Entrevista Cooper

“Me gusta pensar que tengo seguidores fieles por mis canciones”

Cada vez que Alejandro Diez se deja caer por nuestra página web nos sentimos particularmente halagados, no en vano es uno de los músicos que más respetamos dentro de nuestro panorama. Dueño de una carrera que admiramos profundamente, tanto por su glorioso pasado al frente de Los Flechazos como por su interesante presente al frente de Cooper,  proyecto del que es alma mater y con el que hace unos meses publicó “Mi Universo”, el que hasta la fecha representa el trabajo más personal de cuantos ha editado como el mismo reconoce.

Como no podía ser menos hace unos días nos pusimos en contacto con Alejandro para que se enfrentara a nuestro cuestionario. Ni que decir tiene que lo hizo con la mejor de las predisposiciones y la más franca de las sonrisas, como siempre por otra parte, consiguiendo hacernos entender con esa forma de ser y de comportarse porque su figura es una de las más respetables de la música de nuestro país.

Hace unos meses que publicaste “Mi Universo”, un álbum que paradójicamente supone el segundo de tu carrera al frente de Cooper, si descontamos las compilaciones “Retrovisor” y “Aeropuerto”, y con el que das por cerrada la etapa de venta excluisva en formato single. ¿A qué se debe el hecho de que hayas vuelto a editar un larga duración?

Álex: Pues es que había un proyecto que me ilusionaba mucho: Grabar en Konk, canciones nuevas, presentarlo con la gira virtual… Parecía el momento adecuado y las canciones estaban ahí pidiéndolo. Además, había bastante gente que sigue a Cooper que nos lo pedía y, la verdad, nosotros tocamos para ellos.

Tengo entendido que ha sido un disco que has preparado a conciencia, puesto que en nuestra última conversación nos comentabas que habías renunciado a tu plaza de funcionario con el objetivo de disfrutar a tope la experiencia de volver a grabar. ¿Por qué motivo has elegido un momento tan complicado como este para hacer eso?
Álex: (Risas) ¡Eso estoy diciéndome yo ahora! Funciono por impulsos y me apetecía dedicarle más tiempo a la música y a lo del libro de beat. Es un momento muy difícil, la asistencia a conciertos ha bajado a la mitad, los ayuntamientos y otras instituciones no tienen un duro, los festivales están parecido… Pero la música y las ganas de conectar con el público pueden con todo. La gira está siendo muy divertida y en cada ciudad hay una serie de “incondicionales” que me demuestran que merece la pena luchar por estas cosas. La grabación fue un lujo, el internet tour otro y tocar con Cooper por toda España es genial, no se me ocurre un plan mejor.
¿Cómo y cuándo comenzaron a surgir las canciones que finalmente han dado vida a “Mi Universo?
Álex: A los diez minutos de terminar de grabar el disco anterior, la verdad. “Mi Universo” ya estaba compuesta antes de que se editara “Aeropuerto”. Las demás canciones han tardado más. Primero hice “Alicia” y “La Señal” y tuve un parón. Luego fue saliendo todo de manera más natural. El día antes de salir de viaje hacia Londres conseguí terminar la última letra que me faltaba, la de “Carrousel”.
Por cierto se trata de un título realmente evocador y paradigmático. Me refiero al hecho de que has decidido llamarlo de una forma en la que que de manera explícita pareces invitarnos a hacer un recorrido por todo aquello que tú eres. ¿Crees que se trata del disco más personal de cuantos has editado?
Álex: Yo creo que sí. Todos son personales pero en éste hay una sintonía especial entre las canciones y lo que soy yo en este preciso momento. No podría haber escrito este disco hace veinte años, ni con otra familia alrededor, ni en otra ciudad, ni para otro grupo. Y creo que tiene ese poder de conectar con otras personas que están pasando por las mismas experiencias, algo que llega con el tiempo, con los años. Y esas sensaciones es raro verlas plasmadas en canciones. Por eso tengo la ilusión de creer que es especial, que es más mío, pero también más fácil de compartir con los demás.


Además de todo eso que comentas, desde fuera da la impresión de que no has querido dejar ningún cabo suelto por el camino. Por ejemplo sabemos que estás más que satisfecho con el trabajo de, no sé si decir producción o co-producción, que ha desarrollado José María Rosillo. ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar con él?
Álex: Ya lo habíamos hablado hace tiempo y no había podido ser. Cuando le expliqué el proyecto y la idea de Konk, Rosillo se decidió y fue una pieza clave en el contacto con el estudio y las primeras gestiones. Se vino a León a un ensayo y nos dio por perdidos (Risas). No vino más. Él dice que vio un nivel de exigencia alto y que su trabajo lo enfocó por otro lado. Fue un privilegio trabajar con Rosillo.
¿Qué crees que ha aportado al sonido final de “Mi Universo”?
Álex: Rosillo ha funcionado como los buenos árbitros, porque es difícil destacar una faceta de su labor. Ha sido casi invisible y, a la vez, imprescindible. Cuando me ofrecía distintas alternativas a un problema, varios caminos a elegir, yo era consciente de que él ya había trabajado sobre el asunto. Ya había hecho un montón de cosas que yo no sé lo que son pero que marcan el resultado final. Para cuando hay que decidir si la caja va más alta o más baja en la mezcla de la canción cinco, ya antes se ha tenido que decidir con qué micro grabarla, cómo orientar el micro, qué compresores utilizar, si hacerlo antes o después de grabar, qué tipo de reverb buscar, poner o no poner puerta de sonido…. Rosillo hace su trabajo en silencio y hasta provoca que pienses que las decisiones importantes las tomas tú, pero el camino ya está marcado, no sé si me explico (Risas).
También tengo entendido que el proceso de grabación del mismo se llevó a cabo a lo largo de ocho días con jornadas inacabables en el estudio. ¿Por qué habéis utilizado ese método de trabajo?
Álex: Diez días en realidad, creo, ya no me acuerdo bien (Risas). No, de inacabables nada. Si el asistente estaba alucinado de que paráramos a comer dos horas, él está acostumbrado al stress de una grabación guiri y nosotros fuimos muy mediterráneos. Llevábamos el trabajo planificado, íbamos bien ensayados y teníamos bastante claras las cosas. Creo recordar que tuvimos que volver a grabar la guitarra de ritmo de “Primer Día”, porque había elegido yo la Telecaster pero el riff no funcionaba con otra guitarra diferente y se solapaba. Así que volví a grabar el ritmo con la Epiphone y luego el riff con Telecaster. También hubo que volver a revisar alguna guitarra medio desafinada que se había dado por válida en primera instancia… y nada más. Todo del tirón. La voz me preocupaba mucho, tenía una congestión fuerte, no sé por qué estaba motivada porque ya no sentía alergia pero tenía la nariz tomada, y tuve que medicarme. Yo lo noto en la voz de “Carrousel” y un poco en “Alicia”. Pero luego se arregló solo. Al final nos dio tiempo a todo; genial, porque me daba una pereza horrible tener que acercarme un día a Madrid a grabar unos coros o una pandereta…
Dando como resultado un trabajo en el que no sé si al final has cumplido tu promesa de querer sacar un disco “sin hits”. ¿Lo has conseguido o has traicionado lo que nos comentaste?
Álex: El disco tiene hits y a la vez es más oscuro que los otros. “Arizona” es un hit, “La Señal” también… Pero “Mi Universo” o “Saltos de Esquí” no son hits al uso y sin embargo son canciones que enganchan. Es lo que buscaba.
Personalmente creo que es un álbum que cumple otro de tus objetivos como era el de hacer canciones menos directas, de las que entran a base de escuchas, que juegan con las estructuras y son, en cierto modo, más oscuras, sin que por ello desaparezca esa efervescencia que siempre te ha caracterizado, patente en cortes “Cortometraje”, “Primer Día” o “En la Basura”. ¿No sé si estarás de acuerdo con la afirmación?
Álex: Sí, claro. La idea era que, en una primera escucha, el disco decepcionara un poco, teniendo como objetivo que eso ayudara a que el disco creciera con las escuchas. Y me parece que ha sido así. Es un trabajo al que hay que prestarle atención, si te portas bien con él te dará muchas satisfacciones. Todo esto dicho desde la relatividad que implica hablar de tu música, que Cooper no es Vetusta Morla ni Yo La Tengo, ni Mando Diao ni Sr. Chinarro. Cooper es Cooper.
La gente suele simplificar mucho el contenido de las letras de tus canciones, tildándolas en ocasiones de juveniles, algo que demuestra que han reparado poco en ellas. ¿Percibes que con este disco está ocurriendo algo distinto o por el contrario mucha gente sigue sin enterarse de nada? (Risas)
Álex: Sigue todo igual, yo desangrándome de dolor o contando mis secretos y ellos hablando del pop directo y sencillo de Cooper, de las letras frescas y los estribillos brillantes (aunque la canción no tenga estribillo).
En la reseña que preparé de “Mi Universo” dije algo así “Vuelven a aparecer unas melodías enérgicas, perfecto compendio de luminosidad, talento y energía, que encierran tras de sí unos textos que esconden pequeñas heridas y derrotas, asumidas con naturalidad y sin fatalismos, pues siempre muestran un punto de esperanza, que nos acaban por mostrar a un tipo sensible y nostálgico que, entre riffs de Rickenbacker  y frases que nos sitúan en la más absoluta cotidianeidad, cuenta historias de las que cualquiera de nosotros podríamos ser protagonistas, siguiendo una vereda que le podría hacer entroncar con la mejor tradición de un Ray Davies pero de facturación hispana”. ¿Me he enterado de algo? (Risas)
Álex: Sí, claro, hay mucho de cierto en lo que cuentas. Falla lo de la Rickenbacker, que no la llevé a Londres aunque sale en uno de los vídeos. Y lo de Ray Davies es peligroso, porque ese costumbrismo “británico” en el que la herencia está tan presente, el día a día de una galería de personajes de vodevil que representan el país, su esencia… esa no es mi manera de trabajar las letras. Yo hablo más de mis amigos, mi familia, de mí… Pueden jugar los personajes el papel de simbolizar a más gente pero no hay sentido de comunidad y, sobre todo, Davies tiene una ironía de la que yo huyo. Yo busco hacer un disco “sincero”, que sea YO de verdad, no digo mentiras, no busco trucos efectistas. Davies es un mago de las palabras, yo no, pero es que además somos muy muy diferentes en el “ánimo”, así que el resultado ha de ser distinto de todas todas.
Lo que está fuera de ningún género duda es la potencia que tenéis en directo, tal y como pudimos comprobar hace unas semanas en nuestra ciudad. ¿Está pasando la banda por su mejor momento desde que comenzó la aventura de Cooper?
Álex: Sin duda, es la formación que mejor ha funcionado y que más tiempo se ha mantenido. Te voy a contar un secreto, que ya es un secreto a voces: Nosotros casi no ensayamos. Nacho y Dani viven en Madrid, Mario y yo en León. Hemos buscado otro método para revisar repertorios y tal y funciona, porque ellos son muy buenos. Casi no ensayamos, de verdad. Me gusta, porque somos músicos a la antigua, y eso me gusta mucho.
Tu caso es uno de los más paradigmáticos dentro de la escena musical. Estoy hablando del hecho de que no eres el artista más mayoritario con el que trabajamos, pero sí que hemos percibido el hecho de citar tu nombre es sinónimo de un montón de visitas. ¿Cómo vives el hecho de tener un público tan fiel?
Álex: Algunos artistas tienen fans porque son guapos, otros porque su personalidad transciende, otros porque tienen detrás una gran maquinaria… a mí me gusta pensar que yo tengo unos pocos seguidores fieles por mis canciones. No quiero aceptar que el valor de mi música esté en mis pintas, ni en mi capacidad de trabajo y mi constancia, ni en si soy más o menos cercano. Quiero creer que les gustan mis canciones y que las “usan” para sobrellevar esta época tan mala que nos está tocando.


¿Crees que lo que ocurre en directo y el hecho de contar con fans tan fieles es el pago más justo que hay para una trayectoria tan digna y respetable como la tuya?
Álex: No me nombres la palabra justicia, porque te pincho la de Micky y los Tonys, la de “No Comprendemos Porqué no Somos Millonarios”… Yo no entiendo por qué el grupo no funciona mejor porque a mí me encanta lo que hacemos. Pero hay que aceptarlo, más allá de nuestros fans más fieles nos hace caso poca gente. Siempre he tenido esa sensación, escribí “Ruido” con esa idea en la mente “No sé qué más te puedo dar…”. En un mundo justo, nuestro público se multiplicaría por 10, pero eso ya no va a pasar. Y lo que tenemos es lo mejor que podemos tener, así que, ¡a disfrutarlo!

¿Qué planes de futuro manejas a corto y medio plazo?
Álex: Sacar un single de vinilo con una de Los Brincos en la cara B, tocar festivales en verano, intentar salir de España en Otoño, dar algún concierto más por aquí antes de Navidad y a ver si llegamos a tiempo para editar un dvd en Navidad con un documental sobre la grabación de “Mi Universo”. ¡Ah! Y montar en globo.
¿Cómo va la continuación de “Club 45, 90 canciones para Mods y Jetsetters”?
Álex: Retrasada porque antes quiero editar “PUNK 45” y todo va un poco lento. Pero con ilusión por retomar el tema editorial, que me gusta mucho.
Por cierto y para terminar… ¿Ha caído en tus manos algún objeto de coleccionista digno de reseñar durante los últimos meses?
Álex: Sí, varias cosas, no tengo remedio. El single escandinavo de Southern Sound, un grupo oscuro de los sesenta. Una postal promocional de otro grupo, los Manchester Playboys. Y también un libro que se editó en los 80 sobre el grupo de Marc Bolan de los 60, John’s Children. Se me había perdido mi copia y he tardado en volver a ver otra, pero ¡ya está en casita!
Por: Javier González.
Fotos: Mary Wilson.