Por: Àlex Guimerà.
Si nos ponemos a hacer una lista de leyendas del Soul de los años sesenta que estén vivas, ésta quizás se limitaría a una docena de nombres (Stevie Wonder, Al Green, Martha Reeves, Diana Ross…). Pero si de esta nómina queremos ver cuántos de ellos siguen publicando nuevos álbumes de estudio, la lista es posible que quede reducida a dos nombres: Smokey Robinson (quien ha publicado este 2025 “What the World Needs Now”) y Mavis Staples.
Nacida artísticamente en el seno de los maravillosos Staples Singers, junto a su padre y hermanas desplegó su Góspel por los turbulentos años sesenta a la vez que se erigía como activista y luchadora por los derechos civiles al lado del mismísimo Martin Luther King. Más tarde arrancaría una carrera en solitario que ha sobrevivido a los cambios sociales, artísticos y tecnológicos. Aún así, ella ha permanecido indemne al paso del tiempo y ha conservado esa alma pura y una voz celestial. Si en los años ochenta tuvo a Prince de productor, en el nuevo milenio ha optado por músicos como Ry Cooder, M. Ward o Jeff Tweddy para refrescar sus lanzamientos discográficos. Su última referencia data del 2022, cuando rescató su colaboración con el añorado Levon Helm bajo el nombre de “Carry On”, grabada originalmente en 2011, por lo que en realidad sus últimas grabaciones son las de “If All I Was Was Black”, que hizo junto a Jeff Tweddy en 2017 en busca de cierta modernidad y riesgo que aportar a su sonido clásico, un intento que terminó de forma irregular.
Para este año Mavis ha optado por una producción mas discreta a cargo de Brad Cook (Bon Iver, Ani Di Franco, His Golden Messenger), quien ha puesto el foco en la propia solista y ha buscado un sonido Soul clásico. Sin embargo, las canciones de “Sad And Beautiful World” son casi todas versiones, aunque no por ello suenan impersonales ya que Mavis las lleva a su terreno y las emplea para expresar su visión del mundo actual. Además de ser todas ellas compuestas por músicos de otras generaciones distintas a la suya.
Es lo que vemos de inicio con “Chicago”, de Nick Cave, que suena bluesera y aguerrida. Más relajada se pone en esa “Beautiful Strangers” de Kevin Morby que lleva hacia su universo sonoro. El mensaje sigue con piezas como “We Got To Have Peace”, de barrocas guitarras, “Human Mind”, con esos vientos tan sutiles como maravillosos, “Hard Times” y su mensaje esperanzador de lucha y resilencia, y la que titula el disco, que aterriza ceremoniosa y misteriosa a la vez.
Mavis nos trae también un clásico como “Anthem”, de Leonard Cohen, (perteneciente al disco “The Future”, de 1992) que nos susurra cálidamente mientras la poesía se desliza entre la tenue instrumentación. ¿Qué decir de “Satisfied Mind”? Simplemente que es puro Soul, de esas canciones que van directas al corazón. El viaje concluye con una “Everybody Needs Love” de Eddie Hinton, en la que la pequeña de las hermanas Staples nos manda uno de esos mensajes tan directos del género musical al que pertenece junto a nombres como Otis Redding o Aretha Franklyn; y lo hace apoyándose por un órgano hammond, unas guitarras Country y los coros de Bonnie Raitt.
Precisamente ese es uno de los valores añadidos de “Sad And Beautiful World”: contar con colaboraciones de súper lujo (¿quién se puede resistir a tal leyenda?), de entre las que destaca la de otro superviviente, en este caso del Blues, Buddy Guy, también lúcido este 2025 con la publicación del fabuloso “”Ain’ t Done With The Blues”. Pero igualmente participan otros como la mencionada Bonnie Raitt, su ya habitual Jeff Tweedy, MJ Lenderman y Justin Vernon (Bon Iver).
Parece mentira que a sus 86 años, habiendo vivido la vida que ha vivido, habiendo tenido la carrera que ha tenido, Mavis Staples mantenga ese nivel vocal y nos llegue a emocionar más que nunca con este nuevo trabajo que transpira sinceridad, pasión y altas dosis de reflexión ante este mundo en el que nos ha tocado vivir, que a menudo nos pone tristes pero que también puede resultar muy hermoso.



