Por: Txema Mañeru
¡Vaya pedazo de bluesman! Cuando comenzaba Willie Dixon le dijo que encontrara su propio estilo y vaya si aprendió la lección. A eso se ha dedicado a lo largo de más de 25 discos. También ha ayudado el tocar o abrir conciertos, desde bien jovencito, para Jimi Hendrix, Lightnin’ Hopkins o Thelonious Monk. En los últimos años ha estado en plena forma. Eso le ha llevado a militar en el estupendo sello Alligator Records, con distribución DiscMedi, donde nos ha entregado estupendos trabajos como "Hellfire" o “Hornet´s Nest”, ambos con la sabia producción de Tom Hambridge que tiene varios Grammy's en su haber por haber producido también a George Thorogood, Buddy Guy o James Cotton. Además suele aportar instrumentos y composiciones. También ha estado recientemente al frente de la prestigiosa The Legendary Rhythm & Blues Cruise, en cuyos directos ha liderado a una formación con clásicos como Duke Robillard, Tab Benoit. Kenny Neal, Johnny
Winter, Curtis Salgado, Watermelon Slim o a Tommy Castro.
Con todo este curro es normal que haya conseguido ya cuatro Blues Music Awards y su ingreso el Blues Hall Of Fame. Está orgulloso de figurar ahí junto a Willie Dixon, Muddy Waters, Hound Dog Taylor o Etta James. Pero también está orgulloso de su nuevo disco. "Everyboy Wants A Piece" (Provogue / Mascot Label / Top Artist Promotion) es uno de sus mejores discos de su trayectoria y eso ya es mucho decir. cuenta con la producción del gran guitarrista Paul Nelson que estuvo muchos años tocando su instrumento al lado de Johnny Winter y que también fue ganador de un Grammy. Pero suena a puro Joe Louis Walker porque estamos hablando de uno de los bluesman con un estilo más definido.
Comienza con el tema titular y un buen toque funk y demostración de poderío para su tremenda banda de acompañamiento, con especial mención para el magnífico pianista como demuestra en la pegadiza 'Buzz on you' y su gran estribillo. La garra blues-rock y la buena armónica y los teclados inundan 'Do I love her'. Tenemos también espléndidos temas lentos como 'Black & white' o la genial 'Gospel blues', un instrumental cuyo título lo dice todo. En ambos se aprecia muy bien la manera peculiar de tocar la guitarra.
En 'One sunny day' aúlla como los más potentes Cream. 'Wade in the water' suena de miedo llevándola más cercana al soul y con 'Man of many words', directamente, homenajea a Sam & Dave con mucha diversión. 'Young girls blues' es puro blues eléctrico y acaba celebrando sus '35 years' a ritmo boogie woogie como los mejores ZZ Top y sacando chispas a su guitarra. ¡Monstruo en forma!