Entrevista: José Ignacio Lapido (091)

“Se trata de recuperar la energía pero con la sabiduría que se supone que te da la edad” 

Por: Kepa Arbizu 

Sin lugar a dudas una de las noticias más esperadas en el ámbito del rock hecho en castellano era ver anunciado el regreso de 091. El pasado mes de octubre se confirmaba lo que había empezado a ser un rumor, en ocasiones más deseado que real: la mítica banda granadina se reunía de nuevo y con la intención de girar durante todo el año 2016. Tomando como partida aquella última formación con la que se presentaron en un escenario, hace veinte años, integrada por Tacho González, José Antonio García, Jacinto Ríos, Víctor Lapido y José Ignacio Lapido, Los Cero pasarán de ser, aunque sea momentáneamente, un recuerdo a una realidad. No podíamos dejar la oportunidad de saber más sobre esta vuelta y para eso nada mejor que ponernos en contacto con José Ignacio Lapido para que nos descifre más en profundidad la certificación de esta ilusión colectiva...

Ya tenemos la gran noticia de la vuelta a los escenarios de 091, una situación a la que durante mucho tiempo habíais sido reacios y ahora se hace realidad. ¿Ha sido la fecha del XX aniversario de vuestro último concierto el detonante para tomar la decisión o es simplemente la elección de una momento significativo como colofón a una idea que se ha ido fraguando paulatinamente? 

José Ignacio Lapido: Han sido varias circunstancias las que se han sumado y que nos han llevado a tomar la decisión de resucitar. Qué duda cabe que el que en 2016 se cumplan 20 años de nuestra despedida es un factor a tener en cuenta, es una cifra redonda que da más pie a hacer algo así ya que la demanda de nuestros seguidores ha sido continua en todos estos años. El que nos llegaran varias propuestas profesionales serias nos hizo replantearnos nuestra negativa a la vuelta y finalmente dimos el paso adelante. Pensamos que o lo hacíamos ahora o no lo haríamos nunca. Y aquí estamos. 

”Maniobra de resurrección” será el nombre de esta gira. Un término (“resurrección”) que implica en cierta manera renovación, ¿se trata este regreso no solo de una recuperación nostálgica sino de alguna forma actualizar el legado de Los Cero añadiendo las vivencias, supongo que tanto personales como musicales, que habéis acumulado en vuestras carreras posteriores? 

J.I.L.: Veinte años no pasan en balde para nadie. Como músicos, en todo este tiempo transcurrido, supongo que hemos evolucionado y madurado como corresponde. Yo te puedo hablar por mi experiencia personal. Tanto como instrumentista como compositor no soy el mismo que en 1996 dio el último acorde en el último concierto de la banda. Supongo que eso se notará en la forma de encarar el viejo repertorio. Se trata de recuperar la energía pero con la sabiduría que se supone que te da la edad. 

Viendo la formación con la que regresáis y la relevancia de la fecha elegida respecto a ese último directo, ¿a la hora de elegir repertorio estará ligado a esas épocas concretas o abarcará todo el legado de la banda? 

J.I.L.: Lo estamos perfilando, pero casi con toda seguridad será un repaso por todos los discos de la banda. 

Antonio Arias es uno de los que en los últimos tiempos más hablaba de la posibilidad de juntar a 091, aunque al final no se ha unido a este regreso. ¿Tendrá algún papel puntual en él? 

J.I.L.: Antonio Arias es cierto que durante años ha intentado reunir a la banda, pero ya se lo dije a él personalmente: “tú ya no estabas en 091 cuando se acabó la historia”. Antonio se fue dos veces de 091. Simplemente nos dejó para desarrollar sus proyectos, y con la perspectiva del tiempo, creo que hizo bien aunque en aquella época nosotros fuéramos los damnificados por sus espantadas. Por lo tanto no tenía mucho sentido volver con una formación que no existía cuando dijimos adiós. Antonio, por el que siento mucho afecto, tiene una carrera brillante, con múltiples proyectos, aparte de Lagartija Nick. 

Por lo que explicasteis en la rueda de prensa en el BIME parece ser que el reencuentro a la hora de ensayar ha sido algo así como unos amigos que hacen tiempo que no se ven pero que al poco ya están relacionándose como siempre. ¿A un pasado en común como el vuestro no le ha hecho mella el paso del tiempo? 

J.I.L.: En estos 20 años no hemos dejado de vernos de vez en cuando. Hay relación familiar entre algunos de nosotros y esta reunión no es como la de cinco tíos que no se han visto en un montón de tiempo. Quiero decir que no nos teníamos que contar lo que nos ha pasado a cada uno durante este tiempo porque ya lo sabíamos. 

¿La sombra de 091 ha supuesto una, aunque sea leve, cruz, utilizando el término que citáis en el comunicado de vuelta, en vuestras carreras posteriores y ahora es en parte el momento de desquitarse? 

J.I.L.: Siempre he dicho que 091 era mi pasado musical del que no iba a renegar, todo lo contrario, me sentía muy orgulloso de haber fundado la banda y de haber estado 14 años ahí. Hay cruces más llevaderas que otras pero de ningún modo hemos venido a desquitarnos de nada, es simplemente un regalo que nos hacemos a nosotros mismos por los veinte años transcurridos, y un regalo a los fans que no han dejado de pedirlo. 

También se va a reeditar vuestra discografía, ¿es una manera de completar esta “resurrección”, no solo mostrando lo que sois hoy en día sobre el escenario sino también vuestra historia? 

J.I.L.: Estamos en conversaciones con las distintas compañías que editaron nuestros discos en su momento y creo que todos se van a reeditar. Eran discos que llevaban muchos años fuera del mercado. Por eso es más sorprendente aún que nuestro recuerdo no se haya borrado. Por ejemplo, los cuatro discos que grabamos con Zafiro no se habían reeditado nunca. Te hablo de discos del 85, 87 etc… Para mí resulta asombroso que alguien se acuerde de esas canciones que estaban desaparecidas en combate. 

Este regreso tiene un inicio, el festival Actual, y un final concreto, no sobrepasará el año 2016. ¿La idea es clara a la hora de darle una vida limitada al proyecto y no extenderla y que pueda perder ese carácter especial? 

J.I.L.: Así es. Se trata de una gira de celebración y se alargará hasta diciembre de 2016. Sólo conciertos. 

Supongo que sois conscientes de que para muchos 091 es un grupo mítico y de referencia. ¿Hay alguna sensación de miedo, o responsabilidad, a la hora de ponerse delante de ese compromiso?

J.I.L.: Miedo no, pero sí responsabilidad. Sabemos que debemos estar a la altura del mito que se ha creado y eso nos obliga estar preparados para todo lo que va a venir. 

Durante esa “vida limitada” del proyecto, ¿de qué manera se va a compatibilizar con vuestros proyectos individuales? 

J.I.L.: Pues en mi caso, y con todo el dolor de mi alma, sacrificando mi carrera en solitario durante un año. Tenía previsto sacar mi nuevo disco a principios de 2016 y eso va a tener que retrasarse hasta 2017. Aún así me quedan por dar dos conciertos con mi banda muy importantes que serán la despedida temporal de los escenarios. En Madrid el día 3 de diciembre y en Granada el 18. 

Para los conocedores y admiradores de la banda ha sido una gran noticia, pero supongo que también tendréis la intención de no solo saciar a esas personas sino acercar el grupo a seguidores de vuestros proyectos personales e incluso a otro público que no os haya conocido. 

J.I.L.: Claro. Hay muchos seguidores que no nos vieron en directo en su momento. Por edad o por otras razones no tuvieron esa oportunidad y creo que esos son los que más han agradecido nuestra vuelta. 

091 creo que escenifica, y ha quedado demostrado, bastante bien ese tipo de bandas que su importancia cobra mayor relevancia con el tiempo y la perspectiva. ¿Habéis tenido siempre esa sensación, que vuestra propuesta era de largo recorrido y no un fogonazo? 

J.I.L.: No hemos reflexionado mucho sobre eso. Siempre fuimos una banda que antepuso su criterio artístico sobre cualquier otra consideración, comercial o del tipo que fuera. Esa integridad a la hora de encarar el hecho creativo creo que ha sido la razón de que nuestras canciones hayan envejecido con dignidad y que el recuerdo que dejó la banda en la gente no se haya deteriorado demasiado con el paso del tiempo.