Jack White: “Entering Heaven Alive”


Por: Javier González 

Dos discos en un año suponen una señal inequívoca de creatividad desbordante por parte del bueno de Jack White, de eso no cabe la menor duda. Ahora bien, la verdadera disyuntiva, el kit de la cuestión, la pregunta que toca responder cuando nos enfrentamos ante esta circunstancia es si tal marasmo creativo es poco menos que un capricho de artista o si, por el contrario, nos encontramos ante unas canciones que por alguna extraña circunstancia personal han pedido a gritos salir del cajón, quién sabe si por perfilar algún matiz mal resuelto por el camino anteriormente. 

Poco, más bien nada, tiene que ver este “Entering Heaven Alive” con su predecesor, “Fear of the Dawn”, si acaso comparten año de publicación, pero simplificando muchos las descripciones podríamos afirmar que aquellas nacieron con la premeditación de sonar grandes, ruidosas y modernas, acabando por resultar a ratos desconcertantes; siendo sus hermanas todo lo contrario, dulces caramelitos repletos de matices, artesanales en su fabricación y tratadas con total calidez y mimo, sin faltar arrebatos marca de la casa que no hacen sino engrandecer una colección que a priori podría parecer menor pero que acaban por mostrarse notables. 

“A Tip From You to Me” tarda exactamente nueve segundos en encender el fuego, caldeando un ambiente que se mantiene vivo con “All Along the Way”, entre guitarras acústicas templadas y ambientes oscuros y dramáticos; “Help Me Along” es digna de ser escuchada con cascos por la cantidad de matices y sutiles arreglos que regala, “I´Ve Got you Sorrounded (With My Love)” es un templado latigazo que nos hace recordar qué nombre es el que firma la portada del disco, hay guitarras, mucho groove y honky tonk, “Queen of the Bees” nos arrastra a las calles de Nueva Orleans en toda una declaración de ceremonia pagana y “A Tree on Fire from Within” tiene pasajes que la acercan a los mejores Nick and The Bad Seeds, por no citar la colosal “Take me Back” (Gently) una gozosa joyita de aromas a granja folkie y teclados juguetones que retrotraen a parajes comandados por los Waterboys de Mike Scott más engrasados y finos, en un perfecto reflejo de lo que es un disco de apariencia menor que encierra una sencillez y una rotundidad que para sí quisieran obras de mayor enjundia aparente. 

Quién sabe si Jack White ha encendido el fuego de la vieja cabaña con idea de refugiarse de unos tiempos crudos y asesinos; tampoco tenemos certeza que vaya seguir transitando un camino que cada vez suene más a madera de la nobleza, de la vieja estirpe y amplio trazo, de lo que no tenemos duda alguna es que “Entering Heaven Alive” conservará dentro de un tiempo un lugar preferente entre toda su discografía, algo que no es nada sencillo y que habla muy a las claras de la calidad de unas composiciones atemporales pero de lo más acertadas en sus brillantes acabados.