150 los discos que ha sacado el sello "aussie" en los últimos 14 años y, por ejemplo, no debieras perderte el de su nuevo súper grupo, Garry Gray & The Sixth Circle, con miembros de Beasts Of Bourbon, Tex Napalm y otras legendarias figuras de aquella imbatible escena. Si te pasas por www.offthehip.com.au, verás que pronto habrá nuevos discos de otros históricos como Johnny Casino o Challenger 7.
Pero ahora es el momento de hablar de la estupenda reválida de la banda de Melbourne, The Yard Apes. El trío formado por los hermanos Dunbar y el batería, Reece Howell compone todos los temas excepto una sorpresa de la que te hablaremos luego. Además cuentan en la producción, y también con varios instrumentos, con el prestigioso Raul Sanchez, guitarrista de los Magic Dirt, Midnight Wolf y River Of Snakes. Me encanta una definición muy acertada sobre ellos que habla de garage punk en llamas con reverb y adrenalina como si los New Bomb Turks tocarán el rock’n’roll fuzz de The Cramps en la época de Bryan Gregory. ¿A qué ya estás ardiendo tú también, pero en deseos de salir a escucharlo?
El disco comienza con "Witchdoctor", todo un torbellino de garage-punk con salvajes guitarras y aromas high-energy. Tras beberse su particular "Bottle of wine" se marcan la única y acertadísima versión del disco. No es otra que el "Love is a spider" del Flamin’ Groovies, Roy Loney, en su época de Monkeywrench. Un tema con el que sacaban chispas el propio Roy acompañado en caliente gira por nuestros Señor No. La caña, el fuzz y los pegadizos coros brillan en la guapa melodía de "Dirty jerk". Muestran su gran solvencia técnica en guapos instrumentales que podían haber figurado en la serie “The Munster Dance Hall Favorites” como "Buenos problems Pt. II", "We know where you live" y sus locuras galácticas varias, theremin incluido, o el salvaje cierre de propina.
El sonido contundente y cavernícola de los primeros Cramps se aprecia muy bien en "My kind of man" y tenemos más punkabilly mezclado con garage trotón y festivo en "Best friend". ¡Pueden parecer peligrosos para que sean tus mejores amigos pero seguro que son un seguro de vida para una velada divertida y salvaje de aguerrido rock’n’roll!
