C. Tangana: "El madrileño"


Por: Juanjo Ordás

A mí siempre me han llamado la atención los artistas que no dejan a nadie indiferente y por lo general suelen gustarme. Hace mucho que C. Tangana me gusta como cualquier banda de rock. Aquí podríamos entrar a dilucidar qué es el rock y si podríamos decir que la esencia de Tangana es rock, pero no vamos a hacerlo porque sencillamente da igual. Hace mucho que este músico (sí, músico) ha trascendido a cualquier etiqueta musical y eso es meritorio. De hecho él indirectamente ha definido lo que hace como música triste en español y no se me ocurre mejor forma de denominar su trabajo, especialmente este último disco, El madrileño, del cual nos ha ido presentando canciones a lo largo del último año.

Con "El madrileño" ha superado todas las expectativas: Tiene muy buenas canciones, una producción atrevida y colaboraciones de lujo bien colocadas, que ayudan a dar entidad a las canciones no al lucimiento de los comensales. Poco a poco el apetito se ha ido abriendo hacia lo que iba a ser este nuevo disco, pero en las últimas semanas el frenetismo ha ido aumentando para gozo de quienes disfrutamos de sus obras. “Nunca estoy” (qué bueno y original el juego de sexos), “Tú me dejaste de querer”, “Demasiadas mujeres”… Todo pintaba muy bien, cada avance creaba más expectación, pero de pronto llegaron “Nominao” con Jorge Drexler y “Hong Kong” con Andrés Calamaro y para qué íbamos a querer más. Estaba claro que se avecinaba un disco de locura. Y así ha sido.

Todo "El madrileño" fluye con facilidad de canción a canción, de hecho el disco es un todo pese a estar compuesto por singles imparables. Curioso cómo Tangana ha conseguido que todas las piezas encajen y a la vez se puedan disfrutar disgregadas. De igual manera, y como avanzaba antes, el hecho de que en prácticamente todas las canciones haya colaboraciones de lujo (¡Niño de Elche! ¡Kiko Veneno! ¡José Feliciano! ¡Palabras mayores!) no compromete el carácter unitario del disco. Es pura alquimia musical de lo que hablamos. Hay que ser muy bueno para conseguir un disco popular tan moderno, valiente y a la vez accesible como este.