Eddie Spaghetti

Madrid, Sala Gruta 77, 27 de agosto de 2011.
La noche del sábado teníamos una cita con uno de los mejores trovadores Country- Rock, el reconvertido Eddie Spaghetti, líder del combo punk-rock Supersuckers que presentaba su tercer disco en solitario “Sundowner”.

Nada más llegar a la sala de la calle Cuclillo y mientras el grupo madrileño Leone finalizaba su labor de telonero, nos llamó la atención la gran cantidad de público que llenaba la sala. En la entrada Eddie estaba junto al puesto de merchandising apurando su cerveza y saludando a todos los fans que querían hacerse una foto con el o que les firmara su disco, que agotó poco antes de salir a escena.

El de Tucson (Arizona) ya en el escenario se mostró muy comunicativo y su setlist fue a petición del público, según le pedían temas el los ejecutaba al instante con su voz aguardentosa y su guitarra acústica.

Eddie nos dejó grandes momentos, recordó a su banda (la banda mas grande de Rock´n Roll del mundo como se autodefinen) con temazos como “Creepy Jackpole”, interpretada también por el gran Steve Earle. Prometió que el año que viene los Supersuckers estará girando otra vez por España.

Animó al respetable a corear y a ovacionar al final de cada canción con un sonoro “Cha-cha-cha”. Tanta pasión puso en sus interpretaciones de “Where do I Go”, (tema que en el disco interpreta junto a su hijo Quattro) o “Pretty Fucked Up” que rompió dos cuerdas de su guitarra, viéndose obligado a hacer un pequeño descanso para cambiarlas el mismo, momento que sirvió para que casi la mitad del público saliera a la calle para no infringir las normas antitabaco.

No podía faltar en la reanudación su sentida versión de ElvisAlways on my Mind” que pusieron los vellos de punta a mas de uno. No fue la única versión de la noche, también cayeron clásicos de Johnny Cash, AC/DC y Vanilla Fudge impresionante el “Good Good Lovin”.

Y temas propios casi tan buenos como las versiones, sirva como ejemplo “Never Thought I Would” o “I don´t wanna Know”. Tras poco mas de una hora que supo a poco, Eddie se retiro del escenario y volvió al puesto de merchandising a fundirse con sus admiradores, con una discreta sonrisa dibujada en su cara, sin duda debida a la satisfacción del trabajo bien hecho.

Texto y fotos: Jorge Bravo & Alberto Vicente