Julian Casablancas Phrazes for the Young

Last night, she said: Oh, baby, don´t feel so down…”, nos alentaban The Strokes en su tan conocido tema, Last nite, hace ahora algo más de ocho años. Hoy no tendremos ocasión para derrumbarnos; The Strokes no se separan, aunque su vocalista, Julian Casablancas, ha decidido que los proyectos paralelos no son, al fin y al cabo, tan descabellados.

Phrazes for the Young, que así se llama el álbum, ha dado un giro al garage rock de la banda estadounidense que nos pudo transportar a épocas de oro regentadas por Television, o susurrarnos al oído nombres tan sugerentes como el de Lou Reed o John Cale en la fugaz The Velvet Underground, para convertirse en una perla ambivalente. Una pequeña perla en nuestro tazón de cereales que, después de todo, no se ha alejado tanto del magnífico collar que forman The Strokes al completo.

No bastará con echarle un vistazo para que deseemos devorarlo en tres cucharadas. Tendremos que dar unos primeros sorbos a la leche hasta que la perla llegue a nuestros labios y atraviese nuestro gaznate. El trabajo nos abre sus puertas con Out of the blue, un corte perfecto para poner a todo volumen mientras nos vestimos antes de salir la noche del viernes para reventar nuestros oídos. Podremos degustar maravillas tales como el solo de guitarra de 4 Chords of the Apocalypse, al más puro estilo Brian May, alguna más frenética como River of Brakelights, que bien podría incluirse en el repertorio de la banda del genio de los Strokes.

Melodías bien diseñadas y pulidas como en Tourist parecen llevarnos de la mano por las calles de Manhattan, con una sensibilidad tan soberbia y una contundencia tan aplastante que creeremos tener ante nosotros un sofisticado híbrido entre poesía y rock. ¿Ludlow St. les sonó a country? ¿Qué se vieron en una vieja tasca bailando borrachos con mujeres de mala vida? Sí, yo también he sido embaucado por los encantos de Phrazes for the Young. Yo también he sido camelado por Julian Casablancas.

Por: Saúl Fernández Blanco