Entrevista: Biznaga

“Que el capitalismo y su fiebre de sobreexplotación y sobreproducción no penetre más es cosa nuestra” 

Por: Javier González

Actitud, mensaje y contundencia son algunos de los pilares básicos en los que se sustenta la propuesta de Biznaga. Tres discos rotundos en el mercado, de brillante título y con contenidos incendiarios que por actitud les acercan al punk,  sin por ello perder de vista la necesidad de sonar personales, autóctonos e interesantes. 

Coordenadas que vuelven a dejar patentes en su última obra, “Gran Pantalla”, donde se llevan su propuesta más allá, arrojando sobre brasas calientes una colección de canciones que muestran el reverso tenebroso de las nuevas tecnologías que tanto condicionan los usos y costumbres de la sociedad actual. 

En tiempos de confinamiento, nos ponemos en contacto con Jorge Navarro, bajista y letrista de la formación, para que en una extensa charla nos acerque a la “Gran Pantalla”, ese maldito ente que si bien no siempre nos observa, si parece habernos embrujado de la mano de Biznaga para que a través de sus canciones sintamos de cerca la falsa realidad del mundo. 

En primer lugar y dadas las circunstancias bajo la que se lleva a cabo esta entrevista. ¿Cómo lleváis el tema del confinamiento?

Jorge: Lo estamos llevando bien como grupo. Y de manera particular, aprovechando el tiempo perdido, ya que siempre estamos a tope de un lado a otro, sobreproduciendo por encima de nuestras posibilidades y sin tiempo para nada. Ahora tocar esperar leyendo y viendo pelis que tenía pendientes. En general no me aburro, tengo mucha imaginación. 

¿A qué estáis dedicando este tiempo libre los chicos de Biznaga? 

Jorge: Pues nos había pillado a punto de comenzar la gira de presentación del disco. Ha sido un coitus interruptus en toda regla. Después de todo el curro, llegó la salida que fue el 6 de Marzo, teníamos que comenzar a girar con conciertos en Estados Unidos y México, pero cancelaron el festival de Austin donde íbamos a actuar. Luego todo se complicó por lo que decidimos cancelar también México, ya Madrid andaba destacándose como uno de los focos del virus por lo que nos parecía una irresponsabilidad ir a un lugar tan populoso como es Ciudad de México. Creo que en breve cancelaremos Oviedo y Logroño que eran fechas de principios de Abril y más adelante caerán otras. Todavía no se ha hecho oficial pero es fácil que todo Abril se acabe cancelando. 

Como dices, hace algunas semanas que habéis vuelto a la carga con un trabajo brutal como “Gran Pantalla”, en su contenido y en su forma. ¿En qué momento y cómo fueron surgiendo las canciones? 

Jorge: Todo comenzó porque el tema de las nuevas tecnologías, redes sociales e Internet me andaba obsesionando. Ya lo habíamos tocado en alguna canción esa temática, pero necesitaba darle más continuidad para poder construir un discurso con el que estuviera más de acuerdo, al menos en lo relativo a los textos. Creo que fue la principal razón que nos impulso para hacer un disco más conceptual. Se lo comenté, aunque en principio creo que no lo terminaron de ver muy claro, ya que no lo habíamos hecho nunca. Además, algún miembro no lo veía lo de hacer algo así. Me acuerdo perfectamente que se lo propuse en la gira de “Sentido del Espectáculo”, tocando en Mallorca en Agosto de 2017. Desde entonces nos pusimos a trabajar y hasta ahora. Se resume rápido, pero son casi dos años de curro.

Da la sensación de que estamos ante vuestro disco más redondo, maduro y con un lenguaje más claro. ¿Tenéis esa misma sensación? 

Jorge: Totalmente. He quedado satisfecho con lo que ha quedado, ha sido un curro interesante, hemos puesto a prueba nuestras capacidades compositivas y el nivel lírico. Ha sido una experiencia y nos ha ayudado a divertirnos, a no aburrirnos. Me ha resultado excitante. Después de tanto curro y de comerse tanto la olla al final ha merecido mucho la pena. Es el disco más redondo de Biznaga, el más trabajado y con el que estamos más satisfechos. 

¿No sé si podríamos hablar de un disco de punk contra las tiranías del siglo XXI? 

Jorge: Pues sí, podría definirse así. Cada uno le dará por su lado pero es una aproximación certera de lo que te puedes encontrar. No obstante, aunque creo que hay un tema en común que relacionada todas las canciones, sigue habiendo canciones que se destacan porque tienen características de single. No es un gran corte de 35 minutos. Cada canción tiene personalidad propia.

¿Qué parte de culpa tiene Raúl Pérez- La Mina en la consecución de un sonido tan concreto? ¿Qué os llevó a grabar allí? 

Jorge: Cuando estábamos en plena faena, ya sabíamos que el disco iba a ser conceptual. . Esto impulsó a Álvaro y Pablo, principales creadores del grupo, sobre todo al primero que es más experimental, propiciando que se abordara la composición desde una visión insólita, sin prejuicios, tabúes ni dogmas estilísticos en busca de canciones, con nuevos sonidos y estructuras. También ver cómo empezaban y finalizaban para ver si había opción de hacer enganches. Había que saber dónde se iban a materializar las ideas en el local. No valía cualquier estudio, técnico o productor. Queríamos alguien creativo, sin miedo a proponer, con ganas de probar, pero que no fuera una personalidad avasalladora o invasiva. Queríamos que nos dejara tener nuestra personalidad sin dejar de contribuir. Y luego que fuera versátil, con experiencia, que no estuviera vinculado solo al rock, que supiera de otros géneros. Empezamos la búsqueda y todas las referencias de Raúl y de La Mina eran buenísimas, de colegas y conocidos que han grabado ahí. Nos dio buen rollo. Comenzamos a hablar con él y como la cosa fluía, nos decantamos por La Mina. Y ha sido un acierto y una experiencia increíble. Además, Raúl es una persona increíble, capaz de escuchar y proponer. Parece una tontería pero pasamos siete días, grabando, mezclando y produciendo, así que es fundamental. Tiene mucha mano izquierda y a nivel técnico es una máquina. Trabaja rápido y es intuitivo. Tiene mucha personalidad y pericia técnica, ha sido determinante en el sonido del disco, sin duda. 

A lo largo del disco, incluís dos cortes, llamados “La Pantalla”, “Uso” y “Abuso”, evidentemente se trata de juegos y de mensajes.

Jorge: Esas pequeñas piezas musicales que no sé si llegan a la categoría de canción, son interludios o internexos, algo casi como operístico. Sirven para dividir la primera parte y lo que va a ser la segunda. En un principio el disco no solo iba a ser conceptual, iba a tener un argumento con un personaje al que le ocurrían cosas. Según se hacían canciones la idea se desechó, pero digamos que el espíritu se mantuvo. El disco iba a ser conceptual pero abstracto, no narrativo ni argumental, aunque había canciones escritas para hacerlas con un argumento. Era una forma de dividir el disco. En la primera parte al personaje le ocurrían muchas cosas y a partir de un punto al personaje le ocurría una transmutación. Por eso en la primera parte se habla en primera persona y en la segunda en tercera, porque pasa a formar parte de la pantalla, cruzaba el umbral. Esas piezas ayudan a marcar un punto de inflexión marcando la tradición de los discos conceptuales, con pasajes musicales y adornos, para que no todo sea narrativo, teoría y letra. De alguna manera es como un descanso. Interpele al oyente y rompe la cuarta pared. 

Cantáis “Toda Experiencia es apariencia” en “Producción de Sentido 24/7” y “La Libertad se conquista, no se instala” en “Motores de Búsqueda Avanzada”, me parecen unas frases brutales. 

Jorge: Me quede a gusto con esos versos. Son un dardo contra el postureo. Hoy en día todas las experiencias que vivimos y de las que tenemos constancia, también de los demás, tienen lugar o cobran forma a través de la pantalla. Indudablemente se genera una sensación de irrealidad, de apariencia de verdad.

“Error 404” y “Adorno”, me hablan de una banda que quiere tener su toque a rock nacional, con sus reminiscencias a los más grandes Gabinete Caligari. ¿Homenaje o necesidad de acercarse al sabor nacional?

Jorge: Sé por dónde vas y está claro que es premeditado, al menos un poco. Las canciones salen y van cobrando vida propia. No es que tú llegues y digas “ahora vamos a sonar como no sé quién”. Probablemente el día que nació el embrión de las canciones, los guitarras estaban más flamencos y sentidos, luego se llevan las ideas a local y se convierten en canciones. En mi caso, Gabinete es uno de mis grupos favoritos de la música española, entonces me encanta que digas eso. Me lo tomo como un piropo. Y sí, es un tipo de sonido que siempre ha estado presente desde “Centro Dramático Nacional”, nuestro primer disco, que fue como una sobredosis de ese deje. Había dos características que daban unidad a aquel trabajo, una cierta oscuridad y luego el ramalazo, un deje castizo, español, llámalo como quieras. A partir de ahí es algo que se ha ido repitiendo en nuestras composiciones. “En Sentido del Espectáculo” había dos canciones con esos aires, la parte final de “Jóvenes Ocultos” y “Oficio de Tinieblas”, que está muy inspirada en “La Leyenda del Tiempo”. Lo digo con la boca muy pequeña, hablo de cómo está enfocado el bajo y la batería, no mucho más. Y ahora aquí sobre todo “Adorno”, porque “Error 404” sí tiene un toque pero en menor medida, a mí es la que más me suena a la primera época de Gabinete. Por cierto, tuve el gusto de conocer a Edi Clavo en un encuentro con Mondo Sonoro a raíz de que publicara su libro, “Electricidad Revisitada”. 

Me ha llamado mucho la atención “Libertad Obligada”, que es puro afterpunk, y “No Lugar”, tiene unas guitarras pop muy potentes, con unos arpegios muy chulos, que os acerca al mejor Johnny Marr. ¿Es una referencia para vosotros? 

Jorge: No eres el primero que nos lo ha dicho, era un nombre que estaba sobre la mesa. Ese riff lo trajo Pablo, ya estaba construido, fue de las últimas composiciones a las que dimos forma, ya que tardó en salir. De hecho, se incorporó alguna parte en el estudio de Raúl. Cuando escuchaba el riff, Pablo decía que le recordaba a Nacha Pop y Golpes Bajos, pero a mí al sonar el chorus, el sonido de guitarra me traía a la cabeza a Johnny Marr en The Smiths. Hablo de canciones como “Heaven Knows I´m Miserable Now” y “What Difference Does It Make?”, que tienen como ese riff. No sé si Pablo lo hizo queriendo, pero remiten a The Smiths, que nos molan bastante a alguno de nosotros. 

El final del disco marca una lucha contra cierta brutalidad en “Atentado”. ¿Cómo se lucha por la libertad de expresión en un mundo en el que a veces la derecha y sobre todo la izquierda buscan nuestra propia autocensura?

Jorge: Te tengo que decir que en la historia de Biznaga nunca nos hemos cortado. Nunca nos hemos autocensurado a la hora de escribir. Nuestras letras nunca han buscado descalificar a nadie en concreto, ni son hirientes contra colectivos. No son sospechosas de que nadie se rasgue las vestiduras, pueden ser críticas eso sí. Concretamente con la letra de “Atentado” fui consciente del momento en que vivía. La gente parecía no poder decir nada en redes sociales, parecía como que te vigilaban. Venía cosas de todo tipo en redes, amenazas y denuncias por supuestamente atentar contra el honor, se hablaba de arengas pro-terroristas. Era un momento raro. Habían habido varios casos en que habían detenido a gente en circunstancias bastante extrañas, hasta yo mismo me vi un poco inmerso en todo eso. En este caso, le pasé la letra a un amigo abogado, para ver si veía una futura o potencial denuncia contra nosotros por parte de la policía o el sistema judicial. Me dijo que no, me tranquilizó, que no se atentaba contra nadie, era una crítica irónica en general, pero que era libre. Aún así tuve que consultarlo por el clima de paranoia.

Debemos tomarnos “Último Episodio” como una canción que evidencia la derrota de lo real. ¿Veis posible una revolución que nos devuelve a ser personas que sientes con una conversación y que se emocionan con un cara a cara sincero? 

Jorge: Creo que la inercia del mundo no nos va a llevar a eso. Está en manos de la gente cambiar hábitos y vicios de su vida personal. Que el capitalismo y su fiebre de sobreexplotación y sobreproducción no penetre más es cosa nuestra. No me gusta la necesidad de exhibirse y estar retransmitiendo la vida de uno mismo. Es una guerra personal perdida, creo que la inercia del mundo es que vaya a más. En ese sentido soy pesimista no creo que después de la crisis del coronavirus cambiemos hábitos. Sería lo deseable porque cuando paramos, aunque sea obligados, ocurren cosas a nivel medioambiental y de naturaleza realmente fuertes. Y sobre todo nos obliga a recuperar momentos de nosotros mismos. A parar y reflexionar sobre nosotros, al no tener que correr de un no lugar a otro. Está en nuestra mano que esa reflexión llegue a algún lugar y no a un mero entretenimiento mientras estemos confinados. Pero ya te digo que no soy optimista. 

Hay muy buenas bandas nacionales destilando rock rabioso, urgente y puntilloso. ¿Qué percepción tenéis del panorama?

Jorge: Creo que hay buen material y buena salud en el panorama musical independiente, no solo en el punk. También en el rockero y en otros ámbitos más urgentes. En general creo que hay buena salud, mucha gente haciendo cosas guays. Eso me alegra y nos anima a seguir haciéndolo bien, esforzándonos para hacerlo mejor. Es una especie de competencia sana. Que los demás saquen buenos discos nos inspira porque motiva a trabajar en la misma línea. Nos hace sentir en un entorno creativo que es estimulante. Creo que hay muy buenas bandas en muchos estilos y me alegra muchísimo. 

¿Cómo se consigue haber firmado tres discos tan rotundos, con tres títulos tan brutales y que encierres tantos filos hechos canción?

Jorge: Va a sonar feo que te lo conteste, eso decidlo vosotros. Creo que somos un buen equipo, nos entendemos y tenemos un grado de compenetración muy bueno. Ponemos todo en una misma dirección para que el barco avance y mejore, para que las canciones vayan a más. Somos muy colegas, nos conocemos un montón y somos un buen equipo, trabajamos bien juntos. 

Vamos a rematar, preguntando por vuestros planes de futuro. 

Jorge: Al principio hablábamos de que hay cosas que se van a cancelar. No es algo definitivo, se buscarán nuevas fechas. Todo va a tener una segunda oportunidad. Esperemos que los conciertos de Mayo y Junio se mantengan. Todo lo anterior irá a fechas alternativas para recolocarlo. Después de esta pequeña hostia, nada más comenzar la andadura del disco, nos trataremos de levantar y que el año termine bien. Que la peña no se preocupe que nosotros somos los primeros interesados en llevar el disco por todos los lados.