Madrid, Sala El Sol, 4-05-2010Fin de semana de acontecimientos en la capital, por un lado el macro festival organizado a las afueras de Arganda y por otro, una nueva visita de estos trovadores de la música americana. Una vez más acudiríamos a su llamada, que no es otra que la de música de calidad hecha con sentimiento.
El dúo continúa con una gira por la que les está llevando por buena parte de Europa y que recalará estos días por varias ciudades de nuestro país. Aprovechan para poner a la venta (de momento sólo en las salas de conciertos donde actúan), un flash-drive a modo de pulsera que contiene toda su discografía, y canciones que no fueron publicadas nunca. Esta pulsera-pendrive, tiene el nombre de “Gearle Records Flashback” y contiene doscientas canciones en total.
Una vez que las altas temperaturas y el calor bochornoso hace acto de presencia en la ciudad, resulta un poco duro meterse dentro una sala, en vez de estar al aire libre, pero sabiendo esto, la sala El Sol, supo acomodar al no muy numeroso público que se acercó, y pudimos presenciar el concierto cómodamente sentados en unas sillas y mesas puestas para la ocasión, con lo que hacía nos sintiéramos como en casa y se disfrutara mejor del show.
Y con la simpatía que les caracteriza, salieron al escenario y comenzaron a repasar parte de su cancionero, sus trabajos grabados conjuntamente, hasta sus discos en solitario. Todas las etapas, desde el segundo disco de Stacey Earle “Dancin´whith them that brung me” que contiene las canciones que más se aplaudieron de la noche, con temas como “Is it Enough (I luuuv you)” a “Makes me happy” o “Must be love”, tres verdaderas joyas que hace subir enteros siempre que las interpretan.
También hizo subir la temperatura del local, (sin ventiladores o aire acondicionado de El Sol que solucione el problema), cuando Mark Stuart se descolgó con un blues marca de la casa, “Gonna love me someday” o cuando acometen poniendo toda la carne en el asador “Never gonna let you go” o “No big deal”, también hicieron cantar a todo el respetable la versión de “While my guitar gently weeps” de George Harrison.
Como siempre es un placer volver a ver de nuevo a esta pareja de Nashville, de la que esperemos nos sigan regalando nuevas obras, tanto sean en conjunto o por separado y por supuesto que sigan visitándonos asiduamente.
Texto y fotos: Alberto Vicente
