Por: Txema Mañeru
Habrá quien esté cansado de tantos discos de Joe Bonamassa, y tiene su lógica, porque lleva ya firmados, en solitario o en otras aventuras conjuntas, como esta nueva con The Sleep Eazys, casi cincuenta. Ente ellos un montón de guapos y variados directos de los que tienes más información en www.topartistpromotion.com o en www.mascotlabelgroup.com, emporio en el que está el estupendo sello de blues Provogue.
Además de esta nueva aventura con The Sleep Eazys, Bonamassa tiene buenos y variados trabajos con los Black Country Communion o con Beth Hart y su potente rock soul. El lado más funk lo saca con los Rock Candy Funk Party, y ahora en esta nueva banda se decanta por un disco de rock instrumental con paradas en el country, rockabilly y hasta jazz. Al mismo tiempo es un homenaje directo a una de sus primeras y principales inspiraciones musicales, Danny Gatton, un grandísimo guitarrista que no se conoció como debiera y que Bonamassa quiere reivindicar tras su reciente fallecimiento.
Además de piezas del citado músico, caben otras en las que colaboró o que eran también de su agrado, con lo que queda un disco la mar de variado. El elenco musical que acompaña a Bonamassa es el habitual y de lujo. Especial mención, una vez más, para el fenomenal teclitas Reese Wynans, a quien Joe ayudó el pasado año en su recomendable debut en solitario. Gran sección de ritmo con los habituales Rhodes y Fig, buenas guitarras y saxofón de John Jorgenson, además de unos destacables coros femeninos y vientos a los que hay que sumar la aportación muy especial de la armónica de Jimmy Hall, especialmente sembrado en el fantástico clásico de Tony Joe White, "Polk Salad Annie". Uno de los temas estrellas del disco con esos coros, vientos, teclados y guitarras de puro rock’n’roll.
Antes arranca con los ritmos de fiesta del "Fun House" de Gatton, en el que se sale Wynans con el órgano. Los aires garageros en "Ace Of Spades", del gran Link Wray, ofrecen otro rock’n’roll fulminante con una slide de Joe sublime. Se acercan también al surf y a Wray en la versión de "Ha So", encontrándonos jazz y guapos vientos en "Hawaiian Eye". El lógico single ha sido el tema de James Bond, "Bond", de John Barry llevando Joe la melodía con la guitarra y dejando el magnífico solo para Jorgenson. Una delicia total es"Blue Nocturne", estupendo lento, y sí, triste y nocturno como indica el título, donde Wynans vuelve a crear auténtica magia con su Hammond. Igual no entra a las primeras de cambio este disco, pero es una delicia para los amantes del mejor rock instrumental y otras hierbas.
