Bruce Springsteen alarga su estancia en Broadway

Por: Javier López Romo 

Decía un famoso productor de teatro que una vez te introduces en Broadway, es muy difícil salir de ahí si mantienes el éxito minímamente deseado y sus ventas de entradas es el adecuado. Pero hay teatros y teatros, unos con gran capacidad de espectadores y otros más pequeños e íntimos, como el que eligió Bruce Springsteen, el Walter Kerr Theatre de Nueva York. Con una capacidad de 950 personas por noche, ni la mitad de público de los grandes teatros de la arteria neoyorquina, y claro, tratándose de esta súper estrella, la demanda de entradas es tan brutal que en unas horas se agotan a un ritmo acelerado todas las entradas para un año entero. 

Todo empezó como una idea, en el salón Oval de la Casa Blanca, tras la gira de promoción de su autobiografía "Born to Run". Bruce ofrece un miniconcierto acústico en una reunión con la familia Obama. Una fiesta, sin ningún protocolo, libre, dos familias y un mismo destino, Los Estados Unidos de América. Bruce pide una guitarra acústica, la afina, rasguea, la pone a prueba mientras alardea en una verborrea típicamente americana. Charla y charla antes de empezar la canción, habla sobre los Estados Unidos, su influencia, su cultura,su rango, sus necesidades… del sueño americano, de la grandeza de su país, y de su ruindad también. Habla y habla, porque es un profeta en un púlpito donde orar sólo esta bien visto para gente como él, donde no existen mentiras, y si duelen, las verdades son el bálsamo para cualquier acólito siempre y cuando la verdad les haga libres. 

Es 12 de enero de 2017, y unas 250 personas están preparadas en la sala East Room de la Casa Blanca, Washingtom. Arranca con "Working on the Highway". El repertorio mezcló clásicos con canciones más reivindicativas y algún que otro éxito. No faltaron "Thunder Road", "Born in the USA", "The Promised Land", "Dancing in the Dark", "The Ghost of Tom Joad", "Long Walk Home", "My Homentown", "Growin Up", "My Father´s House", "The Wish", "Devils & Dust", "Tougher Than The Rest" y "If Should Fall Behind" (con Patti Scialfa). Cierra el show con "Land of Hope and Dreams". La velada se acabó con Barack Obama en el escenario despidiéndose de Bruce y de todo el personal que le ha acompañado en estos últimos ocho años. Barack aplaude, Michelle baila, Bruce sonríe. Abandona la casa contento y satisfecho, con una idea clara en la cabeza, aquellas 15 canciones podrían ser el grueso de un nuevo proyecto. Y lo fue, cuando entre canción y canción narra episodios de su biografía, explica al público el porqué de cada canción y su influencia.

El Walter Kerr Theatre tiene una decoración oscura y sombría, una pared de ladrillo viejo como si de una fábrica se tratase, y poca luz, dos focos, uno apunta hacia el piano, el otro al micrófono, siempre dependiendo de donde actúe Bruce. Esa es toda la sencillez del escenario, quiere todo el protagonismo visual sobre él, para que nadie se pierda nada de lo que allí ocurrirá. Su estreno el 3 de octubre de 2017; su duración, dos meses y medio. No es un concierto, ni mucho menos una obra de teatro, tampoco un monólogo, y ni por asomo un musical. El espectáculo que ofrece Bruce Springsteen, es difícil de clasificar, no tiene etiquetas, la única que me parece ponerle es que Bruce hace de Bruce. Sin más, y eso es todo. Pero de lo que no tiene ninguna duda es de que nada más pisar las tablas, poner uno de sus pies en ellas, ya esta condenado al éxito, si nada más abrirse el telón la crítica se entusiasma con él. Es el "jefe" también en Broadway, apenas unas semanas en cartel, y ya le llaman "the hottest ticket in town", que es como decir el show más demandado de la ciudad. 

¿Pero qué tiene este legendario rockero de New Jersey que todo lo que toca lo convierte en oro y diamantes? La respuesta, no la tengo, la imagino, pero no es mi verdad; la verdad es lo que los números cantan, unas cuantas semanas y su recaudación se va 2,3 millones de dólares, tan sólo por detrás del inagotable "Hamilton" y "Hello Dolly”". "Springsteen On Broadway" es la intimidad más absoluta, lejos de un público acostumbrado a verle en grandes estadios, con conciertos de más de tres horas de duración.  El "Boss" destripa en este nuevo formato la escenografía, la luz, y los efectos de sus megaconciertos para mostrarse más natural, auténtico y desnudo que nunca; con su música destilada a la pura esencia de su voz, guitarra y piano, no hay más para jugar. El show es un recorrido íntimo por su vida, mucho de lo que cuenta es una versión animada y musical de su biografía "Born To Run". En ella nos muestra lo vulnerable, lo real, lo complejo de una persona elevada a los altares de la música popular y el desasosiego hasta caer en la depresión también. Bruce se sincera consigo mismo al tiempo que se analiza, se mezcla lo humano con lo divino, y sale airoso del envite; quizás esa sinceridad, ese tono irónico a veces burlón del análisis de su propia ciudad natal, o de su país, y su era que le tocó vivir, sea el detonante en recuperar su alma original. Bueno, Bruce es Bruce, y ahí enmudecemos todos, yo el primero. 

La crítica reacciona al debut de Bruce Springsteen, alardea de la grandiosidad de este espectáculo. La revista Rolling Stone lo califica como :"un triunfo íntimo, uno de los espectáculos más cautivadores y profundos de un músico de rock de los últimos tiempos..."; el The New York Times ha asegurado que: “como retrato de un artista, podría no haber habido nunca nada en Broadway tan real y tan bonito...”; el Daily Beast lo calificó de: "pura magia musical"… El gran problema que veo, y que quizás este relacionado con la intimidad que persigue, es que hay que hipotecarse para pagar una entrada cuando el cartel de "No hay billetes" está puesto cada una de las cinco noches que actúa por semana. Alguien le preguntó a Bruce sobre esta actitud. Él responde que: "Nunca en mi vida he trabajado cinco días a la semana, veremos que ocurre y hasta dénde llego..." Y llega donde él quiera llegar, y parará cuando él quiera parar, y mientras tanto el carrusel de la vida girará y girará a su antojo y semejanza… Y agotó su primer contrato, y lo alargó seis meses más, hasta finales de junio de 2018. Y cada noche el mismo formato, las mismas 15 canciones resuenan como un clamor sobre los rascacielos de Manhattan, y en Broadway, cada noche, al final de cada show, antes de montarse en el coche, saluda y tiene unos minutos para saludar a sus fans, firmar autógrafos, y se hace selfis con cada persona que impasible aguarda estoicamente la salida de Bruce Springsteen. Da igual que haya nieve, o llueva, o haga frío, o que el viento aullador te arroye, permanecen ahí, en la espera, cualquier dedicación de Bruce hacia ellos habrá merecido la pena, el trofeo que colgar en el salón de su casa… 

Y el espectáculo sigue, noche tras noche, mes a mes; ya no hay fecha de acabado, todo suma y multiplica, se alarga como el frío de un invierno devastador y austero, y aún así, puedes conducir durante una larga noche de este raudo tiempo por regalarle a tu chica unos tristes zapatos de baile. Vale, tú eres el encantador del encanto. Y como eres el Dios disfrazado de Lucifer, das nuevas fechas para tu osadía de alargar tu periplo teatral cinco meses más, es decir, hasta finales de junio. Springsteen On Broadway seguirá en cartel, y seguiremos intentando conseguir entradas, y seguiremos persiguiendo, no el sueño americano, sino la posibilidad de tener la gentileza de que los desarropados, los pobres, no tengan que pasar por el ciclo de una brutal reventa. A día de hoy, siendo finales de marzo, y Semana Santa, en dos días, y con nuevos conciertos a la vista, hay ofertas de hasta 3.000$ por adquirir un ticket. Y siguen vendiéndonos la burra de que no hay reventa. No, simplemente es que usted no está preparado para ver un concierto de este calibre, pese a los gastos que lleva consigo un desplazamiento tan brutal hacia Los Estados Unidos de América… 

Pero es curioso, estamos a finales de marzo y la página web oficial de Bruce Springsteen anuncia que alarga su estancia en Broadway para todo lo que queda de año. Luego seguiremos hasta finales de diciembre de este mismo año con el devenir de lo que ellos nos dejen hacer. Y yo me pregunto: ¿dónde queda ese nuevo disco qué iba a salir en verano?, ¿qué va a ser de él?, ¿se quedará como tantos otros amargado bajo el polvo de una estantería de Colst Neck? ¡Lo editará años después! Bueno, Bruce y su entorno decidirán cuando es el momento, cuando se está preparado para recibir un nuevo regalo cual maná caído del cielo. Ese alimento nos es digerido cuando apenas sabemos que Bruce extiende la gira cinco meses más, con lo que llegaremos a diciembre de 2018 con el chico de New Jersey por la avenida de la gran arteria de los shows de los teatros neoyorquinos, siendo el Rey del mayor de los espectáculos mundiales. 

El día elegido, el 28 de Marzo, a partir de las 11 de la mañana, hora costa Este, 17 horas en España, (5 de la tarde) Tiketmasterd fan pondrá a la venta todo el elenco de entradas hasta diciembre, es decir, cubrirá todos los conciertos, hasta el final, con la salvedad de que su sistema operativo, el de Verified Fan Ticketmaster, sigue usando como único sistema de venta el servicio Ticketmaster Verified Fan. Este bloqueo está pensando para dar oportunidad a los que se registraron en su momento y verificaron su cuenta quedándose en "standby", es decir, no recibieron código y no tuvieron opción a adquirir entradas. En principio, horas antes de la venta del día 28 de marzo, Ticketmaster enviará por SMS un código que permitirá el acceso a la venta el mismo día 28 a las 5 de la tarde. De hecho, en caso de recibir ese código, también se recibe un enlace directo a la venta. 

Naturalmente disponer de ese código no garantiza adquirir entradas, ya que la demanda volverá a ser brutal. El límite será de dos entradas por persona. El precio de cada una será de nuevo entre $75 y $850 (con entradas de $200, $300, 400, $500, $600 y $750). En cada concierto, si no se consigue entradas en la venta oficial, se abre otra oportunidad para conseguirlas para cada evento. Es un sorteo que organiza la web www.luckyseat.com y se ponen a la venta 26 entradas de las de $75 (gallinero) por cada noche. Visita este enlace para más información y para apuntarte: http://www.luckyseat.com/springsteen-broadway/ Cómo podéis observar, sólo te puedes apuntar al sorteo de los conciertos de la siguiente semana. Se irá actualizando semana a semana progresivamente. Las normas son que puedes apuntarte para 1 o 2 entradas de cada noche (una sola vez por cada dirección electrónica), como máximo a las 10 de la mañana (costa este, 4 de la tarde hora peninsular) del día anterior a cada concierto. Según indican, te comunican si has tenido suerte en el sorteo y a las 4 de la tarde del día anterior puedes adquirirlas. Una vez confirmada la extensión final hasta el 15 de diciembre en Broadway, siguen los rumores de posibles conciertos en Londres para inicios de 2019, que podrían celebrarse en el Royal Albert Hall. Al parecer sería Londres la única ciudad europea elegida. Suerte y No Surrender.