Entrevista El Chojín

Un día más se levanta en busca de la rima perfecta. Sabe que está cerca, puede olerla. Desayuna con su nueva receta, cereales en un bol ,y una frase: “Hoy voy a ser mejor”.

Y hoy, como cada día, es aún mejor que el anterior. El Chojín nos recibe con una sonrisa, sentado en un sofá de una sala perteneciente al edificio de Sony en Madrid. Cuando le veo sólo puedo pensar en que es un gigante comunicador que ha hecho reaccionar a miles de mentes con las letras de sus canciones. Y eso de gigante, literalmente hablando.

Tras su libro “Ríe cuando puedas, llora cuando lo necesites”, su disco El ataque de los que observaban verá la luz el día 15 de marzo, de la mano del sello Octubre Music.

Supongo que muchas veces te habrán preguntado: ¿qué es para ti el rap? A lo largo del tiempo, nos ha ido quedando claro que el rap es una forma de vida, pero, intenta salir del cliché y dile al público realmente lo que significa para ti el rap, es decir, qué intentas transmitir con ello.
El rap no es una forma de vida, en todo caso el hip hop. El rap es sólo música, es una manera en la que tú te adaptas al tempo, una manera de enfrentarte a la música. Y con el rap siempre intentas innovar, que es algo muy complicado. Intentas innovar para poder llevar a la gente, al público que te escucha, un mensaje. Yo lo que pretendo fundamentalmente es comunicar. Parece poco, pero en realidad es mucho. Entonces, si tengo que decirlo de otra forma, diría que el rap es para mí la manera en la que he conseguido llegar a comunicar con gente con la que de otra manera nunca lo habría conseguido.

¿Escribes para ti mismo o para los demás?
Pues a ratos. Hay temas que son más introspectivos en los que buscas desahogarte. Quizás los más profundos sí los escribes para ti mismo. No todo lo que escribes se publica, así que yo las cosas que escribo para mí sé que sólo serán para mí. Pero hay veces que te planteas un poquito por dónde puede salir un tema, y escribes para la gente también. La idea principal de lo que es un conjunto entero, como puede ser un disco, es que lo que mola de un artista no es pensar en qué quieren los demás para dárselo, sino que lo que tú quieras dar termine funcionando y gustando. Convencerles de que lo que tú tienes que hacer merece la pena.

Tienes algunas frases realmente curativas, como “Ríe cuando puedas, llora cuando lo necesites”. ¿Alguna vez has utilizado el rap como terapia?
Yo, a nivel personal, siempre. Además, recuerdo una época en la que solamente escuchaba rap. Y cuando me decía la gente más hábil, más mayor que yo, que tenía que escuchar otro tipo de cosas, yo decía: “No, no hace falta. ¡Si en el rap hay de todo!” Y lo utilizaba para eso. En el momento que estabas de bajón escuchabas temas que pegaran con tu estado de ánimo. Ahora ya tengo la suerte de que ya encuentro más cosas en más estilos musicales, pero el rap sí lo he utilizado como terapia.

¿Qué otros estilos escuchas ahora?
Escucho sobre todo música negra, en realidad. Siempre había escuchado soul, y ahora lo sigo escuchando junto con el New Soul, el R&B, el Jazz. La música africana me gusta mucho también.

A menudo se utiliza el rap sólo para competir en vez de utilizarlo para hacer poesía y hablar al público.
Los chavales en los barrios, sí. Y yo creo que eso es maravilloso, que es un ejercicio fundamental. Cuando el rap apareció, en principio lo que pretendía era llevar a la gente la autoestima que necesitaba. Y la autoestima viene de eso: tú puedes decir que eres muy bueno, soy el mejor y le gusto a tu chica. Y el otro dice lo mismo, y todos estamos igual. Eso hace que te lo creas, que te sientas especial y distinto. Muchas veces eso es más importante que buscar palabras bonitas para hacer una composición poética que te toque el alma.

¿Qué opinión te merece el rap español?
A mí me encanta, claro. He tenido la suerte de haber vivido el crecimiento del rap español, prácticamente desde que no había nada hasta ahora que hay discos de oro, discos de platino y premios de la MTV. Estoy encantado. Necesito más grupos nuevos que hay que demandar, yo sé que están ahí. Hay gente que está trabajando para intentar superarnos. Pero estoy encantado con lo que hay ahora mismo. De hecho, 2011 va a ser un buen año.

¿Crees que goza de buena salud o ha perdido fuerza frente a otros estilos musicales?
Al revés. Yo creo que el rap está cogiendo cada vez más fuerza. Tenemos a gente como Jay- Z, que de repente hace lo que le da la gana y revienta, Beyoncé, que no rapea o no suele hacerlo, pero que tiene mucha relación con el rap. Habría que ver estadísticas, pero creo que es el estilo musical que más vende a nivel mundial, lo que pasa es que en España nos está costando mucho más.

¿Qué diferencia hay entre los MC´s de antes y la nueva generación?
Menos de lo que la gente se piensa. Se habla mucho de esa pelea generacional, pero en realidad cuando te pones a investigar y a escuchar las maquetas de esos nuevos MC´s te das cuenta de que hacen lo mismo que hacíamos nosotros. Todo es exactamente igual. Intentan que los beats sean distintos, pero en realidad están volviendo a los sintetizadores que utilizaba el Dr. Dre a finales de los años 90. La parte básica la veo exactamente igual: la misma actitud, somos igual de chulos y nos quejamos por todo.

¿Crees que es necesario que exista una mínima base cultural si quieres dedicarte a esto?
Sí, es necesario. Si lo haces sólo para pasártelo bien en tu barrio y hacer un ejercicio de autoestima, pues no hay más. Pero si de verdad pretendes vivir de esto y ser un comunicador necesitas de la palabra, y la palabra está en los libros. Tienes que leer, tienes que saber lo que ocurre para poder contarlo, y eso es cultura. Cultura no es necesariamente tener una carrera universitaria. Cultura es tener inquietud por saber qué es lo que ocurre a tu alrededor.

¿Es importante para ti enriquecer un tema de hip hop con instrumentos musicales?
A mí eso me gusta mucho. Yo llevo un tiempo haciéndolo, en el último disco lo he hecho bastante. Yo soy artista porque escribo rap y rapeo. Pero hay otros artistas: uno que toca el saxofón, otro que toca el piano o la guitarra. Cuando sumas todo tu trabajo parece mejor que lo que es, porque has metido el talento de otras personas.

¿Y te has planteado alguna vez cantar alguna canción?
Cantar no me lo planteo. Alguna vez he cantarrujeado un poquillo algunos temas, pero me da muchísima vergüenza (risas).

Una curiosidad: en tu LP de “Cosas que pasan, que no pasan y que deberían pasar” publicaste la canción de “Superhéroe”, en la que el público debía votar en el final si el superhéroe se unía a Odio. ¿Te sentiste decepcionado con el resultado?
Decepcionado no, sorprendido, porque tampoco es cuestión de decepción. Pero me sorprendió muchísimo, porque hubo montones de votos y terminó en un 51% frente a 49%, con el resultado de unirse a Odio. Pero lo que hago ahora es pedirle al público en los directos qué final prefiere, y hago uno de los dos finales alternativos según lo que decidan, que ya existían desde un principio.

¿Qué final le habrías dado tú?
Yo le habría dado el otro, pero como no mando… (risas).

“Te llevo” hace un recorrido por tu barrio echando la vista atrás. ¿Podrías hablarnos un poco del ambiente donde naciste y creciste?
Mi barrio es Torrejón, y es un barrio al que llamaban ciudad-dormitorio. Es el extrarradio, de gente obrera, trabajadora, humilde y normal. He querido rescatar con el tema este de “Te llevo” el glamour que tiene la realidad de un barrio normal y corriente. Ahora dentro del rap se utiliza mucho eso de cena, garitos, champagne. Tendrá su glamour y todo lo que tú quieras, pero a mí no me gusta. A mí me gusta el glamour de lo real, y llevar a alguien en mi coche a enseñarle cómo era mi barrio. Ahí pintábamos las paredes. Yo he pintado paredes y yo he salido corriendo. Y contar pequeñas pinceladas de historias normales que ocurren. Por ejemplo, cuando digo: “En mi barrio que llamas suerte a un trabajo al que odiar cuarenta largos años.” Es una frase muy dura, en el sentido de que todos buscamos un trabajo, pero cuando encuentras ese trabajo que te va a dar de comer, sabes que va a ser el trabajo que vas a tener que hacer durante toda tu vida y que no te satisface. Vas a estar odiando a tu jefe durante cuarenta años. Eso es real, y eso ocurre. Las abuelas empujando los carros, porque las madres y los padres trabajan. Habla un poquito de las cosas cotidianas.

En “Mi cabeza va a estallar” hablas del lado oscuro del éxito, y recalcas que tú no eres excepcional, aunque sí lo que haces. Ahora que eres un peso pesado del rap nacional, ¿cómo se vive la fama en el día a día?
Yo vivo muy bien con eso, lo hablaba con un amigo que llegó más arriba que yo. Yo tengo la cantidad de fama perfecta. La inmensa mayoría de la gente no te conoce, pero siempre te va a parar alguien para pedirte una foto, y eso es suficiente para subirte el ánimo. Porque la gente que te entra es gente que tiene criterio y disfruta con lo que haces de un modo sincero. No eres un fenómeno de masas que tiene que gustar porque le gusta a todo el mundo. Si te gusta el Chojín es porque habrás tenido que buscarle, porque no está en ningún sitio. Siempre va a haber gente haciéndose fotos contigo en el metro, pero luego alguno que esté al lado va a estar preguntándose: “¿y éste quién es?”. Estoy en el lugar perfecto.

Y por curiosidad, ¿alguien se te ha parado te ha dicho eso de “¡Hola, soy Lola!”..?
¡Claro! Lo de Lola me ha perseguido y me perseguirá por siempre jamás (risas). Y me llaman Óscar, porque en el tema digo Óscar… (risas).

Has participado en institutos dando charlas o realizando talleres para chavales con problemas de integración o que viven en barrios conflictivos. Encontramos temas en tus anteriores discos como “Lola”, que promociona el uso del preservativo, llegando a ser utilizado en una campaña de concienciación sobre anticonceptivos del Ayuntamiento de Barcelona. También la Amnistía Internacional tomó un tema tuyo para la campaña "Ponte en mi piel" para concienciar a la sociedad sobre el fenómeno de la inmigración; y eligió el tema "El final del cuento de hadas" para una campaña en contra de la violencia de género. Todos tus trabajos evidencian tu conciencia social contra el racismo o la violencia. ¿Es una de tus prioridades concienciar a la gente en este ámbito?
Sí, no se me ocurre nada más importante que intentar dejar un mundo mejor que el que te encontraste. Nada es más importante. Ni el éxito, ni los conciertos, ni los discos, ni nada. Lo que importará cuando deje de rapear (que tendrá que ocurrir tarde o temprano) no será si conseguí vender no sé cuántas copias o metí a dos mil personas en un garito, será si un tema mío ayudó a una persona a tomar una decisión correcta. Si con “El final del cuento de hadas” un chaval ha terminado de darse de cuenta de que, efectivamente, no tiene ningún derecho a utilizar su posición de superioridad física con respecto a su chica, es lo que queda. No puedo pedir más ni deseo pedir más, y no hay nada más importante que eso.

Entre los 15 temas del nuevo álbum se incluye 'RAP vs Racismo', tema que pondrá música a la campaña 'SOS Racismo' de la ONG Movimiento Contra la Intolerancia. En esta canción han colaborado hasta 13 artistas del panorama nacional entre los que están Nach, Violadores del Verso o la Excepción. ¿Qué podrías contarnos sobre esta experiencia? ¿Y las colaboraciones presentes en esta canción y en el resto del disco?
El “Rap vs Racismo” es, a día de hoy, el tema del que más orgulloso me siento, pero por haber participado, no porque sea mío. No es mi tema, es un tema de todos los que salimos en él. Yo tengo mucho que ver con el tema porque al fin y al cabo la idea fue mía y yo fui el que llamé a esta gente para hacer una campaña a nivel nacional de movimiento contra la intolerancia y contra el racismo. El hecho de que estén mis rapers favoritos, que son a la vez los rapers favoritos de la mayoría de los chavales que escuchamos rap o que vivimos en este mundillo da mucho peso al tema. Es mucho compromiso. Como he dicho antes, para mí es muy importante la consecuencia de la música. Si con este tema conseguimos realmente concienciar a chavales de la estupidez que significa el racismo, de que efectivamente el color de piel no es más que una anécdota estúpida que en cuanto apagas la luz desaparece…estaría encantado. Fue muy sencillo, fue llamarles y decirles que el Movimiento contra la Intolerancia quería hacer una campaña, y que en principio querían que la hiciera yo, pero que si la hacía yo iba a ser más de lo mismo porque siempre estoy metido en este tipo de cosas. Y ahora que la ultraderecha está creciendo, era el momento de posicionar y dejar clara lo que es la idea del rap en España respecto al racismo.

La norma de un MC es que siempre debe escribir sus canciones. Pero tú fuiste un paso más allá y decidiste publicar un libro enfocado a tu vida, anécdotas y reflexiones y de carácter optimista. ¿De dónde surge esta iniciativa?
Para el libro me llamó una editorial y me dijo: “Queremos que escribas un libro.” Yo estaba convencido de que querían que escribiera un libro de poesía o algo así, que tiene que ver más con lo que yo hago, y cuando me dijeron: “No, no, ¡un libro sobre tu filosofía de vida!, pensé: “¿Y eso cómo se hace?” (risas). Pero bueno, como soy muy cabezón y los retos me gustan, me puse a escribir. Es algo muy natural, porque los rapers escriben para rapear y no es muy complicado dar el paso a la literatura. Mi libro “Ríe cuando puedas, llora cuando lo necesites” es un disco, sólo que tiene más posibilidad de dejar todo más claro y más marcado, porque no tienes que meterlo en tres minutos y medio, sino que puedes desarrollarlo.

Además, tú creaste “la primera Ópera Rap en castellano”, un espectáculo teatral con el nombre de “Rimas para todos los Públicos”. ¿En qué consiste esta Ópera?
Era una obra de teatro rapeada. Me lo pasaba muy bien (risas).

¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
Pues ahora estamos preparando la gira. La primera parte ya está cerrada y vamos a hacernos prácticamente toda España. Tenemos también intención de irnos a Latinoamérica también. Y una vez que haya terminado con la gira seguiré escribiendo, porque como no puedo dejarlo… (risas).

Por Paula Rodríguez Martín