Por: Javier González
Hablar de Malevaje es hacerlo de unas las bandas más interesantes y peculiares de cuantas surgieron en el efervescente Madrid de los años ochenta; un puñado de rockers y amantes de la música en sus más amplios géneros, capitaneados por la chulería innata de Antonio Bartrina, se lanzaron a tomar la calles con la intención de universalizar un género como el del tango desde una perspectiva netamente castiza.
Más de tres décadas han pasado desde la irrupción en escena del combo madrileño, una efeméride que celebran con la publicación de “30 Años de Tangos”, un disco en directo grabado en el teatro Fernando de Rojas de la capital, en el que recogen algunos de sus himnos más emblemáticos para regocijo de aquellos que siempre sentimos una admiración y un profundo cariño hacia ellos.
Con motivo de dicha publicación, contactamos con Antonio Bartrina para repasar el pasado, presente y alentador futuro de Malevaje, uno de los más emocionantes versos sueltos de la música estatal.
Malevaje está de vuelta y lo hace con un nuevo trabajo en directo grabado en el Teatro del Círculo de Bellas Artes, “30 Años de Tangos”. ¿Cómo os sentís ante esa enorme celebración?
Antonio: Bueno realmente lo que vamos a hacer es presentar ese disco, que grabamos hace un par de años en el teatro Fernando de Rojas, del Círculo de Bellas Artes de Madrid, conmemorando los 30 años de vida del grupo. Y si en aquel momento nos sentimos emocionados, ahora no lo estamos menos al ver plasmado en un disco aquel concierto tan significativo para nosotros.
El álbum suena fresco, actual y fantásticamente vivo, tanto que nos ha hecho esbozar una sonrisa al dejarnos conocer el estado actual de canciones que conocemos al dedillo. Imagino que estaréis más que orgullosos con el resultado final del mismo, ¿verdad?
Antonio: Aquí no me queda más remedio que mencionar un nombre clave, que es Jacobo Aguirre, el técnico de sonido que ya lleva bastantes años trabajando con nosotros y que ha hecho un trabajo excepcional, teniendo en cuenta además que la idea fundamental de aquel concierto no era grabar un disco, sino hacer una fiesta de cumpleaños. Estamos muy contentos con el resultado.
“Sí Soy Así”, “Margot”, “No Me Quieras Tanto”, “Arroz Blanco”… recogéis temas que nos volaron la cabeza siendo adolescentes, cuando conocimos vuestro trabajo. Sabes que muchos le debemos tanto a Gardel como a Malevaje en la enseñanza del mundo del tango. ¿Qué te hace sentir esa afirmación que es totalmente cierta?
Antonio: Lo que creo es que es una afirmación llena de cariño pero algo exagerada. Tengamos en cuenta que Gardel fue el que inventó el tango cantado, todos los caminos conducen a Gardel. Lo que sí es cierto es que en aquel momento nosotros pusimos nuestro grano de arena para dar a conocer este estilo musical en círculos en los que no se conocía o en los que no se le prestaba mucha atención. Haber llegado a toda esa gente y que nos aceptaran como lo hicieron, es lo que realmente nos alegra hoy día.
Atendiendo a las fechas estas dicen que lleváis más de esos treinta años defendiendo éste bello género con un toque más que especial y cierto deje canalla. ¿Qué sentís al mirar atrás y ver todo el camino recorrido?
Antonio: Pues que llevamos toda la vida en esto, que la vida es muy corta, y que lo pasamos muy bien haciendo lo que queremos hacer. Y sí, los años ya son 33.
Venís de un período de silencio discográfico prolongado, que pasa por ser el mayor en la historia de Malevaje. ¿A qué se ha debido éste hecho?
Antonio: Hemos estado dedicados a otras cosas, viajando mucho, con espectáculos más pequeños, adaptándonos a la situación en la que nos han metido los de siempre y que esta vez ha sido de una crueldad muy superior a otras anteriores. Con una industria discográfica que, pensando sólo en más beneficio, suele ir detrás de lo que va ocurriendo y con unos gobiernos arrasando literalmente con casi cualquier manifestación cultural, de hecho los presupuestos de cultura que se han manejado en los últimos años han sido prácticamente nulos. A pesar de todo esto, siempre hemos estado en activo, y de hecho tenemos un par de espectáculos nuevos prácticamente montados y algunos temas casi escritos para mejor momento.
¿Qué recuerdos tenéis de aquel Madrid de comienzos de los ochenta, efervescente y loco, que os vio nacer?
Antonio: Hay miles de recuerdos, tantos, que no sería posible resumirlos aquí, pero sobre todo el recuerdo de aquella libertad que tuvimos es grandioso.
¿Cómo un conjunto rockers madrileño caen enamorados por un género como el Tango y figuras como las de Carlos Gardel o Enrique Discépolo?
Antonio: Nosotros no nos hemos limitado nunca a escuchar un solo estilo musical, yo personalmente, en mi infancia y en mi juventud he escuchado un poco de todo, música clásica, ópera, zarzuela, cuplé, tango, flamenco y luego rock, blues, jazz etc, y cuando nos dedicamos al tango fue algo casual, no teníamos idea de formar un grupo estable, lo que pasó es que una suma de casualidades nos llevaron por ese camino, y realmente ahora creo que fue una suerte.
Me consta que habéis vivido La Malasaña profunda y auténtica de los ochenta, sin el postureo y esnobismo de la actual. ¿Era tan mítica y destroyer como cuentan? ¿O es todo humo?
Antonio: Bueno, yo nací en ese barrio, en la calle de la Palma, así que he vivido ese barrio desde el principio de mi vida, era el barrio de Maravillas, yo no sé por qué luego le empezaron a llamar Malasaña. Era un barrio muy castizo de Madrid, y luego cuando la cosa de la movida fue el centro en Madrid de toda esa actividad, que sobre todo era cultural, los bares eran centros culturales, no sólo había música, había exposiciones de pintura, performances, presentaciones de libros, y sobre todo grandes centros de proyectos. Malasaña fue sobre todo el centro de una libertad que nacía, un lugar de luz después de muchos años de oscuridad.
Después de esa época dorada, vino la caída en desgracia de todas aquellas bandas que nos legaron los ochenta, dando paso a la década de los noventa y la posterior y muy patética de los dos miles. ¿Cómo ha sido de duro el camino de tránsito hasta llegar aquí, con vida y luchando por librarse de los rasguños de una industria discográfica moribunda y corta de miras?
Antonio: Pues trabajando y sin desanimarse, adaptándose a las situaciones cambiantes, y si no se puede tocar en teatros se toca en bares, y si no en la calle o en el metro. Creo que lo importante es la música, y teniendo claro eso siempre se sale adelante. De todas formas creo que en los años 90 y en los dos mil han surgido grupos de música muy interesantes y con gente muy preparada musicalmente, lo que ocurre es que toda ha sido más difícil para ellos, sobre todo por la falta de locales donde poder darse a conocer y por todas las pegas oficiales a todo lo que significa cultura.
Y ahora volvéis a la actualidad en una época que creo que describís a la perfección en “Tango sin Nombre”… una declaración realista de lo que tenemos entre manos en nuestro país. ¿Alguna fórmula para combatir tanta mediocridad y bajeza?
Antonio: Cultura.
Malevaje es una propuesta que aunque relativamente minoritaria es citada como referente por un montón de bandas jóvenes y también por otras de gran recorrido y repercusión. ¿Por qué creéis que en éste país ese reconocimiento no va más allá del aplauso rotundo de crítica y compañeros, sin llegar a trascender al gran público?
Antonio: Eso es algo que me gustaría saber, quizás dependa todo de lo mismo. Pero lo que realmente importa es que la gente que escucha nuestra música sienta algo cuando la escucha, sea mucha gente o sea poca.
El día 21 de Abril teníais cerrada una gala en el Teatro Gran Maestre de Madrid. ¿Qué ha ocurrido finalmente con la misma?
Antonio: Esta presentación se aplazará hasta después del verano, el local donde lo íbamos a hacer nos cambió por la fiesta del programa Gran Hermano de Telecinco, y ya no hemos tenido tiempo de buscar un teatro para hacerlo antes del verano. Y sí, habrá bastantes invitados, entre ellos Edi y también Ramón Godes.
¿Tenéis fechas cerradas para una gira de primavera-Verano?
Antonio: Claro, estamos presentando este disco por toda España, el concierto en Madrid será posiblemente el colofón de esta gira, aunque nos quedan algunos conciertos para después.
Antonio, ¿ha vuelto Malevaje con la intención de quedarse y de que podamos disfrutar de vuestras canciones de una manera más continuada, al menos sobre las tablas?
Antonio: Malevaje no ha vuelto porque nunca nos hemos ido. Siempre hemos estado tocando en directo, lo que no hemos hecho es grabar discos desde hace unos años. Seguiremos hasta que aguantemos, mientras a la gente le siga interesando. Si en algún momento dejamos de tener público habrá llegado el momento de cerrar el kiosco.
