Entrevista: Casas y La Pistola


"Que sean canciones pop no significa que deban de ser simples"

Por: Kepa Arbizu

Fotografía: Despeina Dos

Procedente de esa Sevilla de ilustre tradición roquera, el veterano Jose Casas se ha encomendado en los últimos años al proyecto Casas y La Pistola, formación con la que presenta el último capítulo, "Padrino Buffalo 3", de una trilogía de igual nombre. Un colofón de extraordinaria calidad que envuelve con power-pop americanizado y new wave las historias de rica e inquietante lírica que definen al crisol de personajes que han deambulado por estos últimos discos. 

Un cierre al que se suma la participación de un plantel de acólitos de majestuoso nombre, sólo así se puede definir la presencia de José Ignacio Lapido, Chencho Fernández o Pablo Cuevas (Fusiles), quienes espolean todavía más la perfección de las composiciones aquí contenidas. Un resultado fascinante sobre el que resulta ineludible no ponernos en contacto con su autor para intentar desentrañar la biografía y antecedentes de este microuniverso construido.

“Padrino Buffalo 3” es el último capítulo de esta trilogía que empezasteis en 2018, ¿Desde aquel inicio tenías pensado que le seguirían dos capítulos más?

Jose Casas: Bueno, creo que fue a partir de "Padrino Buffalo 2" cuando decidimos que finalmente se iba a tratar de una trilogía. En esos momentos era más factible publicar EPs que un álbum, por lo que pensamos en hacerlo de esta manera.

El propio término de trilogía lleva aparejado un concepto de unión, de episodios conectados entre sí, ¿ha habido una clara determinación a la hora de componer de cara a respetar una cierta unidad?

Jose Casas: No hemos pensado en darle un carácter unitario, simplemente han sido el resultado de las colecciones de canciones que manejábamos en cada momento. Aunque si es cierto que cuando abordamos "Padrino Buffalo 1" lo enfocamos bajo la idea de que se tratara de un grupo de temas donde al concepto de “baile” estuviera más presente, y eso se nota en los arreglos o en los ritmos de la bases. Puede que nos rondase la idea de hacer cada EP con un tono diferente, pero cuando llegó el momento de trabajar sobre el disco "Padrino Buffalo 2" abandonamos esa idea y nos centramos exclusivamente en las canciones

De hecho, ¿las canciones de este tercer EP han sido escritas expresamente para él o provienen de otras épocas o de ideas anteriores?

Jose Casas: Todas las canciones de este ultimo trabajo han sido compuestas expresamente para este trabajo a excepción de "Galletas venenosas", que es un tema que compuse hace muchos años cuando militaba en Arden lágrimas y que solo se había grabado hasta este momento en maqueta.

En la decisión de abandonar ese tono "bailable" en busca de ritmos de power pop, de la new wave o rock clásico ¿cómo de importante supuso incluir una nueva guitarra en la formación?

Jose Casas: Es verdad que el primer EP tenía ese tono más bailable flotando a lo largo de todo el trabajo, y a raíz de la incorporación de Dani Losada a la guitarra, para "Padrino Buffalo 2", el sonido del grupo viró más hacia un entorno más guitarrero, al pasar a ser dos las guitarras de la banda. Es evidente que ese se nota, pero también debo decir que esas etiquetas que has mencionado siempre han estado presentes en mis proyectos musicales a lo largo de los años y de las diversas bandas en las que he estado.

Aunque Casas y La Pistola es tu proyecto personal, ¿cuánta implicación y relevancia adopta la banda de cara al resultado final del disco?

Jose Casas: El papel de La Pistola en el resultado final es determinante, ya he hecho algún disco sin banda y podría hacerlo de nuevo, pero sería totalmente diferente, me refiero a que aquí está el sello de todos y cada uno de los componentes de la actual formación, que aportan su forma de tocar y sus arreglos pero no sólo eso, en este disco hay composiciones de Dani Losada y de Julio Zabala, por ejemplo "Minuto de gloria" y "Gringo en Torreblanca"; igualmente hay parte de canciones que trajo Dani al local, con la música hecha, y que yo me encargué de crear una melodía y letra, siendo luego la banda al completo quien terminó añadiendo otros arreglos. Y luego "El sereno" surge de un tema que trajo nuestro teclista, Julio Zabala, a la que yo añadí melodía y letra y de nuevo todo el grupo en el local la trabajamos para darle los arreglos y el ambiente que nos gustaba. Es verdad que soy la cabeza visible del proyecto, y que me hago cargo de muchas de las tareas musicales y extramusicales, pero al final trabajamos como una banda.

Este disco me suena musicalmente especialmente nostálgico, ¿es algo buscado; significa el reflejo de un momento compositivo o estar ante el episodio más extenso, con ocho canciones, de la trilogía ayuda a construir un tono más global?

Jose Casas: Pues ha salido así de manera natural, son la cosecha de canciones que teníamos para este disco, muchas fueron compuestas durante el periodo de pandemia y dejamos que tomaran el camino que brotase al tocarlas en el local, ese pedigrí clásico no ha sido buscado. Y de hecho teníamos aún más temas en la preseleccién primera para este disco, pero finalmente nos quedamos con estas ocho, que es un número elevado de canciones para tratarse de un EP, pero no queríamos desprendernos de ninguna de ellas.

Canciones como “Flores de estiércol” o “El sereno” tienen un ambiente psicodélico, de ensoñación, ¿te interesan ese tipo de paisajes sonoros a la hora de acompañar ciertas historias?

Jose Casas: Si, me gusta mucho crear esos ambientes en las canciones, y es que no porque se traten de canciones pop significa que deban de ser simples. Vestir los temas con distintos trajes de arreglos es algo que siempre me ha atraído. Es una de las cosas que más me gusta del pop, ese lienzo infinito que te proporciona para llenarlo con tu música, además a todo eso siempre me gusta sumarle la presencia del guitarreo. 

En esta canciones hay un crisol de personajes que ejemplifican lo que se suelen llamar “perdedores” o cuanto menos perfiles alejados de esa “calle principal?, ¿te es más inspirador esos lugares menor recorridos y recurrentes para explorar el alma humana?

Jose Casas: Por supuesto, pero no sólo para mí, la literatura o el cine  también están repletos de ese tipo de “outsiders”. Junto a esa visión, me atrae la idea de mostrar una galería de personajes que pasan delante de nuestras narices de manera anónima y que al escarbar en su historia nos descubren un universo diferente, reflejar ese punto de vista desde la esquina de la realidad.

A la hora de ilustrar esos curiosos ambientes que recreas, ¿tienen más de observación realista de lo que te rodea; acudes a la experiencia autobiográfica o es resultado de la imaginación y la inventiva?

Jose Casas: Siempre me han catalogado bajo mi querencia por el surrealismo, y debo admitir que me gusta esa corriente artística, ya sea en la pintura, la literatura o el cine. Cuando escribo las letras pienso más como un director de una película,  aunque muchas veces se cuela alguna experiencia autobiográfica, que luego la mezclo con esas dosis de surrealismo para que el resultado final tenga un determinado atractivo.

Alternas ritmos enérgicos como “Minuto de gloria” o “Tren fantasma” con otros más melancólicos o pausados como ese “Flores de estiércol” o “El sereno”, ¿el tipo de historias que quieres desarrollar te marcan la dirección musical de una canción o son conceptos independientes?

Jose Casas: De forma involuntaria el tipo de canción me dirige hacia un tipo de historia determinada, ya te dije, soy peliculero y me imagino las historias que pueden contener tal o cual música al oírla. De todos modos también ha habido situaciones en las que una letra previa ha propiciado un tipo determinado de música posterior que la acompañe, pero en mi caso es más frecuente el primer caso.

El disco llama la atención por el número y la calidad de los colaboradores, ¿la decisión de contar con ellos responde a una manera de acabar por todo lo alto la trilogía o ha sido algo que ha ido surgiendo naturalmente?

Jose Casas: Surgió de una reunión que tuvimos toda la banda cuando andábamos enfrascados en la producción de este trabajo. Las canciones estaban ya grabadas, estábamos terminando de realizar los arreglos y pensamos que sería un plus contar con tan ilustres colaboradores.

Al contrario que otras colaboraciones que estamos acostumbradas a ver, en este caso las canciones encajan a la perfección con las características de cada uno de los invitados, ¿buscasteis al colaborador idóneo para cada tipo de canción?

Jose Casas: Al estar los temas prácticamente ya terminados pensamos en los nombres de los colaboradores y la canción que le podría venir bien al estilo de cada uno, luego el resultado nos ha ofrecido un poker de acierto total. Incluso alguna gente nos ha comentado si eran realmente canciones originales de esos artistas por lo bien que les encajaba, pero no, ellos sólo se sumaron a lo que ya había, aunque eso sí, se acoplaron de una manera genial, el resultado está a la vista de todos...

Tengo entendido que la idea, si es posible, es la de publicar un disco único que recoja canciones de los tres EPs, ¿desde el principio habéis visto esta trilogía como un disco largo dividido en partes o ha sido a posteriori cuando habéis visto la posibilidad de juntarlas?

Jose Casas: Si, esa es nuestra idea, siempre que encontremos alguna compañía que quiera editar un recopilatorio que recogería este último EP al completo y que se complementaría con los mejor de los otros dos anteriores, hasta el máximo de duración que nos permita un vinilo. Pero la idea surgió cuando estábamos terminando este "Padrino Buffalo 3". Ojalá se puede llevar a cabo, ¡se admiten ofertas!

Con la llegada del final de la trilogía, ¿significa también el final de una etapa musical para la banda o son cosas que no están relacionadas?

Jose Casas: Eso no lo sabemos aún, la verdad es que llevamos ya mucho tiempo sacando trabajos desde el ingrato lado de la independencia total, y el negocio es cada vez más desagradecido con los músicos. Es agotador sacar un nuevo disco: meses de composición, grabación, edición, montaje para que luego, con el modelo actual de consumo de la música, el trabajo esté amortizado y pasado de moda en un mes.

En una de las canciones dices: “No me ganareis / No me cansaré de nadar en los charcos. / Tocaré un himno para ti”. ¿Te ves identificado en el plano musical con ese tipo de personajes que tienen que lidiar con la cruda y, tantas veces, injusta realidad? 

Jose Casas: Es una tarea bastante ingrata, desde luego... Una vez leí que a los que llevamos este tipo de trayectoria musical  tan larga, los catalogaba como una especie de francotiradores, que desde su atalaya hacían  la guerra por su cuenta. A veces nos podemos sentir así. Son muchos años ya, y puedo decirte que el placer y lo gustoso de crear nuevas canciones, nueva música, se renueva, pero cada vez pesa más esa lucha constante por seguir funcionando con un mínimo de dignidad, no hablo ya de hacer extensas giras y ser número uno, que a todos nos gustaría, pero sabemos que para la industria de la música, las bandas de todo tipo de estilos de guitarras están fuera de su plan de negocio. Hace ya muchos años sacamos un álbum llamado "Memorias de una pistola invisible", han pasado años ya de ese trabajo pero ya ahí estaba reflejado ese sentimiento de invisibilidad.