Josele Santiago: “Lecciones de Vértigo”

Vuelve Josele Santiago, esa es la noticia. Un enunciado simple que sabemos hará que mucha gente, principalmente los buenos seguidor del rock descarnado que desde siempre ha propuesto nuestro paisano, estén de enhorabuena.

Una forma de hacer música única, personal, muy a la madrileña, y en la que el que fuera vocalista y guitarra de Los Enemigos tiene desde hace muchos años una cátedra obtenida en la mejor de las universidades posibles, la de la calle, que defiende con un arte, saber hacer y socarronería que muy pocos gastan por estos lares.

Retorna, como decimos recuperando, en parte, su pulso más eléctrico en un movimiento que a buen seguro agradecerán los fans más fieles del período “Enemigos”, y lo hace después de tres años desde que apareciera en el mercado su álbum “Loco Encontrao” (2008), presentando un trabajo en el que es patente la evolución que ha sufrido, tanto el personaje como la persona, durante este tiempo en los que muchas cosas han cambiado, pero en el que también es patente que Josele, el nuestro, el de siempre, sigue ahí observando la realidad desde su particular prisma, para después contarnos sus acertadas historias arropadas con unos pocos acordes, y eso siempre es motivo de alegría, porque en el fondo es volver a ver a un viejo amigo y saber que sigue siendo el mismo.

Llama la atención lo rockeras que empiezan sus “Lecciones de Vértigo”, alejándose de la piel de cantautor con la que venía revistiendo sus últimas grabaciones, gracias a esa declaración de intenciones que es “Hagan Juego”. Más reposada que no menos certera suena “El Lobo”, apuntando directamente a la hipocresía y al falso lamento con afirmaciones tan duras como esa que dice, “Más tristes son ustedes, rodeados de paredes sin querer salir”. Y es que si de algo no podemos acusar a Josele es de ausencia de sinceridad. Dice lo que piensa y piensa lo que dice.

Socarrón, chuleta y altanero se muestra en “Canción de Próstata” o en la vacilona “Cachorilla”, canciones que entran en clara contraposición con el aire melancólico y narrativo que encierra “Fractales”, donde el de Caño Roto canta al desarraigo y al desapego con las tripas, como tanto nos gusta escucharle hacer, o en “Pae”, en la que relata la triste agonía de su padre en Cádiz en mitad de la celebración del carnaval de la ciudad, una situación tan dolorosa como surrealista.

Entre las curiosidades debemos resaltar que no le ha temblado el pulso a la hora de realizar una sorprendente versión del tema “Bein´ Green”, rebautizado “Ser Verde”, y que ya ha sido revisitado por otros grandes artistas como Van Morrison y Ray Charles, aunque quizás al gran público le suene más si hacemos referencia a que en Barrio Sésamo era interpretada por la rana Gustavo, algo que resulta cuanto menos llamativo.

La recta final del disco nos trae esa maravilla reposada que es “Han Ganado Nosotros”, de lo mejor del álbum sin duda, y la redundante “Libros Blancos”, una buena melodía en la que el Hammond cobra gran protagonismo, pero que queda oscurecida por una prosa que tiende en exceso a la repetición en su métrica. Suerte que la cosa vuelve a repuntar de la mano de “Sin Dolor” y “El Estibador”, encargada de dar por terminada la obra, en la que Josele no se cansa de advertirnos de que “El cielo es azul”, quizás una de las principales conclusiones que se sacan después de escuchar las “Lecciones” de este “Loco Encontrao”, al que ahora intuimos más a gusto consigo mismo que nunca.

Josele vuelve de una manera más que digna. Se electrifica, pisa un poco el acelerador, sin pasarse, y en los cortes más lentos vuelve a salir más que airoso por lo certero, directo y lo descarnado que sigue siendo su discurso. Todo ello en un trabajo en el que su voz, una de las más características de nuestra música, cobra un plus de protagonismo -canta con más seguridad que nunca-. En definitiva estamos ante otra auténtica delicia de la factoría del señor Santiago. Toca disfrutar y a fe que lo haremos.

Por: Javier González.