Crowded House: Conservando la emoción


Festival de Pedralbes (Barcelona), sábado, 2 de julio de 2022

Texto y fotografías: Por Àlex Guimerà

 Las entradas para este concierto se pusieron a la venta en el año 2019. Llegaron la pandemia, las restricciones y los aplazamientos, pero este verano de 2022 finalmente el Festival Jardins de Pedralbes ha podido celebrarse con total normalidad. Un evento que ya se encuentra consolidado en la Ciudad Condal y que ha sido referencia para otros de creación posterior. De hecho, esa misma noche, cerca de Barcelona se celebraba el Vida Festival (Vilanova i la Geltrú) y el Rock Fest (Santa Coloma de Gramanet), con los Kiss como uno de sus grandes reclamos; notables competidores para la creciente oferta cultural veraniega.

Con la previa en los jardines del Palacio Real en la que no faltan la oferta gastronómica, teloneros, postureo variado y patrocinadores, en seguida nos dimos cuenta de la cantidad de público foráneo que se había congregado para ver el esperado directo barcelonés de los "aussies". Ubicados ya en nuestros asientos y en frente de ese espectacular escenario con el Palacio real de Pedralbes a sus espaldas, el sexteto que conforma el actual "roster" de los Crowded House hizo entrada con total puntualidad a la hora señalada.

Liderados en todo momento por el “factotum” Neil Finn, la banda solo le mantiene a él y al bajista Paul Hester de su formación original. El primero ataviado con un traje blanco – ni de coña lo luce con el estilazo rockero de Oscar Avendaño – y el segundo con faldas escocesas y una permanente sonrisa en la cara. Del resto de la banda (teclados, guitarra, percusiones y batería) destaca Liam Finn, hijísimo de Neil, quien le ha dado un aire fresco y renovado a los Crowded House con sus afinadas segundas voces y energía en el escenario. Su padre lo presentó como la “nueva generación de la familia Finn”, en ausencia a su hermano Tim, alejado de la banda desde hace tiempo.

Así fue como dieron arranque con una “Distan Sun” con la que nos dimos cuenta de las capacidades de aunar voces, del estado formidable de la voz de Neil, de lo compactos y nítidos que sonaban los distintos instrumentos y de la actitud simpática de los músicos. Le siguió otra clásica aunque esta vez menos conocida, “Nails In My Feet”, rescatada del “Together Alone” (1993).  Del nuevo álbum de 2021 (“Dreamers Are Waiting”) interpretaron “To The Island”,  la sosegada “Show Me The Way” y “Play With Fire”, esta última con sus falsas trompetas al teclado.

Pero a lo que la mayoría había venido era a escuchar los clásicos. Nos referimos a los éxitos de su primera etapa, es decir, anteriores a su separación de 1996, y que vaya si sonaron.  Nos referimos a la delicadeza de “Fall At Your Feet”, los ecos "beatleianos" de “Pinneaple Head”,  la pegadiza “It’s Only Natural”, la trepidante “When You Come” o los coros de “The World Where You Live”. Y en especial las joyas de la corona de los australianos como son “Private Universe”, que mantuvo el clima estelar, “Four Seasons In One Day”, desplegando todo su romanticismo, el himno “Don’ t Dream It’ s Over” y  la imponente “Weather With You”, en la que intercalaron su versión de “Once In A Lifetime”, de los Talking Heads. Entre medio, bromas del genio neozelandés, las invitaciones a repetir sus notas vocales a lo Freddie Mercury, los constantes cambios de guitarras y los intentos de hablar castellano de los músicos – eso si, el bueno de Hester tenía muy claras las palabras “jamón” y “patatas bravas” -. 

Tras el falso final que puso la cañera “Something So Strong”, llegaron los bises que arrancaron con la lejana “Chocolate Cake”, que abría el disco “Wood Face” (1991), y le siguió una memorable cover de “Heroes” de Bowie, con Neil a los teclados y reinventándose musicalmente. Sensacional revisión de un clásico que nos preparó para el final del concierto con la estremecedora “Better Be Home Soon”.

En esta nueva etapa de los Crowded House podemos afirmar que si bien sus nuevos discos y canciones no son los de antaño, se dejan escuchar y siempre traen cosas interesantes, su directo resulta formidable, mantiene músculo, armonías vocales, energía y con ello grandes dosis de emoción. Tardamos tiempo en poderlo comprobar, pero sin duda alguna, la espera mereció la pena.