El pasado viernes acudimos hasta “El Sol” para comprobar las bondades del directo de Dinero, había llegado la hora, el día más importante en la corta trayectoria del grupo, el momento en que una banda se la juega, el instante en que se empieza a decidir si serán “todo o nada”.Volvían a nuestra ciudad, la suya por adopción musical y en esta ocasión lo hacían, con casi todo el papel vendido, en una de las sala más míticas de Madrid. El viernes noche se torno en la prueba de fuego para saber si Dinero estaría entre las bandas a tener en cuenta o no.
Sobre las once de la noche aparecieron sobre el escenario los tres componentes de la formación, enchufaron guitarra y bajo y a partir de ahí nada en el interior de la sala fue igual. El silencio se quebró a base de decibelios y de actitud, en el directo de uno de los tríos que con un poco de suerte más estará dando que hablar de aquí a poco tiempo.
Abrieron su concierto con “El Momento Perfecto”, los primero latigazos de la guitarra, así cómo el ritmo trepidante d
e la batería anunciaban algo, allí había concierto y de los buenos. Su actuación fue una sucesión de temas a cada cual más enérgico a el “Momento…”, le siguieron “Que más Da”, “UUAA”(Utópicos Anónimos), “Duelo de Titanes”, canción que no se encuentra en su primer trabajo, pero si en su maqueta.Para entonces Dinero ya tenía a la audiencia en su bolsillo, un público que en su gran mayoría conocía todas y cada una las canciones del trío. Un público que sudó, chilló y bailó casi tanto cómo los miembros de la banda, señal inequívoca de que tanto los de arriba, cómo los de abajo estaban disfrutando.
Lo cierto es que durante toda la actuación el grupo dio una lección magistral de lo que debe ser un trío, el secreto radica en la fuerza y en dejarse todo encima del escenario. Destacaremos dos instantes de la noche, el primero de ellos llegó cuando interpretaron “En Invierno”, un auténtico hit, un trallazo en toda regla. En ese momento, la gente comenzó a bailar cómo poseídos por el ritmo de la canción e incluso de entre el público emergió un cartel en el que se podía leer “Temazo”.
El siguiente hecho a mencionar ocurrió al final de “Vaya Panorama”, todo “El Sol” coreaba al unísono aquello de “Nananananananara”. La impresi
ón no era la de estar viendo a una banda “joven”, sino a todo un grupo con años de experiencia y una buena legión de fans.Cerraron su actuación con “El Fin del Mundo” y “Saboreal”, tras ellas una rotunda y cerrada ovación que certificaba el triunfo de Dinero en “El Sol”. No sólo habían salido indemnes de su día “D” sino que además, se postulan cómo uno de esos grupos a tener en cuenta dentro del panorama musical.
Texto: Javier González
Fotos: Iván González
