Los Espirituosos: “Swing Tabernario para Calaveras”

Publicado a mediados del año pasado nos llega ahora, a través de Lengua Armada, el debut discográfico de Los Espirituosos. Banda formada por veteranos de la escena rock, en la que figura Astray, compositor principal de la banda. El que fuera miembro de grupos como Bummer o Los Eskizos nos presenta este nuevo proyecto en el que hay que destacar por encima de todo el gusto por el rock, swing y blues fabricado en ambientes de alevosa nocturnidad.

El disco se abre a ritmo de swing con “Timba”, una partida en la que se van desgranando los nombres de diversos personajes pertenecientes al “Rat Pack”, un acertado corte que va introduciendo al oyente en ese otro mundo alejado de las calles más luminosas de la ciudad. Es en esa atmósfera nocturna y crápula en la que se mueve todo el trabajo, lo que supone un total acierto para el resultado final del mismo.

Grabado e interpretado con una excelencia y crudeza -a destacar la voz rota de Astray- que dotan a este “Swing Tabernario para Calaveras” de un sonido único y difícilmente clasificable dentro de ninguna etiqueta. Atemporal, alejado de modas y estridencias, como todo buen disco de rock que se precie. Un disco que emana y respira libertad creativa.

En lo musical es patente el gusto de la banda por el rock procedente de Australia (Kim Salmon, Tex Perkins, Charlie Owen…), por momentos uno parece encontrar reminiscencias en algún corte del sonido de Nick Cave and the Bad Seeds, “Miénteme”, aunque también se nota la querencia por el rock and roll clásico, “En mi Pantano”, o el blues, “Sufro”.

Chulas y vacilonas suenan “Otra Vez” o, especialmente, “De Corazón”, con esa letra de aires macarras y altivos que personalmente me hacen recordar el “Caray” de Gabinete Caligari. Llama la atención su acertada revisión de “Autosuficiencia”, el clásico de Paralisis Permanente que pierde la inmediatez punk que caracteriza al original en esta remozada adaptación swing.

Un disco hecho por y para rockeros, altamente disfrutable de madrugada con el imprescindible acompañamiento de un buen cargamento de bebidas “Espirituosas” y de un paquete de cigarrillos, para que su humo ayude, aún más, a viciar el ambiente. Así suena este “Swing Tabernario para Calaveras”, el rock tal y como lo tocan los Espirituosos.

Texto: Javier González.