Por: J.J. Caballero
Fotografía: Mundo Aseptico
Por mucho que parezca que la era pandémica nos está privando de grandes dosis de creatividad, más allá de la cancelación continua de conciertos y eventos que en circunstancias normales deberían celebrarse igual que otros muchos, siempre que las condiciones de seguridad se cumplan (cosa que ha quedado sobradamente demostrada en las ocasiones en que han sido y son permitidos), la carrera de muchos músicos y bandas continúa jalonándose de grandes trabajos. El caso de Steven Munar, británico afincado en España desde hace décadas, es uno de tantos que, impulsado por unas canciones cada vez más interesantes, viene a darnos la razón sobre el hecho de que ni un virus infame ni una gestión aún más lamentable pueden acabar con las ganas de continuar en la brecha cuando se alían talento y medios. Su más reciente y magnífica entrega se llama “The Fish And the Net” y ya está cosechando excelentes y merecidas críticas. De sus motivaciones, origen y objetivos charlamos con él.
Parece que por el momento la mayoría de reseñas sobre “The fish and the net” coinciden en que es tu trabajo más accesible y el que contiene canciones más frescas y melódicas, cosa en la que coincidimos. ¿Esa era la intención cuando lo compusiste?
Steven Munar: No fue premeditado, pero sí que estaba en un momento vital muy clave, con cambios decisivos, y tenía muchas ganas de expresarlo con canciones. Supongo que todo esto ha quedado reflejado
¿Quizás esa impresión se refuerce por el hecho de que es cierto que ahora suenan más guitarras eléctricas y tu tradicional lado acústico queda más en segundo plano?
Steven Munar: The Miracle Band tiene mucha importancia en este disco, está más compacta que nunca y esto queda plasmado a la hora de interpretar los temas. De todos modos ya en el anterior ,” Violet Kosk”i, nos empezamos a electrificar.
Sigues sin embargo bien apegado a ese folk que te ha caracterizado durante tu carrera hasta ahora, cercano a los nuevos songwriters americanos y sin olvidar tampoco la influencia de gente como Talking Heads, entre otros.
Steven Munar: Cierto, varias de las canciones de este disco podrían haber entrado en anteriores, por ejemplo “The sun and the moon o “Paint your truth”, con esa onda más folk. El tema del after punk como por ejemplo Talking Heads ha sido recuperar viejas influencias que no estaban muy presentes en los últimos discos.
Tal vez, y no sé si será una opinión personal, en este disco es donde más te acercas a lo que hacíais The Tea Servants.
Steven Munar: Sí, por lo que te comentaba antes, la recuperación de esas influencias más after punk nos acercan más al sonido de los primeros The Tea Servants en algunos temas, como por ejemplo “Brasil” o “Trust”.
Con todo lo que está cayendo, supongo que uno no puede abstraerse de la realidad y para un creador inquieto como tú eso puede ser un condicionante para escribir desde un punto de vista más social, o por lo menos más de puertas para fuera.
Steven Munar: La verdad es que, siendo muy difícil abstraerse de la realidad en la que estamos, vivo en mi mundo. La inspiración viene dada en mi caso por motivaciones personales, luego sí es posible que alguna letra refleje algo más social o crítico como “Trust” o Hey hey hey (Re do it again)” del disco anterior.
Steven Munar: Sí, esta canción tiene dos partes muy marcadas y frenéticas; una primera muy en la onda funky del after punk (el punto más Tea Servants) y la otra con ritmos más brasileños y setenteros. Una canción muy de local de ensayo .
Tienes una versión muy personal del amor y sus diversas manifestaciones, o eso parece al escuchar temas como “She talks about the weather”, por ejemplo. ¿O sigues escribiendo básicamente desde la ironía?
Steven Munar: Me gusta que menciones esta canción, es una de mis favoritas y una de mis mejores letras del disco. Durante toda mi carrera en solitario la ironía fue relegada a un segundo plano y otros temas cobraron importancia; la espiritualidad, el amor, la trascendencia… Ha sido en este disco donde la ironía ha estado un poco de vuelta.
También se podría hablar de escepticismo y descreimiento en tu forma de describir sentimientos, no hay más que hacer una lectura correcta de tus letras o incluso quienes te seguimos en redes sociales podríamos dar fe de ello.
Steven Munar: Mi descreimiento no se refiere al amor, en el que sí creo fervientemente y por el que abogo, pero desde una posición más adulta, la adolescencia hace tiempo pasó... Mi escepticismo está enfocado en todo lo que rodee la política, la superficialidad de los tiempos que vivimos, las apariencias; la vanidad al fin y al cabo.
¿Temes que se malinterprete el mensaje de algunas canciones o crees que expresarse tan libremente como lo haces, con mensajes duros contra la democracia y el repunte de ciertas ideologías perniciosas?
Steven Munar: Siempre que escribes una letra hay la posibilidad de que se interprete todo lo contrario a lo que quieres expresar, forma parte del juego. Intento no autocensurarme a la hora de escribir. Cantar es para mí una terapia, una válvula de escape.
El equipo que te acompaña en esta grabación está compuesto por algunos de tus habituales colaboradores, como Jordi Farreras o Marc Tena, pero ahora has contado con el trabajo de gente prestigiosa como la propia Juliane Heinemann, a la que habría que hacer mención especial porque creo que debería ser más conocida y reconocida en nuestro país.
Steven Munar: Juliane Heinemann había formado parte de la Miracle Band en el disco “Time traveller” del 2013 como guitarrista y cantante. Hacía tiempo que no colaborábamos juntos y le propuse cantar en “Peach”, ella accedió encantada e hizo una interpretación fantástica. Sí creo que es una artista y cantante a reivindicar, con una sensibilidad única.
Con la implicación y excelente producción de un músico tan reputado como Román Gil, ¿crees que tu Miracle Band ha alcanzado por fin el estatus que merece?
Steven Munar: Román Gil es un músico y productor con un gusto exquisito y su trabajo ha sido fantástico. Ha ayudado a cerrar temas que llegaron un poco abiertos y ha hecho algunos arreglos increíbles. Un lujo.
Después de seis discos publicados con tu propio nombre y un prestigio ganado a pulso, ¿qué tiene que pasar en este país para que a un músico se le empiece a considerar un clásico?
Steven Munar: (Risas) Pues tal vez ya es hora.
¿Cómo os estáis planteando las presentaciones en directo de este disco? ¿Apelas a un formato reducido, como muchos otros solistas y bandas dada la situación actual, o hay expectativas de poder hacer presentaciones más completas?
Steven Munar: Tenemos ganas de hacer presentaciones por todo lo alto, con la banda al completo, el disco se lo merece. Vamos a ver cómo fluye todo y si la pandemia nos deja a todos un poco en paz. Vamos sobre la marcha.
Para terminar, una pregunta no por previsible menos importante. ¿Cuál es la mejor fórmula (al menos la tuya) para mantenerse en la brecha, sobre todo económicamente, para un sector cuya principal fuente de ingresos está siendo radicalmente cercenada?
Steven Munar: Tengo otra profesión que, dependiendo de la temporada cobra más protagonismo o no. Soy profesor de inglés y música, gracias a esto puedo ir viviendo.