FIB 2011. FIB DE REENCUENTRO. (Prólogo)
El FIB 2011 ha resultado un éxito, tanto de público como de crítica. De público, pues se han superado las previsiones y números del 2010, pese a vivir un año de crisis económica y declive de la industria musical y de crítica, pues los conciertos ofrecidos por The Strokes, Artic Monkeys, Portishead, Arcade Fire o Primal Scream han devuelto la credibilidad a un festival que había quedado tocado tras el flojo cartel del año anterior (donde sólo destacaron Gorillaz, The Prodigy, Kasabian o Echo & the Bunnymen).
Durante los días 14, 15, 16 y 17 de Julio, Benicássim se ha convertido en la capital europea de la música, pues sus jornadas han acogido a más de 120 formaciones musicales (entre grupos y djs), que han permitido gozar y hacer vibrar diariamente a más de 50.000 fibers dispersos (o mejor dicho concentrados) en un amplio recinto que acogía entre barras, carpas (destacando la Jack Daniel’s Stage), puestos de comida rápida, atracciones y guiris demacracados y trasvestidos, nada menos que tres escenarios: El Fiber Club, el Fiberfib.com y el Maravillas (este último el escenario principal).
El festival ha contado tanto con grupos que han marcado el sonido rock del nuevo milenio: The Strokes, Artic Monkeys y Arcade Fire principalmente, como con bandas claves en el devenir musical de las tres últimas décadas del siglo pasado: Primal Scream, The Stranglers, Elbow o Portishead, grupos de fusión folk-rock de una calidad y futuro inimaginable: Mumford & Sons, Noah & the Whale o Beirut, bandas electrónicas y djs de reconocido renombre como Pendulum o Fake Blood, así como una excelente elección de formaciones patrias de tintes muy variopintos: Russian Red, Nadadora, Nudozurdo, Catpeople, Astrud, Lori Meyers, Layabouts, Dorian, Smile… Sin embargo, ahí no ha quedado la cosa, pues el cartel recogía aún a un enorme conjunto de nombres que ofrecen diferentes forma de concebir y disfrutar del lenguaje musical, como Tinie Tempah, Bombay Bicycle Club, The Go! Team, Brandon Flowers…
En definitiva, hemos vivido un festival que ha ofrecido enésimas posibilidades de disfrutar del mismo, pues ver todos los conciertos que uno se propone con previsión científica, técnica y matemática, se vuelve imposible ante factores tales como el uso y disfrute del “lujoso” camping festivalero (premiado por su salubridad, claridad y lógica), la magistral producción y ejecución de una rítmica y tribal música autodidacta (con el ukelele y la pandereta como elemento clave), la incompatibilidad de horarios (seguidos con rigurosidad británica, lo cual no es raro pues el 50% del público es angloparlante o lo ha sido a lo largo del día), la búsqueda de un sitio privilegiado para disfrutar de los conciertos (luchando contra la representación foránea mayoritaria bajo el grito épico-irónico ¡¡¡que no quede ninguno!!!) o el anhelo de conseguir una cerveza fría (entiéndase aquí varias) que alegre la tarde-noche castellonense.
Es por eso, que desde El Giradiscos solo podemos acercaros una versión (a modo de diario personal), de las enésimas posibilidades que ha permitido el festival (casi una por persona, lo cual daría unas 200.000 posibilidades), pues a día de hoy aún no contamos con el don de la omnipresencia.
FIB 2011. JUEVES 14 DE JULIO (Part I)
Primer día del FIB 2011. Lo que se traduce en primera maratón fiber, pues en nuestro caso (así como en el de muchos de los asistentes que allí nos reuniríamos) teníamos tres grandes objetivos: 1º Echarnos a la carretera (4 horas y media en las que el reproductor del coche no paraba de lanzar canciones escogidas de gran parte del cartel del festival), 2º Buscar en el camping el campamento base que había establecido nuestro grupo avanzado y 3º Ceñir a nuestra muñeca la ansiada pulsera amarilla “4 days” que daba acceso al uso y “disfrute” de las instalaciones.
Serían casi las 9 de la noche cuando conseguimos convertirnos en un número más de asistentes. Sin embargo, mientras entrabamos en la provincia de Castellón, éramos conscientes de que los hermosos cantos de sirena de Lourdes Hernández (Russian Red) ya habían abierto la veda de los grandes conciertos de un FIB 2011 inaugurado a media tarde por The Spires, Aldo Linares y Layabouts.
Gracias a nuestra previsión, el concierto de Russian Red contó ya con la participación y documentación de habituales de El Giradiscos, que presenciaron en un Escenario Maravillas a medio llenar, la puesta en largo del segundo LP de la madrileña, Fuerteventura. Lourdes Hernández se presentó así dispuesta a reafirmarse como algo más que una promesa musical, acompañada por una trajeada banda (chaqueta negra, camisa blanca y corbata o pajarita negra) y un letrero de neón con el nombre de la banda (pues Russian Red deja de ser una persona para convertirse en un grupo). El reloj marcaba las 20:00 de la tarde cuando comenzó un concierto de poco más de 45 minutos (marcados por la organización) en el que fue tejiendo casi íntegramente su nuevo disco (The Sun the trees, Fuerteventura, I hate you but I love you…) sin olvidar algunos de los temas que la catapultaron como artista a seguir hace tres años con I love your glasses (Cigarettes o Take me home). Todo ello con un directo impecable, con tintes de folk & britpop y una cuidada puesta en práctica del sonido pulcro, luminoso y exquisito que los productores de Belle & Sebastian han sabido dar al segundo proyecto de la cantante.
Concluido el concierto, nuestro grupo avanzado sale brevemente del recinto, no sin acercarse a ver el ambiente (que no el directo) de una Julieta Venegas (escenario FiberFib.com) que justificó su presencia en el FIB con una mediana audiencia (lo cual quiere decir aquí una audiencia importante), echando por tierra así a sus detractores y poniendo punto y final a una estúpida polémica más agitada por foreros que por crítica especializada.
Son las 22:00 de la noche y ya hemos conseguido desprendernos de nuestras pertenencias en la tienda de campaña, tomar conciencia de lo que nos espera y fusionarnos con nuestra avanzadilla personal. El Festival ha comenzado.
Entramos así en el recinto y nos vamos familiarizando con el espacio: 3 escenarios (Maravillas, FiberFib.com y Fiber Club), dos carpas de djs (Jack Daniel’s Stage y la carpa Red Bull donde la música sólo suena en los auriculares de los agitados fibers mientras el silencio mudo los envuelve) y multitud de puestos de comida rápida, venta de merchandising y asociaciones varias.
Miramos el reloj y ya son las 23:15, es hora de dirigirse al escenario Fiber Club donde va a comenzar el concierto de Dorian. Sorprendentemente la banda electrónica-pop de Barcelona consiguió acumular una numerosa audiencia que no paró de crecer a lo largo del mismo, convirtiéndose en uno de los primeros y escasos llenos que gozó dicho escenario ese día. El hielo lo rompió Simulacro de emergencia y el ritmo lo marcaron Verte amanecer, Paraísos artificiales, La tormenta de arena y La mañana herida. Bailamos, cantamos y bebimos, en fin, disfrutamos de una deliciosa golosina electro-pop (no del gusto de todos), que nos dejó con un buen sabor de boca.
Tras ello, se hacía necesario un breve descanso y que mejor lugar que el espacio chill-out de amplio jardín artificial regado por cerveza y minúscula piscina llena de guiris en su caldo, donde relajados pudimos disfrutar del final del concierto de Congotronics vs Rockers, singular proyecto surgido de la colaboración de los congoleños Konono Nº 1 con Kasai Allstars, Deerhoof, Juana Molina y Wildbirds & Peacedrums, que ofrece un sonido tribal fusionado con rock, folk, electrónica e instrumentos caseros, en un inclasificable producto que impresiona por su puesta en escena.
Mientras intercambiábamos impresiones sobre Dorian y recibíamos datos sobre el directo de Russian Red, nos asaltó la necesidad irrefrenable de ver pinchar a Gasteiz Gang (1:45 de la mañana en el escenario Fiber Club), pues ante nuestra sorpresa, esta formación que pincha a seis manos tiene como conocido integrante a Gaizka Mendieta (junto al crítico Juan Vitoria y su hija Arizona Dylan Vitoria). Sí, sí, estás oyendo bien, el mismo Mendieta que militó en el Valencia, Lazio, Barcelona… y dirigió las manijas de la Roja (antes de ser conocida como tal). Pues allí estaba delante de nosotros, haciendo más gestos de complicidad que escogiendo hits, pero sin embargo la formación nos hizo bailar de lo lindo temas de los 60’s, 70’s y 80’s.
Algo después, tras disfrutar de hits más actuales en la carpa Jack Daniel’s Stage (Franz Ferdinand, Kasabian, Editors…) nos fuimos al escenario principal (Escenario Maravillas) a presenciar el inicio de Pendulum, banda australiano-británica de gran éxito en las islas que mezcla rock alternativo con electrónica drum & bass y que arropado por sus proyecciones y fuerte base rítmica se metió en el bolsillo a un amplio número de ebrios anglosajones del cual acabamos por desligarnos.
En fin, las 4 de la mañana no es mala hora para ponerse en camino a la tienda de campaña, pensando que mañana cumpliríamos uno de los objetivos marcados en rojo en el verano de 2011, ver a The Strokes.
Por: Rubén López
Fotos: Archivo FIB
Dedicado a: Natalia, JD, Nacho y Raúl.
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*Texto y fotografías: Javier Capapé.*
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