Por: Javier González.
Éramos muy conscientes del talento que Nat Simons posee, lo lleva demostrando desde aquel inicial “Home on High” con el que tanto sorprendió a propios y extraños, ganándonos para su causa desde primerísima hora; sin embargo no teníamos ni idea de la enorme determinación con que iría desarrollando su carrera, no solo grabando bonitas canciones y elaborando discos notables, sino también sobreponiéndose a las trabas del mundillo musical y a una inoportuna pandemia con estrategias vehementes, valientes, quién sabe si aparentemente suicidas y, sobre todo, qué duda cabe, planteando trabajos llamativos como este “Felinas” que hoy nos ocupa, que en sí mismo es toda una declaración de intenciones.
Porque mucho nos tememos que “Felinas” no es solo un álbum más, sí, de acuerdo, es música, muy buena, por cierto, pero más allá de eso, hay en este conjunto de temas propios y ajenos un mensaje reivindicativo que mira al pasado, presente y futuro de la música hecha por mujeres; un acto de justicia y una demostración palpable, por si a alguien no le queda claro todavía, que siempre ha habido chicas rockeras capaces de componer e interpretar canciones mayúsculas, atemporales y potentes que siguen formando parte del imaginario colectivo, igualando y en muchos casos superando a la categoría de las que facturaban sus homólogos masculinos.
El disco es en sí mismo toda una celebración donde se dan cita un puñado de amigas de sobrado talento natural -también aparece algún amigo, puesto que queda acreditada la participación de miembros de bandas que son sinónimos de buen gusto y calidad como Los Estanques y Rufus T. Firefly- para interpretar temas del cancionero de Nat y versiones escogidas de Blondie, The Runaways, Patti Smith y Luz Casal; a priori la nómina de invitadas hace pensar que nada puede salir, como así ocurre, porque en este caso se nota que las colaboraciones son naturales y fluyen, cuánto mal han hecho el mainstream y las compañías a algo tan natural y bonito como es el tema de los duetos.
Si hay algo a destacar en este “Felinas”, por si lo citado anteriormente no fuera suficiente, es lo acertado de la producción de las canciones, destilan fiereza y fuerza, supurando un rock que va desde la actitud cañera a la sensualidad glam, con ramalazos de pop enérgico y amagos progresivos cerrando con pasajes más clásicos; todo ese catálogo se despliega desde la inicial “Queens of Noise”, donde participa la enorme Cherie Currie de The Runaways dejando su impronta setentera de la costa oeste americana, “Déjalo Ser”, en la que otra mujer de armas tomar como Vega y la colaboración de Rufus T. Firefly hace que la canción vuele directamente a otra dimensión, apoteósico ese cierre inesperado, lleno de furia, que enlaza a la perfección con “Llámame” su adaptación del “Call Me” de Blondie, en las que las chicas de Repion dejan claro su buen tino, en una composición que a priori pudiera parecer evidente, pero cuyo paso al castellano con acertado enfoque borra cualquier atisbo de familiaridad.
Simplemente brutal nos parece la reinterpretación de “No me Importa Nada” al alimón con la preciosa voz de Anni B. Sweet y con la mano de fondo de Iñigo Bregel, todo un desafio del que salen más que victoriosas y que seguramente haya encantado a Luz Casal, otra de nuestras jefazas; no se queda atrás el intimismo que destila “Pequeña Guerra Estelar” en un cara a cara épico entre Nina de Juan y Nat, abriéndose paso, fundiendo el rock y el góspel en otro auténtico trallazo.
De fondo aparece otro clasicazo “La Noche es”, ya saben, “Because the Night”, a priori puede volver a resultar un tema poco sorprendente, pero cuando arranca el teclado y al instante aparece la voz de Aurora Beltrán, qué demonios, todo se va al garete. Esa guitarra afilada, la base rítmica y unas castañuelas, otro golpe directo al mentón que sabe a pura genialidad, invitando a redundar en lo dicho más arriba, seguro que la buena de Patti Smith esbozaría una sonrisa al escuchar esta adaptación.
A pura sensualidad sabe “Televisión”, glam arrastrado y fuego en la piel, con una interpretación que retrotrae al “Hot Love” de T.Rex en la que brilla muy alto la alcarreña de oro, Eva Ryjlen, cuyo nuevo disco de próxima edición esperamos con enormes ganas, pues su talento y descaro siempre están fuera de toda duda; “Extraña Religión” sabe a rock sureño, una de nuestras favoritas de toda la discografía de Nat en la que se hace acompañar de otra grande como es Rebeca Jiménez.
La recta final comienza con la reivindicativa “Ley Animal” de las más crudas de la colección, donde es acompañada por Miss Raisa, quien sale de su zona de confort para interpretar un tema que le sienta como anillo al dedo, cerrando la colección con “Macabro Plan Galego”, junto a Spooky Velvet, mezclando gallego y castellano en un rock de hechuras clásicas que al terminar solamente te deja con ganas de más minutaje.
“Felinas” es un paso más, siempre adelante, en la carrera de Nat Simons. Es un trabajo reivindicativo y valiente, una forma de agradecer a las que estuvieron presentes cuando ser mujer no era nada sencillo en este mundo, dejar patente que hay muchas que hoy están y que si están es porque tienen talento y cosas que contar, y un mensaje para las que van a venir, un, “no vais a estar solas”.
Pero además, “Felinas” es una forma de reivindicar grandes canciones, casi todas autoría de Nat, de jugar con ellas y demostrar que en su paleta hay un rock de amplias miras siempre bien entendido e interpretado con categoría, que por último encierra un mensaje muy punk, una suerte de “Do it yourself”, porque cuando las cosas se han puesto feas, la artista madrileña ha redoblado esfuerzos, cogiendo las riendas de su carrera con más fuerza, acercándose a sus fans, proponiendo un “crowdfunding” y demostrando creer en un proyecto que a partir de este disco debería crecer y crecer.
La primera cita de presentación tendrá lugar en la sala del Wizink Center el 24 de febrero, en un concierto donde estarán gran parte de las colaboradoras de “Felinas” y se contará con la presencia de amigos como Loquillo, Igor Paskual y José Ignacio Lapido para la ocasión, una cita ineludible que no te deberías perder.
