Entrevista: Porco Bravo

“Lo que queremos reflejar en las canciones son esos problemas que tenemos la piara y las personas que la componen” 

Por: Sergio Iglesias 

“La Piara” es el nuevo disco de Porco Bravo, una banda que siempre se ha caracterizado por su actitud salvaje y por un sonido potente y directo. En este nuevo trabajo la banda ahonda en temas de corte más social y en los sonidos rockeros deudores de AC/DC y, sobre todo, de Motörhead. Para hablar de este nuevo disco (y de muchas cosas más) nos hemos desplazado hasta Barakaldo para visitar la “porcodenda”, el local donde se puede conseguir todo el material de merchandising de la banda. Allí hemos estado charlando con Manu “el gallego”, el carismático líder del grupo. 

En “La Piara” encontramos el mismo estilo y la misma actitud que en vuestros trabajos anteriores...Para qué cambiar algo que funciona ¿no? 

Manu: El grupo siempre ha tenido desde un principio un concepto de rock n´roll y de lo que tiene que transmitir nuestra música mas allá del estilo, que es dejar una impronta de fuerza y salvajismo. A lo largo de la primera etapa tuvimos varios cambios de formación hasta que grabamos el “Porco Show”, que es el principio de lo que somos ahora. Posteriormente, en el “Groo”, ya vimos que funcionábamos muy bien entre todos para hacer los temas y, con el paso del tiempo, se ha definido mucho el estilo con esta formación sacando discos cada año y medio, más o menos. Con “La Piara” lo que hacemos es cerrar una trilogía sobre un estilo concreto. En estos años lo que hemos visto es que ha habido una evolución pero sin perder esa impronta que hace que parezca que, tanto en el directo como en el disco, estás viviéndolo todo muy dentro. 

El Boni, Isma, Batiz, Txetxu...¿Cómo surgen las colaboraciones que encontramos en el disco? 

Manu: Una cosa que hemos hecho desde el principio es meter a alguien del que fuéramos fans y a la vez que ellos fueran fans del Porco. Era un tema de formar piara y así, por ejemplo, con nosotros hasta ahora habían colaborado gente como Virgi, Arturo Ibáñez de Nuevo Catecismo Católico, Robertez de Motociclón, el “Uoho” o Carlos Creator. También ha participado gente de Barricada, con quienes coincidimos cuando estábamos preparando el “Porco Bravo” y, para nuestra sorpresa, tanto Boni como Alfredo nos dijeron que les molaba lo que hacíamos. A partir de ahí empezamos a tener más contacto con ellos, Alfredo se ofrece a colaborar y lo hace en una canción del “Grooo”. Ahora, en “La Piara” les ha tocado el turno al Boni, a Isma de Wild thing, a Batiz y a Txetxu. La verdad es que estamos encantados, tanto con las colaboraciones, como con el resultado del disco. “La Piara”. 

Ya desde el título suena a homenaje a vuestra gente... 

Manu: Sí, así es. Es una manera como de cerrar el círculo porque “La Piara” es una especie de himno que ya hicimos en 2004 en la primera maqueta y vimos que era el momento de recuperarla. Habla de una cuadrilla de Barakaldo a los que pusieron ese mote en el instituto de Beurko y con quien yo empiezo a andar cuando dejo de currar en los bares. Me costó muy poco hacer la letra porque era lo que veía todos los fines de semana cuando salía con esta gente por todos los garitos de la geografía euskaldun. La verdad es que aprendí mucho con ellos. El título del disco es un homenaje, sobre todo, a esta cuadrilla, pero también a todos los que se han ido sumando a nuestra manada. 

En este último disco también nos encontramos que la temática ahonda un poco más en temas de carácter social como en “Sólo quiero bailar”, “Ciudad muerta” o “Lo intento”. ¿Dónde encontráis la inspiración para las canciones? 

Manu: Lo nuestro siempre ha sido un rollo muy cercano. Independientemente de que no puedes ser ajeno a lo que pasa en la sociedad, lo que contamos es más en primera persona. Por ejemplo, a tres del grupo les echaron del trabajo mientras estábamos grabando el disco porque no entendían que priorizaran el trabajo con el grupo y se negaban a ser explotados y a meter horas extras. En “Sólo quiero bailar”, hablamos de ese mobbing laboral y reivindicamos que la vida no es sólo currar. Al final, lo que queremos reflejar en las canciones son esos problemas que tenemos la piara y las personas que la componen: En “Mírame” hablamos de la gente que va pegada al móvil todo el día, que ven la realidad a través de una pantalla y no mira a los ojos. En “Ciudad muerta” hablamos sobre los acontecimientos del 4F de Barcelona que se relatan en el documental “Ciutat morta”, en “Lo intento” de que la gente no valora el esfuerzo que costó conseguir todos esos derechos que hemos perdido en dos días... Pero luego también hay temas muy “porco” como “Pídelo otra vez” o “Última noche”, en nuestra línea de siempre de “sexo, drogas y rock and roll”. En esta ocasión quizá sí que hemos dado más cancha al tema social pero es lo que tocaba... 

Me comentabas que varios de la banda han tenido problemas laborales por no poder compaginar el trabajo con la música. ¿No habéis pensado en profesionalizaros de una manera seria y dedicaros exclusivamente a esto? 

Manu: La verdad es que no tenemos nada pensado. Lo que sí tenemos claro es que, si seguimos currando como hasta ahora, llegará. Pero, de momento, no está equilibrado el caché con los gastos que tenemos: local, furgo, los currelas, comer...salir fuera de casa cuesta una pasta y todo eso se suma para hacer el caché mínimo que todavía no hemos superado. De momento vamos sobreviviendo gracias a que vendemos muchos discos, ya que del “Grooo” llevamos más de 3.000 unidades vendidas, del “Porco Bravo” cerca de 2.500 y de este en diez días sin sacarlo todavía en tiendas ya llevamos mas de 350. Siempre hemos sido muy autosuficientes y vivimos de que la gente compre nuestros discos y nuestras camisetas. Pero el caché, lo que es petar los sitios en taquilla, en Bizkaia u otros sitios lo tenemos bien, pero en el resto del estado es complicado. Lo que nos hace falta es tener unos ocho meses al año con mucho meneo. 

De hecho ¿cuánto tiempo lleváis sin parar de girar? 

Manu: Pues mucho, pero es lo que tienes que hacer porque, si enfrías esto, es cuando empieza el lío. Volver a arrancar es muy complicado y sabemos que la única manera de estar vivo, creciendo y que la gente te llame de otros sitios es no parar de generar noticias por lo que sea: fotos, videos en redes sociales, disco nuevo... La única diferencia que puede haber entre vivir de esto o no es trabajar, trabajar, trabajar, trabajar...y después de esto tener suerte y que le gustes a la gente porque si el producto no se defiende solo estamos jodidos. 

Recientemente habéis abierto en el centro de Barakaldo la “porcodenda” para vender vuestro material. ¿Es esa otra forma de generar interés? 

Manu: El merchandising, como te decía antes, es clave para nosotros y siempre nos lo hemos planteado como modo de financiación de la banda y también como medio de publicidad porque desde el principio sabíamos que nosotros no íbamos a tener un millón de visitas en nuestros videos. Por eso, lo que hemos hecho ha sido montar esto justo aquí, al lado de nuestra gente y de nuestros bares de siempre. Esa es otra cosa que siempre ha caracterizado a Porco, la cercanía. Nosotros somos gente de barrio y la cercanía y la normalidad ha sido lo que siempre hemos buscado. Yo llevo toda la vida en la hostelería, he puesto vinos a 12 pesetas y empecé a tocar con 27 años así que esto no me va a cambiar la vida. Pero lo que sí hace es enriquecerme constantemente porque lo que tiene la música es que nunca paras de aprender y te pasan cosas muy interesantes y divertidas. Es más, creo que, en algún momento, tendremos que hacer un libro, un documental o algo. 

Si hay algo que caracteriza a Porco Bravo es el directo tan brutal que tenéis y que os ha llevado incluso a telonear a Turbonegro en su gira española. ¿Cómo os tomáis los halagos que constantemente recibís sobre la potencia que desplegáis encima de un escenario? 

Manu: Bueno... Nosotros no hacemos caso a lo que nos dicen y, al final, lo que hacemos es lo que sabemos. Recuerdo el primer concierto que dimos con esta formación en Edaska en 2009. Tocábamos con Discípulos de Dionisos y ellos mismos nos dijeron que les habíamos dado un repaso de la hostia, aunque yo no creo que fuera para tanto. Lo que sí es cierto es que había mucha energía y un concepto de sonido que trajo Pulpo muy guapo. Él trajo los amplis, los cabezales y tenía muy claro a qué tenia que sonar: Gibson, Marshall y presión. De esta manera yo me sentía muy seguro en la voz y en la actitud porque sabía perfectamente lo que estábamos transmitiendo. Desde entonces no hemos parado de dar conciertos y los grupos nos dicen que cada vez estamos más rodados y que cada vez sonamos más compactos. Pero cuando tocamos con otros, nuestra intención no es pasarnos por la piedra a nadie, vamos a lo nuestro y sabemos que tenemos nuestro tiempo de bolo en el cual queremos explotar. Hay bandas que lo agradecen y te dicen que mola porque les pones las cosas más complicadas pero bueno... A nosotros nos gusta eso de compartir cartel con otros grupos y siempre intentamos hacer lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros y, cuando nosotros hacemos la producción del concierto, como en el Antzoki o en Santana 27, siempre decidimos qué grupos van a tocar con nosotros y nos gustan que sean de un rollo que nos mole para compartirlo con nuestro público y que la peña vea que esto está vivo. 

¿Y con qué grupo es con el que mejor os lo pasáis cuando tocáis? 

Manu: ¡Motociclón! Siempre decimos lo mismo pero es que es así porque son fans nuestros y nosotros de ellos. Además, Robertez me enseñó mucho cuando empezamos y nos sentimos muy orgullosos de la relación de amistad que tenemos con ellos. 

Recientemente fallecía Lemmy, a quien llegasteis a dedicar una canción. ¿Cómo ha influido en la música de Porco Bravo el líder de Motörhead? 

Manu: En la música y en la actitud. En la primera etapa fue un referente fundamental y, de hecho, en el “Porco Show” aparecen dos temas con riffs de Motörhead y el resto también siguen esa línea. Ahora me cuido bastante y, para que te hagas a la idea, ni ceno antes de los conciertos pero sí que hubo una época, cuando no teníamos preocupaciones e íbamos a los bolos en la C15, que, tal y como contamos en “Abre gas”, constantemente sonaba una cinta con AC/DC en una cara y Motörhead en la otra. La mezcla de esos dos grupos marcó mucho el germen de la banda a la hora de hacer las canciones y también en la actitud porque sí que es cierto que, después de los conciertos, somos más golfos que la hostia. La canción “Lemmy” salió después de ver el documental que se hizo sobre él, que habremos visto unas diez veces y que todavía vemos de vez en cuando en la furgo. De las frases de la canción, excepto “maneras de vivir”, que es un homenaje a Leño, el resto son cosas que salen en la película. Por ejemplo, en el estribillo hablamos de aquello que dijo cuando le preguntaron cuál era su secreto para seguir tantos años ahí y él respondió: “es muy sencillo, no muriendo”. Y es así, porque cuando hablamos con grupos más veteranos siempre nos dicen lo mismo: “Aguantad, seguid trabajando, que nosotros no vamos a estar siempre”. Yo creo que eso es lo que fue Lemmy y de lo que se trata en este negocio: grabar-girar, grabar-girar, grabar-girar...