Por: Txema Mañeru.
Más que una gran pena es casi una injusticia que un disco y una banda de este calibre pasen prácticamente desapercibidos. No debiera ser así porque tiene una calidad impepinable y su atemporalidad musical debiera ayudarle. Pero el pub-rock clásico con destellos power-pop y new wave y algún toque garage-punk no es lo más popular por estas latitudes. El caso es que ha aparecido como disco destacado en la prestigiosa revista Ruta 66 en el número de abril. Con su estilo y sus buenas canciones tenían que traernos este vinilo aquí la gente de Folc Records, a la que le encantan este tipo de sonidos, además de todo el buen rock’n’roll en general.
Al frente del ahora quinteto tenemos al gran Austin Lake, conocido, sobre todo, por su banda fraternal (3 hermanos en ella) Televisionaries. Allí combina surf y garage-rock con buen rock’n’roll (¿cabe dentro de esa etiqueta el power-pop, no?). También le tenemos en otras recomendables bandas como King Vitamin o Flip Shit.
El caso es que comenzó en esta nueva aventura en solitario y con él encargándose de todos los instrumentos, pero se fue subiendo gente al carro y ahora son un quinteto, aunque en directo pueden funcionar desde la modalidad de cuarteto hasta juntarse 10 músicos en un escenario. Yo, la verdad, es que no los conocía hasta este “Endless Pleasure” (Folc Records) que es realmente un placer sin fin.
Así comienzan casi en modo punk-rock con una "Halitosis" que desprenden excelentes aromas musicales y mucha y rápida actitud. Muy pegadiza y hasta te puede recordar a The Saints o Radio Birdman, aún sin ser australianos. Siguen por similares derroteros con la urgente, pegadiza y acelerada "Horse With No Name". "Natural World" es otro single pegadizo y rotundo. En "Pretend You’re Sleeping" y otros momentos los nombres que pueden salir a colación hacen referencia a Nick Lowe o Elvis Costello en sus impecables comienzos. Además, sus buenos y cuidados crescendos en las guitarras dirigen "Seventeen" hacia el más puro pop de la new wave y resulta una romántica delicia. Cierran la cara A por similares caminos con una "Hello It’s Me" que tiene hasta ciertos toques ska-pop en su cuidado ritmo.
La cara B comienza con otra bomba que, por algo, se titula "Bombs Away. Otro tema repleto de energía y con buenos punteos, aunque la mayoría de los temas ronden los tres minutos de duración. Me encanta la veloz "Some Girls" porque tiene un aire a los Devo, pero sin necesidad de teclados. Otro single claro es "Jimmy The Jetpack" y unhos riffs que se acercan al rock sureño y con una buena combinación de sus dos guitarras al estilo de los años setenta. Otra vez vuelven al punk con su pub-rock y power-pop acelerado de "High Noon". Las poderosas guiterras vuelven a penetrar en tus oídos llevándote muy arriba. Finalizan, recuperando los aires a Costello, Lowe o Brinsley Schwarz, con el guapo estribillo para corear contenido en "Hopeless Romantic".
El disco cuenta con la buena grabación y producción de Matt Verta-Ray y su mujer, Rocío. Matt estuvo en los Heavy Trash con el gran Jon Spencer y está metido en otras buenas aventuras como Speedball Baby o Madder Rose, además de haber ejercido de productor ya para un montón de nombres de prestigio dentro del rock’n’roll del nuevo milenio. Nos encantaría verlos por nuestros escenarios, como lo hicimos con Televisionaries, porque sería un gran placer.