Señor Mostaza - Podemos Sonreír

Señor Mostaza es un grupo de Valencia que presentaba su último disco “Podemos Sonreír” en la sala Clamores el pasado martes. ¿Y qué los diferencia de los demás grupos que pueblan nuestro panorama musical? Que son increíblemente buenos. Tienen feeling, buenas canciones, son unos musicazos, y por si fuera poco, tienen el piano, la voz y la ironía en las letras de Luís Pardo. Curtidos en mil batallas, sus componentes han prestados sus servicios para Miguel Ríos, Fito Cabrales o M Clan, pero donde realmente muestran todo su potencial es en este proyecto común con el que ya van por el tercer disco.

Luís nos dio la bienvenida a su mundo multicolor detrás de su destartalado teclado, que por cierto, sonaba de fábula. En los primeros compases comprendí que lo que había oído enlatado en cd, en directo, te elevaba. Daban ganas de levantarse de la silla y menear el esqueleto con temas tan optimistas como “Hoy necesitaba salir” o “Me gusta tanto tu actitud”. Historias sublimes como la del ex tenista Björn Borg, comparando su vuelta a Wimbledon con el reencuentro con una ex novia en “Regresos inesperados”. Con “Somos poco prácticos” me recordaron a unos Ben Folds Five hispanos, y también con la gigantesca “Un momento eterno” alargada magistralmente en un duelo entre Paco Tanmarit y Luis.

No faltaron tampoco las versiones como “Video Killed the radio star” con Alejandro Climet haciendo los coros femeninos del tema, seguida por una intro de “Sex machine” de James Brown enlazada con “Mundo interior”.

Grande su elogio del cine de los 70 del señor José Luís Garci. Para todos los que lloramos con “Asignatura pendiente” o “Solos en la madrugada” agradecemos el detalle. Es hermoso que se le dedique una canción tan bonita como “Momento Garci”. Con su tremendo tema “Todo me recuerda a ti “ se despidieron momentáneamente, para volver con sus amados Beatles y una “Lady Madonna” que les viene como anillo al dedo. Para culminar la jugada una espectacular “Necesito mejorar”, con Luís haciendo malabarismos sentado y sin mirar tocando el piano, hace que el instrumento sea una extensión de su cuerpo.

No pude evitar al terminar el concierto hacerme con el resto de los discos que no tenía y con la satisfacción de ver a unos fuera de serie en su mejor momento. No sé a que espera todo el mundo. Descubrirlos es amarlos.

Texto y fotos: Jorge Bravo “El Gurú”