Con el destino marcado, Zahara

Muchos tuvimos conocimiento de la existencia de Zahara allá por principios del verano de 2009, cuando comenzábamos a escuchar aquello de “Sólo llegué a ver salir aviones, confío en ir volando en ellos...” poco o nada sabíamos de esta chica que comenzaba a sonar a nivel nacional gracias a que su canción se colaba en nuestras casas en las sobremesas de septiembre. Pronto su nombre comenzó sonar en los mentideros musicales. Algo pasaba con una pequeña y hermosa chica de Jaén que escribe canciones, a primera vista, un tanto cursis, pero que si le prestas atención corres el riesgo de quedar completamente seducido por su talento.
Tras la edición de su disco La fabulosa historia... y el arranque de su gira Z iba demostrando persona a persona en cada concierto, en cada entrevista, en definitiva, en cada aparición, que poco o nada tiene que ver con las etiquetas de cantautora, folk-singer y demás. Al conocer por encima su historia nos quedaban muchos cabos sueltos y teníamos mucha curiosidad por saber de dónde viene, que es lo que hace, como lo hace, y por supuesto, hacia donde va su camino.

¿Desde cuando escribes canciones?,¿ Cual es tu primer recuerdo componiendo?
Desde que soy muy muy pequeña. Me recuerdo con once años escribiendo canciones, copiando melodías de otras y cambiándoles la letra, pero vamos, la primera canción que hice más seria - si es que con esa edad puede ser serio- fue con trece o catorce años. Aburrida de tocar estudios de guitarra para el conservatorio me puse a inventarme una letra sobre unos acordes. Así salió "Una palabra" mi primera canción.

Eres licenciada en magisterio musical por la Universidad de Granada ¿Cómo fue el compaginar la carrera con concursos, ensayos y, además, estar fuera de tu ciudad?
Bastante fácil, de hecho mi carrera tiene mucho que ver lo que hacía. En mi clase casi todo el mundo se dedicaba a algo artístico de alguna manera. De hecho montamos un musical que representamos en varias ciudades. Fue divertido y aprendí mucho, no sólo sobre enseñanza, si no sobre mi misma. Me ayudó bastante a hacer canciones y además, formé un dúo de jazz con uno de los chicos de mi clase, Aure Ortega.

Muchos cuando comenzamos a escuchar tus canciones pensábamos que este era tu principio, que eras demasiado joven como para traer un bagaje de peso, pero en realidad La fabulosa historia no es tu primer álbum, ya autoeditaste Día 913. ¿Qué es ese disco y que significó para ti?
Ahora lo pienso y me parece que han pasado millones de años entre uno y otro. Ese fue un disco, como dices, auto-editado en el que plasmé las vivencias de los últimos años. Era una forma de reencontrarme conmigo misma. Me sirvió para centrarme, ya que ese disco es muy ecléctico. Recogía temas con influencias del jazz, de la canción de autor, del funk, del pop... Aunque era un compendio de ideas no muy bien relacionadas, finalmente me sirvió para marcar un antes y un después. Un momento de reflexión que ayudó a definir lo que soy ahora.

Después formaste junto con Alfonso Alcalá y Pablo García, ZaharaEléctrica. ¿Con esta formación te acercas claramente al Pop-Indie, salís a tocar por prácticamente toda España compartiendo escenario con mucha gente muy importante en la música, ¿Cómo viviste este pequeño gran paso adelante?
Fue decisivo. Ahí empecé a centrarme, como te digo. Unirme a Alfonso y Pablo me sirvió para comprender la esencia de la música que escuchaba y que veía en directo para tratar de hacer algo parecido. Hubo gente que no entendió este cambio y que prefería verme en acústico. La verdad es que era muy distinto, pasar de la española a coger la eléctrica y ponerme a pegar gritos con Pablo detrás... Fue muy fructífero y sirvió para marcar ese camino en el que ahora me encuentro.

Es entonces cuando conoces y comienzas a fraguar cierta amistad con grupos como StandStill, Love of Lesbian, Miss Cafeína, etc. ¿Cambian mucho las cosas para ti?
Conocer a estas bandas lo ha significado todo. Pasé mucho tiempo, como has visto, buscándome. No tenía claro que quería hacer, no sabía qué me gustaba, pero de pronto empecé a escuchar grupos que hacían lo que yo tenía en la cabeza y que era incapaz de expresar. Sirvió para sintetizar mis ideas, tener un referente al que acudir cuando me encontraba vacía. Llevo tres, cuatro años escuchando este tipo de música donde realmente me encuentro a gusto y salen canciones distintas, más directas, menos artificiales, más rabia, dolor y euforia.

Y al fin Zahara sin más, sola aunque acompañada pero Zahara, ¿Cómo se formó los chicos fabulosos y como fue todo el recorrido hasta dar con Universal y grabar La fabulosa historia?
Cuando por fin encuentras un lugar en la música donde estás bien, no quieres abandonarlo. Los chicos fabulosos son la banda que he formado en Barcelona. Continúa conmigo Alfonso y además se han unido Xavi Molero (batería), Dani Vega (guitarrista) y Narcis Corominas (teclista). Me siento en una familia con ellos. Entienden las canciones y potenciamos las que tienen sin diferenciar formatos. Las que son íntimas lo son y las que son agresivas, son agresivas. Unifiqué ideas, sonidos y la banda en directo, suena, exactamente a lo que quiero que suene.
Universal me vio precisamente en uno de esos cambios. Me pilló con dia913, con zaharaeléctrica y vio la evolución. De hecho, quisieron seguirme y ver hacia donde iba. Cuando estuvo claro mi estilo y lo que quería entonces decidimos grabar La fabulosa historia.

El hecho de haber grabado con anterioridad un álbum auto-editado y pasar a trabajar con una multi supongo que será un cambio bastante notable a la hora de trabajar y sobre todo de repercusión mediatica. ¿Cómo valoras la experiencia de las dos grabaciones? ¿Qué diferencias encuentras entre los dos modos de grabar?
Obviamente son maneras muy distintas de enfrentarse al trabajo de la música, pero a pesar de estar en una discográfica he tratado de no perder el control de las cosas más pequeñas como son la relación directa con mis fans o los videos que subo a myspace. Es cierto que ahora tengo más repercusión mediática y soy más popular, pero sigo relacionándome con la gente que me sigue directamente y tratando de hacer todo lo que puedo yo misma. Es complicado, duro y sacrificado, pero merece la pena no perder el control absoluto de lo que haces.

Ricky falkner, Carlos Jean, Santi Balmes, etc, etc, ¿La grabación debió ser como un sueño que se convierte en realidad no?
Totalmente. Estar rodeada de gente a la que admiras y que valora tu trabajo es maravilloso. Es una de las mejores experiencias que puedes tener. Ricky es como una extensión de mi misma. No solo es mi mejor amigo, si no la persona en la que confío profesionalmente. Conocer a Carlos es un regalo. Es un apasionado de su trabajo y siempre está dispuesto a dar lo mejor de si mismo. Realmente, un privilegio conocer y trabajar con ambos.

Y después... de gira, de promo, la vuelta ciclista. ¿Cuántos conciertos hiciste en la primera parte de la gira? Y ¿Cómo viviste la vorágine que envolvió la publicación del álbum?
Bueno, es que tampoco cambió tan radicalmente mi vida. Más bien fueron un cúmulo de circunstancias que se fueron sumando y generaron algo que aún esta creciendo. creo que lo más interesante de todo esto es que las cosas siguen sucediendo con calma. Hemos tratado de tener el mayor número de conciertos posible. Para mi, tocar es lo más importante, así que no he querido parar de hacerlo. Creo que el año pasado fueron más de cincuenta conciertos y este llevamos ya unos cuantos también.

Colaboraste con Raúl Bernal (Jean Paul), con Swann, te hemos visto tocar con Alex Ferreira, Miss Cafeína, Quique González, Sidonie, por poner algunos ejemplos. ¿Qué sientes al rodearte de talentos e este calibre?
(Risas). Todos queremos estar con todos, creo. Cuando trabajas en la música acabas rodeándote de gente a la que admiras. Componer y subirse al escenario es algo tan sensible que cuando encuentras a alguien con una visión parecida, quieres compartir lo que haces. Es bonito, y en ese sentido soy una privilegiada por haber compartido escenario, canciones y backstages con músicos que para mi, son un referente.

También apoyas causas benéficas, te hemos podido ver el conciertos por la lucha contra el VIH o ahora en ayuda a las víctimas del desastre de Haití. ¿Cómo valoras estos conciertos benéficos?
Los artistas tenemos la responsabilidad de utilizar nuestra imagen para conseguir mejores cosas. Participar en este tipo de actos hace que sean más vistosos y llamen más la atención, más personas estén interesadas y finalmente se consiga más difusión. Es importante colaborar con estas causas y que cada vez más gente se una a ellas. Por desgracia, no paran de suceder desastres en todas partes, qué menos que ayudar con lo que mejor sabemos hacer que es subiéndonos a un escenario.

¿Hay alguna red social en la que no estés? ¿Cómo utilizas estas herramientas?
(Risas) Creo que no, aunque el otro día me nombraron una que no sabía que existía pero salvo ese, creo que estoy en todos (Más risas). Las redes sociales son maravillosas, te permiten estar en contacto con quien te valora y eso es muy poderoso.

¿En que te benefician?
No entiendo el artista que se mantiene al margen de quien siente aprecio por él. está claro que no me haré amiga de todos los que me siguen, sería físicamente imposible, pero conocer, prestar atención, saber algo de la persona para la que canto siempre es positivo.

Hoy en día con las facilidades que nos brinda internet cualquiera de nosotros podría ser fan de cualquier banda del mundo y escuchar sus discos, sus caras B, sus rarezas en un instante sin salir de casa. Internet abre muchas puertas, pero las compañías parece que no opinan igual, ¿Cómo ves estos cambios en la música actual en cuanto a formatos?
Me parece estupendo que tanto público como músicos tengamos acceso directo a la música. El nivel cultural del público se ha multiplicado y el de los mismos músicos. Eso es algo de los que todos nos beneficiamos. Pensar que estar en internet es perder dinero es el error más enorme que cometen las grandes discográficas. Cada vez hay más ejemplos de gente que lo hace bien. Todo es saber usarlo, conocer como funciona y aliarse del que en principio, parece ser el enemigo. nada mas lejos de la realidad!

¿Vas a comprar a las tiendas o prefieres utilizar internet y las descargas?
Prefiero comprar en Itunes por la inmediatez que tiene. Pienso en un disco y lo compro. No tardo más. Hay algunos discos, como el de Standstill por ejemplo, que me muero por tener físicamente, pero otros que sé que solo voy a escuchar en mi ordenador así que, como no suelo tener mucho tiempo para ir de compras, lo pillo directamente en internet.

¿Qué discos has comprado últimamente?
Uno de los últimos discos que he comprado ha sido el de Nueva Vulcano, en vinilo precisamente y sé que los próximos serán el de Standstill como te he dicho y el de María Rodés.

¿Ipod, CD, vinilo?
Depende del momento. Nunca había tenido tocadiscos. No hace mucho un buen amigo me regaló el último de The New Raemon y pensé "es el momento". Mis padres me lo regalaron y la verdad, el momento de sacar el disco, mirar la portada, colocarlo y escucharlo entre ese crujir constante me parece delicioso, pero es cierto que la mayoría de las veces escucho la música en mi Iphone.

¿Qué es “Las tardes de verano son para los chicos que comen pipas”?
Es un blog donde escribo ideas, pequeños relatos, adelanto letras de canciones y reflexiono en voz alta. No tiene ninguna pretensión comercial, por supuesto. Sólo es algo pequeño para mí y algunas personas que tienen las mismas inquietudes.

Y comienzas la segunda parte de la gira ¿Cual es el objetivo de esta?
Ir a ciudades que se nos quedaron pendientes en la primera y redireccionar mi proyecto hacia donde va el siguiente disco. Una estética más oscura, canciones nuevas, disparos de confeti, una nueva visión de los temas del disco... Tenía ganas de seguir tocando pero quería ofrecer alguna cosa más. Ahí estamos. Cada gira es una oportunidad de hacer mejor las cosas y aprender. En el camino estamos.

Habrá que hablar de los premios ¿Qué sensaciones tuviste al recoger el premio al mejor artista revelación?
Creo que no fui consciente hasta el mismo momento en que subía las escaleras y me enfrentaba a toda ese gente sentada en sus asientos de que estaba recogiendo un premio de la música y de la trascendencia que tenía. Lo importante que es a nivel personal, sobre todo. Como si fuera una meta, como si realmente fuese un Premio por tanto esfuerzo, tanta dedicación y perseverancia. No sé porqué me lo dieron, pero yo me lo tomo así.

¿Qué es lo que hace que que te sientas completa al dedicarte a la música?
Vivir de la música trae tantos disgustos que hay momentos que me dan ganas de hacer cualquier cosa menos ésta, pero ahí está el escenario, haciendo que todo cobre sentido, que sea maravilloso, que me de fuerza, energía, ganas de seguir. Hay conciertos preciosos donde la gente está atenta de principio a fin, cantando bajito, emocionándose conmigo... Ahí dices, para esto lo hago, esto es lo más grande que se puede sentir en la vida.

¿Tienes algo en mente para la continuación de La fabulosa historia?
Habrá bastantes. La fabulosa historia... responde a un momento optimista. Recopila canciones que formaron la banda sonora de unos años y me quedé con las que más me gustaban. Ahora estoy en otro lugar. Tal vez, más retrospectivo e íntimo, más triste, nostálgico... podría decirse. Estoy escribiendo sobre cosas que viví hace tiempo y es la primera vez que no escribo sobre lo inmediato. De ahí que al final siempre salgan cosas dolorosas, no digeridas del todo. Pero bueno, habrá momentos de luz, de eso no me cabe ninguna duda, aunque también habrá mucha rabia, muerte y desvanecimientos. No digo más.

No lo hagas... Muchas gracias por todo Zahara. Eres más maja que las pesetas.
¿Quien?, ¿Yo?, ¡Anda ya! (Risas). Gracias a vosotros.

Por Iván González
Fotos:John Coogan