Entrevista: Nadine Shah

“Un artista debe documentar el tiempo en el que vive”

Por: Amaia Santana 

Comprometida y combativa, Nadine Shah (Whitburn, Reino Unido, 1986) defiende la música como plataforma para la empatía. Su más reciente disco, "Holiday Destination" (1965 Records Limited, 2017) versa sobre la crisis de refugiados en Siria, una de las causas por las que demuestra mayor sensibilidad; junto a la salud mental, que ya trató en su álbum debut ("Love Your Dum and Mad", 2013). Considera a Stevie Wonder como ejemplo de alianza entre canciones bellas y activismo. "Él ha compuesto la música política más importante que tenemos", asevera. A falta de confirmar fechas en España -¿a qué esperan, promotores/as?-, la artista trabaja ya en su próximo álbum y teloneará a Nick Cave & The Bad Seeds el próximo 14 de julio en Berlín.

Ha pasado casi un año desde tu celebrado álbum ‘Holiday Destination’. ¿Qué sientes respecto al mismo en estos momentos?

Nadine Shah: La crisis de refugiados en Siria dejó de estar en primera plana pronto, por lo que creo que este disco es más necesario ahora que cuando se publicó en agosto de 2017. Necesitamos dar continuidad a este diálogo y seguir trabajando por la seguridad y la justicia de millones de personas en la adversidad.

¿Cómo ha sido la puesta en escena de este trabajo? 

Nadine Shah: La respuesta del público ha sido increíble. Ha sido mi álbum favorito para llevarlo al directo. Estoy asombrada de cómo ha cambiado mi manera de actuar sobre el escenario respecto al álbum anterior (Fast Food, 2015). Los directos son ahora mucho más viscerales y enérgicos.

¿Consideras "Holiday Destination" una canción protesta? ¿Cuál ha sido la reacción ‘política’ a este tema en particular? 

Nadine Shah: Mi propósito es que la gente se fije en lo que está ocurriendo a su alrededor, que muestre empatía hacia las personas más vulnerables. Por supuesto se trata de una canción protesta, es una clara llamada a las armas para que la gente alce su voz contra todas las injusticias que por desgracia acontecen con demasiada regularidad e impunidad.

El álbum reúne melodías ricas y complejas; posee un aura oscura aunque en cierto modo amable, un atípico halo post-punk que encaja muy bien en la banda sonora de este mundo demente… ¿Cómo has trasladado tu mensaje en lo instrumental? En una ocasión dijiste que políticamente te considerabas más cerca de Stevie Wonder que de Billy Bragg… 

Nadine Shah: Mi intención respecto a este álbum era inspirar esperanza; no quería que nadie se sintiera desolado tras escucharlo. Por tanto, para mí era importante que sonara alentador, que moviera físicamente a quien lo escuchara. Creo que Stevie Wonder ha compuesto la música política más importante que tenemos. "Living for the City" demanda nuestra atención con gran sentido de urgencia, y a la vez es una canción hermosa musicalmente.

Tomemos al pie de la letra el estribillo de "Holiday Destination". ¿Cómo (demonios) puede dormir la clase política hoy en día? 

Nadine Shah: ¡De veras que no lo sé!!!

Hay quien piensa que la música no debería verse ‘envuelta’ o ‘comprometida’ con la política. Parece mucho más seguro –y rentable- escribir sobre canciones de amor naïf… ¿Pero acaso no es la música una de las herramientas más eficaces para -al menos intentar- combatir injusticias? 

Nadine Shah: Personalmente, creo que el deber de un artista es documentar el tiempo en el que vive. Tenemos una plataforma que nos permite comunicarnos con miles de personas –precisamente por ello debemos hacer un uso sensato y responsable de la misma-. Dicho esto, sigo pensando que también hay espacio para las canciones de amor, ¡o temas que simplemente nos hagan bailar!

Otros encuentran “oportunista” el hecho de que músicos y artistas traten temas de actualidad en sus creaciones, al considerarlo una simple estratagema de marketing. Como “artista política”, ¿has recibido alguna vez críticas de este estilo? 

Nadine Shah: Por suerte, no. Era uno de mis temores cuando compuse este álbum, pero honestamente ya no me preocupa lo que pueda pensar la gente. Conozco mis motivos.

En un concierto en Manchester, expresaste tu intención de jugar tu “pequeño papel en la tarea de humanizar lo deshumanizado”. ¿Crees realmente que la música puede mover a la gente a desarrollar una mayor empatía? 

Nadine Shah: La música es una de las maneras de contribuir a ello, sin duda. Tenemos que utilizar cada forma creativa a nuestro alcance y facilitársela a aquellos que no tienen voz, de los que no oímos hablar, los que ya no aparecen en titulares. La tendencia es olvidar que cada una de las tragedias masivas las forman historias particulares. Esto es lo que hacemos en la música, el teatro o el cine: tomar una historia individual y conectar con la audiencia: “Éste podrías ser tú”. Ese es el mensaje.

En una entrevista afirmaste que Adele podría haber conseguido que los británicos permanecieran en la UE. ¿Estabas de broma, medio en serio… o completamente convencida? 

Nadine Shah: Medio en serio, medio en broma. Su público es enorme, al igual que su influencia.

¿Trabajas ya en tu próximo álbum? ¿Volverás a contar con el compositor y productor Ben Hillier? 

Sí, Ben Hillier y yo hemos estado trabajando en las demos del que será mi nuevo disco. Creamos juntos desde hace unos ocho años y tenemos una muy buena relación artística. De hecho, no me veo trabajando con alguien que no sea él, es muy difícil encontrar a alguien que pueda materializar tu visión adecuadamente. Me siento muy afortunada de haber encontrado a Ben.

 ¿Quiénes forman parte de tu ‘playlist’ actual? 

Nadine Shah:  ¡Son tantos! Por citar algunos: Idles, Life, Goat Girl y BLANc.

¿Qué canción, tuya o no, le cantarías a Donald Trump? 

Nadine Shah: Nunca cantaría para él. Nunca.

Una de tus discusiones en Twitter versaba sobre “las canciones que suenan a otras canciones”… ¿Alguna conclusión final sobre el tan controvertido asunto del plagio musical? 

Nadine Shah:  Son muchos los acordes que podemos utilizar, es inevitable que algunas canciones suenen a algo que hemos escuchado ya. No es algo que me moleste, de hecho, me extraña lo mucho que se ofenden algunos por esto. Para mí es como si dijeran algo así: “Como Picasso ya utilizó el azul en este cuadro, ¡tú ya no puedes hacer uso de este color!”. Es ridículo.