Elliott Murphy: "Wonder"


Por: Aritz Sertucha 

"Wonder" se titula el último trabajo de Elliott Murphy, 40 van ya desde aquel Aquashow (1973) con el que competía con Springsteen por ser la nueva sensación de folk americano, y con él, a los 73 años, el neoyorquino demuestra porque es, seguramente, el último representante de los trovadores románticos.

Es el primer trabajo en mucho tiempo que está compuesto íntegramente por Elliott Murphy aunque como es habitual, le acompaña en el proceso su compañero Olivier Duran, y en la producción, su hijo Gaspard Murphy, lo que confiere a este disco, sobre todo en la parte musical, una continuidad respecto a sus últimos álbumes. Eso es quizás lo menos atractivo del disco, la comodidad en la que se mueve respecto a buscar nuevas fórmulas que puedan sorprender. Aún así está bastante mejor producido que anteriores y recientes trabajos, con una base instrumental sobria que acompaña a la perfección las reflexiones generadas tras la pandemia.

Desde "Coming home again" (2007) no había logrado conectar con el universo “Murphyano” hasta ahora, y ya tocaba. En parte esto ha sucedido gracias a letras bien elaboradas, con segundas lecturas, con intención y profundidad. La voz de Elliot Murphy es una voz sosegada, reflexiva, pausada y elegante, tiene algo que decir, y quiere que se le preste atención, sin distracciones más allá de las imprescindibles.

"Wonder" está formado por 12 canciones, manteniendo una estructura muy ordenada, sin grandes sobresaltos, algo así como un tranquilo viaje en barca. Habla de esperanzas, realidades, deseos y soledades. Canciones recitadas, o poemas cantados de manera sobria y efectiva, tocado para pasar el corte y ofrecer al oyente un buen producto de calidad. La portada, luminosa pero sencilla, refleja esta intención a la perfección, indicando lo que vas a encontrar cuando le des al "play".

Lamentablemente, no puedo decir que sea el mejor trabajo de Elliott Murphy, aunque si el mejor de los últimos años. Respeta a la perfección su discurso y su forma de hacer las cosas, y ser fiel a uno mismo en estos tiempos es de agradecer.