Smile: "Seasides" (EP)

La banda de Getxo Smile contradice a la sucesión lógica de estaciones y se propone que el verano del 2012 no nos deje en todo lo que queda de año. El sonido fresco, positivo y melódico de su nuevo trabajo, el EP “Seasides”, rompe una lanza a favor de aquellos que piensan que a mal tiempo buena cara, pues vida sólo hay una y hay que disfrutarla.

Cinco son las apuestas musicales que la banda de John Franks nos trae en esta ocasión. De hecho, las cinco mantienen una atmósfera coherente marcada por la cara alegre del folk, el sonido californiano más armónico y limpio y letras leves, románticas y estivales. Sin embargo, ninguna de ellas se parece a la anterior. Son diferentes lecturas de un mismo espíritu. Un espíritu relajado, feliz y cautivador.

Todo comienza acercándonos a la costa oeste de EEUU con la pegadiza “California”, tema de ritmo constante guiado por guitarras acústicas, ukelele y percusión, que acaban por balancear tu cuerpo, mientras este se recarga de una energía positiva que acabar por sobrepasarte y salir a través de un sencillo y pegadizo estribillo de “papapapaaaaa…shalalalalalaaa…” que promete sonar en tu coche durante al menos los próximos meses (véase mejor una furgoneta por la costa).  

“Hot summer” nos prepara la toalla, la sombrilla y nos reúne en círculo mientras se reparten los instrumentos: guitarra eléctrica, acústica, xilófono, bajo,  percusión… recuperando un sonido que nos remite a un buen puñado de recuerdos imborrables (para algunos afortunados a los ya lejanos 60’s estadounidenses y para otros más recientes y modestos a la década pasada donde eran The Sunday Drivers quien de forma menos directa nos traían estos ritmos).

El surf pop y la instrumentación antes descrita se vuelven a dar cita en “Happy Too”, la más edulcorada y delicada del disco, una voz femenina y otra masculina inician un juego de réplicas, coros y paseos en la costa, que nos acaba deleitando con el sabor de la hierba fresca y la sal del mar en nuestra boca.  

“Perfect Holiday” trae uno de los elementos que no podían faltar, silbidos atrevidos y festivos que terminan por crear un estribillo que acompaña a una de las más perfectas melodías del EP, cuyo ajustado ritmo y duración nos invita a escucharla una y otra vez.  

“Loveland” cierra el EP y nos envía al archipiélago de Hawai, allí vemos como el Sol baja en el horizonte mientras tocamos un ukelele mecidos en la hamaca, bajo el influjo de las olas conquistando la playa y una steel guitar creando la atmósfera adecuada.

En conclusión, estamos ante un EP que ofrece lo que promete, un acercamiento a la playa desde nuestros auriculares o desde nuestro lugar favorito de la casa, así como un baño de optimismo, alegría y despreocupación. Un paréntesis que se agradece en el momento actual y que además se ofrece en descarga libre desde la página de rtve, así como presenta la alternativa visual de sus cinco videoclips, que reflejan perfectamente el espíritu de todas y cada una de sus canciones.

Rubén López / ruben@elgiradiscos.com