Entrevista: Diego Vasallo


“Las canciones están plasmadas de forma cruda, directa y urgente” 

Por: Javier González 

La pandemia nos privó de disfrutar en todo su esplendor de la grandeza que encerraba “Las Rutas Desiertas” y por extensión de un Diego Vasallo que semanas antes del cierre total producto nos confesaba estar con muchas ganas de subirse a las tablas; lejos de amilanarse y perder las ganas, el artista donostiarra se dedicó a escribir, mucho y muy bien como nos tiene acostumbrados, dando forma a un puñado de composiciones viscerales y frontales que surgieron como la corriente de un río, bravas y súbitas, para dar forma a este “Caemos como cae un Ángel”. 

Un trabajo netamente rockero, interpretado sin edulcorantes, en pocas tomas y a degüello, emocional y reflexivo con pasajes oscuros y algunos más luminosos, donde hay hueco para el blues cenagoso y la intensidad parece ser la seña de identidad de otro álbum que no hace sino acrecentar la leyenda discográfica de un tipo sencillo y a la vez sin par. Dueño de una de las mejores carreras solistas que un servidor alcance a recordar por estas tierra y cuyos lanzamientos son sinónimo de celebración para unos pocos iluminados que disfrutamos recorriendo las carreteras secundarias de la vida de su mano. 

Hace unos meses con motivo de la reedición de “Canciones de Amor Desafinado”, ya anunciábamos que iba a ser un año importante para Diego Vasallo, con libro y el nuevo disco, “Caemos como cae un Ángel”. ¿Cómo te encuentras? 

Diego: Han sido dos años desastrosos para todo el mundo y en concreto para los artistas por la inactividad total. Personalmente he aprovechado este tiempo de parón para escribir. Imagino que ahora habrá aluvión de discos nuevos de todo lo que la gente ha escrito durante la pandemia. Hay ganas de presentar “Caemos como cae un Ángel” y también de hacerlo con “Las Rutas Desiertas” ya que no pudimos presentarlo. Comenzamos hace unas semanas en Madrid, hay siete fechas cerradas y se irán añadiendo más a lo largo de los próximos meses. Vamos a presentar las nuevas canciones dentro de un repertorio centrado en estos dos últimos discos, donde también entrarán composiciones más antiguas. 

Hablamos de un trabajo donde los temas tienen un desarrollo largo, grabadas arropado por banda y con una producción densa. ¿Parece que le has cogido el punto a esta forma de hacer? 

Diego: Realmente se podría decir que este álbum es como el cierre de una trilogía de discos. Comenzó en 2016 con “Baladas para un Autorretrato”, continuó con “Las Rutas Desiertas” y quizás se cierra aquí. Digo quizás porque no sé cómo será el siguiente trabajo, pero seguramente será más diferente. Ahora hemos seguido la línea de producción de los anteriores, dando una vuelta de tuerca más y abarcando otras influencias, grabándolo de una manera más directa que nunca. Se ha grabado de forma muy rápida, en parte debido a que no había presupuesto para más, además es una forma de hacer que venía bien a las canciones que han nacido de una forma un poco visceral. Quería plasmarlas de forma cruda, directa y urgente, de ahí el sonido rugoso y crudo, grabado con la banda tocando mientras canto. Las voces que suenan en el disco son casi todas primeras tomas, cantando a la vez que grababa la banda. Esa crudeza se refleja en el disco. 

“Algunas de estas canciones podrían formar parte de Cabaret Pop” 

Sin embargo, tengo la sensación personal que es un disco de unión entre el Diego Vasallo más crudo y el por momentos más cercano a Cabaret Pop. ¿Tienes esa misma sensación? 

Diego: Puede ser. Hay alguna canción, dos en concreto, me retrotraen a Cabaret Pop. En concreto me sugieren “Caemos como Cae un Ángel” y “Línea Directa” son canciones que perfectamente podrían haber estado en Cabaret Pop, con otro sonido, aquel era más limpio y con electrónica y reminiscencias setenta y ochenta en sonido. Podrían haber estado en el tercer disco de Cabaret Pop, puede ser perfectamente. Melódicamente, quizás la gran diferencia sean los textos, aquellos eran más pop y sencillos. 

Has vuelto a escribir unos textos poéticos, quizás de los mejores que has hecho últimamente, centrados en la experiencia, el dolor y a ratos en esa forma de buscar sin conseguir que es la vida. 

Diego: Es posible que sean de las mejores canciones en cuanto a letras que he hecho. Han nacido de una forma muy visceral, espontánea y torrencial, de ahí la duración. Los textos salían como solos, tienen esa impronta de estar sin cocinar, un poco crudos. Es verdad que tocan la temática habitual en mis canciones, el asombro, desconcierto y perplejidad ante lo que nos va sucediendo en el día a día, sobre todo en estos últimos tiempos. A veces da la sensación que los tiempos se acoplan a las canciones, ahora leo textos como “Que Todo se Pare” del 2016 que me sorprenden, no sé si ahora me hubiera atrevido a escribirla. Hablo de la incertidumbre, pasado y futuro, también de la nostalgia y hasta de esperanza, ya que hay rayos de luz entre las frases. Es un discurso frágil, precisamente por la fragilidad con que nos hemos visto en los últimos años. Nos hemos dado cuenta de lo precario que es nuestro mundo y lo fácil que es que se derrumbe de un día a otro. 

Musicalmente me ha encantado “Doce Campanadas”. 

Diego: Es de las canciones más rockeras del disco, es un trallazo guitarrero, puede retrotraer a grupos guitarreros de los setenta, ochenta e incluso noventa. Es una canción muy redonda de sonido áspero y crudo con una letra pesimista y oscura. Habla del desconcierto y de la falta de rumbo de alguien que está un poco perdido o que se ha perdido en el rumbo de su vida. Es una de mis favoritas. 

“Echo de menos las conversaciones largas y nocturnas con Rafael Berrio”

En “Aquellas Calles Tuyas” homenajeas a tu amigo, Rafael Berrio. ¿Qué has querido reflejar en esta canción? 

Diego: Es mi homenaje y recuerdo personal a Rafa. Tomando unas primeras líneas de canciones suyas en los estribillos he querido reflejar los recuerdos de nuestros encuentros de noche en Donosti, recorriendo las calles desiertas en invierno, buscando un último bar donde tomarnos una cerveza. Hay que decir que los bares en nuestra ciudad cierran muy pronto en invierno, no es que fueran las cinco de la mañana. He querido reflejar cómo le echo de menos en las conversaciones largas y nocturnas. Rafa era una persona de conversación interesantísima, amena, fluida y divertida. Era un gran conversador. Era un placer tener largas veladas con él, cenar y tomar unas cañas hasta la hora que tuviera que dar porque era una pena despedirse. Era un placer estar con él y su compañía. 

Vuelves a la carretera, secundado por banda, con varios discos de actualidad. ¿Por dónde pasa la selección del directo? 

Diego: Ha sido complicado, la verdad. Tengo muchas ganas de poner en marcha el directo. He optado por una banda reducida, cuarteto con un sonido de rock clásico y básico, bastante crudo, donde toco la guitarra acústica en algunas canciones. Es un trío muy sólido y potente. No es un directo de arreglos, sí una banda de rock clásica. Elegir el repertorio ha sido complicado. Me apetece presentar este disco y el anterior que se abortó cuando íbamos a empezar, también me gusta tocar canciones más antiguas, pero hay que contar con que el tiempo es limitado en las salas, donde no te permiten tocar dos horas. El concierto ronda la hora y media. Se han quedado canciones fuera que quizás la gente eche en falta, pero había que seleccionar. En los ensayos he ajustado el repertorio para tocar las que mejor se ajustaban al formato, quizás otras no quedaban tan solidas en un formato de rock. Es un sonido más eléctrico, potente, muy setentas en lo que a guitarras se refiere. 

Con tantas buenas canciones en tu carrera solista. ¿Te has planteado la posibilidad de grabar un directo? 

Diego: No lo descarto, pero no está planeado. Me gustaría dejar pasar el tiempo y afianzar la banda, es inevitable hacerlo a lo largo de los conciertos. Una banda con un número determina a su espalda gana, es un organismo que se afianza. Vas introduciendo cambios a medida que avanzan los conciertos. También me gustaría ver el sitio adecuado donde hacerlo con las condiciones adecuadas. Lo veremos. No estaría nada mal, la verdad. 

Enrique Morente decía algo similar, creo que no le gustaba salir muy ensayado, decía que las cosas se ajustaban con el rodaje. 

Diego: Las cosas se ajustan a medida que pasan los bolos. Me gustaría que la banda fuera esta que tengo con la incorporación de Fernando Macaya, creo que su guitarra encajaría a la perfección. Más adelante no descarto que se una a la banda. Sería la formación del disco en directo. 

Tampoco estaría mal un recopilatorio al uso desde la época de Cabaret Pop, quizás dividido en sonoridades afines. 

Diego: Podría ser, pero el problema es que algunas pertenecen a Warner, Subterfuge y otras a mí. Habría que hacer muchas gestiones. Warner tiene gran parte de mi repertorio, sería imprescindible acordarlo con ellos. Sería un proyecto bonito, no te digo que no. 

Recientemente también se ha publicado tu libro “El porvenir no llega, el pasado no importa”. 

Diego: Está recién editado. Se podrá comprar en alguno de mis directos. Es un libro que casi ha salido de casualidad, es más un encargo. Me lo encargó Fernando del Val, que dirige una colección en Difácil. Me propuso hacer un libro recogiendo cosas que ha visto en mis redes sociales. Es una especia de diario y cuaderno de ruta de un caminante observador que va recogiendo lo que observa en sus caminatas sobre todo urbanas, en terrazas de cafés, bares y trenes. Es un libro que funciona como cruce de géneros, a mitad de camino entre el diario, los aforismos y el poema en prosa, acompañado de fotos que tomo por la calle, sin más pretensión que plasmar los momentos cotidianos en que tomo apuntes. Es un libro ya disponible, debería estar distribuido por librerías habituales. 

Muchas novedades sobre la mesa, pero aún así no me resisto a preguntar por el próximo paso, ahora que parece que has cogido velocidad de crucero. 

Diego: Me quiero tomar mi tiempo en presentar este trabajo, cosa que no pude hacer con el anterior. Quiero tocar lo más posible, también tengo varias presentaciones del libro, estoy invitado a las ferias del libro de León y Valladolid. Me gustaría retomar mis proyectos de pintura, abandonados con el trajín discográfico, el directo y el libro. Llevo tiempo intentando retomarla, pero no lo he encontrado y me apetece dedicarle tiempo.