Entrevista: Ilegales

"La rebelión no es solo conveniente sino imprescindible"

Por: Kepa Arbizu
Fotografías: Javier Rosa

Va a haber que tomarse en serio aquellos versos que cantaba Jorge Martínez en los que se presentaba como un aparecido regresando de la muerte invencible. Sus andanzas musicales parecen no tener fin, y no solo eso, sino que en su regreso tras casi un lustro de hibernación con Ilegales se ha manifestado insuflado de más energía y actitud que nunca. El cerebro de este "enfant terrible" del rock sigue destilando espíritu punk en forma y fondo, como se demuestra en un nuevo disco -de rotundo título ("Rebelión") y presentación (La estatua de "El ángel caído")- repleto de riffs abrasivos y de un tan conciso como directo discurso. Enfrentarse al verbo ágil de este asturiano es tan cautivador como incendiario, tal y como se demuestra en la siguiente charla...

"Rebelión" es el segundo trabajo con material nuevo que publicáis desde vuestro regreso en 2015, ¿siempre tuviste claro que volvíais con vocación de continuidad o en la decisión de hacer un nuevo disco ha influido la excelente acogida del anterior "La vida es fuego"? 

Jorge Martínez: Lo hemos hecho porque son canciones urgentes, porque nos entusiasmó la idea. En el momento histórico que vivimos la rebelión no es solo conveniente sino imprescindible. Fíjate como han cambiado las cosas desde que en el 82 apareciera el primer disco de Ilegales. Estrenábamos un mundo sin censuras, los derechos laborales habían crecido considerablemente, la enseñanza pública mejoraba un montón, la sanidad estaba creciendo hasta ser universal… Ahora mismo vivimos un momento en que no solo se censura con la ley mordaza sino por esos espontáneos que se sienten heridos por todo. Luego vemos que centros de educación privada están subvencionados con nuestro dinero, lo mismo con la sanidad, restringida y destruida, derechos laborales inexistentes... Lo peor de todo es que la gente se conforma con nada, con una miseria, aquí hay trazas de un país subdesarrollado, por eso es imprescindible una rebelión. Esa es la motivación del disco.

En los ochenta ya hablabais de levantarse y luchar, ahora de rebelarse, ¿no cambian las cosas?

Jorge Martínez: Pero no es un tic que hayamos adquirido en ese momento y del que no podamos liberarnos, es una necesidad muy concreta. Entonces lo hacíamos llenos de esperanza, ahora mismo la gente se conforma con un trabajo de mierda, con sueldos de hambre.. Cómo se tienen que estar riendo los hijos de puta que se han llevado todo nuestro futuro a Suiza, a las Islas Caimán, a Panamá...

Estamos ante un nuevo trabajo que desprende inmediatez, un espíritu sobrio y directo, con canciones que raramente llegan a superar los tres minutos. ¿Esa concisión era un concepto buscado? 

Jorge Martínez: Vivimos momentos en los que la inmediatez es una constante en la vida actual, necesitábamos un disco muy corto. Y nos ha costado tiempo resumirlo de esta manera, condensar las cosas no siempre es fácil. Lo queríamos así y el público ha reaccionado como esperábamos. Estamos viendo por las escuchas en las plataformas que se oye de manera muy uniforme, la gente no lo quita y pasa a otra cosa. 

Muchas veces en la arte, y en la música en concreto, el intento por buscar esa vocación universal olvida referirse al momento concreto, aquí aparece esa intención de hacer de banda sonora de un instante...

Jorge Martínez: No sé que ocurrirá con estas canciones dentro de unos años, son muy actuales, para este tiempo, pero creo que no se van a deteriorar fácilmente, porque como todas las canciones de Ilegales enraízan muy profundamente en la naturaleza humana. 

En una grabación como ésta, tan concisa, directa y realizada en vuestros propios estudios, La Casa del Misterio, sin embargo delegáis los procesos de mezcla y masterización a personas externas. ¿Sentíais necesaria añadir una mirada externa? 

Jorge Martínez: Está muy bien cambiar de estudio por una razón, si hay algún error se puede ver, y como ahora todo queda memorizado digitalmente se puede modificar. La mezcla fue con Haritz Harreguy, que ha hecho un gran trabajo, y para masterizar mandamos a varios estudios para probar hasta dónde podían llegar y al final lo hicimos en Ultramarinos. Le dieron el punto necesario, sin poner ese barniz que acaba quitando toda la fuerza, porque al final eso que llaman masterizacion es una igualación que acaba castrando todo lo musical, lo humano.

¿Qué dirías entonces que han aportar al sonido del disco? 

Jorge Martínez: Han aportado todo porque les hemos exprimido al máximo, y lo han hecho con generosidad. Han hecho un excelente trabajo, de hecho tengo que felicitarles, sobre todo porque que un disco de rock alcance el numero siete de ventas, es raro.. Algo que creo es bueno no solo para Ilegales sino para la artes mismas, que un trabajo no concebido con fines comerciales alcance ese nivel es para felicitar a todo el equipo.

Lo que desacredita esa teoría de que la gente lo que quiere consumir es un producto prefabricado y sin sustancia...

Jorge Martínez: Ahora mismo estamos viendo que el público no es tan estúpido como se cree, se le puede idiotizar, aleccionar para que sea tonto, pero no hay que presuponerlo. Que a veces lo es un poco, o bastante, y tiene las artes que se merece, pero que hay un porcentaje alto que quiere otra cosa es verdad también. 

Pese a ser un disco en el que predomina ese carácter incisivo y mirando a lo que sucede alrededor no renunciáis a lo que es una seña identificativa de la banda como son esos pasajes más intimistas y líricos, por ejemplo "Tatuaje invisible" o "El bosque fragante y sombrío". Ambas representan dos caras de unos mismas Ilegales… 

Jorge Martínez: Has acertado plenamente, si, son canciones mas intimistas, y probablemente más peligrosas. "Tatuaje invisible" es premonitoria, tengo que tener cuidado con lo que escribo, me joden los profetas pero no cabe duda de que soy uno de ellos. Habla de ese tatuaje que todos llevamos dentro y un día nos devorará. Para unos es el cáncer, para otros una verdad cruel que no pueden arrojar fuera, o una mezcla hostil de dignidad y de estupidez... En mi caso fue una tuberculosis, no llegó a entrar de lleno, pero estuve seis meses tomando antibióticos. Me repuse totalmente pero di dos conciertos con tres litros de líquido en el pulmón izquierdo, y me podía haber causado una parada cardiorespiratorio, sobre todo con el esfuerzo enorme que supone un concierto de Ilegales, y los que estamos preparando para esta gira van a ir a toda velocidad, con un repertorio que quita el hipo.. 

¿Resulta laborioso encajar canciones provenientes de épocas tan diferenciadas para que suene todo igual? 

Jorge Martínez: Pero es que lo bueno es que suenen distintas, que cada una suene a su momento, eso es lo que hace que se mantenga la tensión. Hay una gran variedad pero cada una suena en su estilo, y el cambio que producen es la leche...

En el otro extremo respecto a esos temas intimistas está uno como "Mundo carapijo", en el que arremetes contra esa felicidad bobalicona que sirve, tal y como cantas, para mimar al mal, cediéndoles así la oportunidad de dominarnos.. 

Jorge Martínez: Sí, el mal triunfa porque los buenos no se oponen a él. Es necesario hacerlo, es imprescindible. Hemos llegado a esta situación porque no se les ha cortado el rollo, hemos padecido durante mucho tiempo un gobierno que se ha dedicado a mimarles, se ha montado una estafa a nivel internacional muy bien orquestada. Y aquí estamos, con todos los derechos restringidos y en un mundo para cuatro apellidos.. 

Los “carapijos” tienen su propia banda sonora también... 

Jorge Martínez: Si, ellos tienen la suya, pero Ilegales no está incluido en ella con toda seguridad (risas). La gente oye cada porquería que alucinas. Los grandes colchones de dinero que tienen gracias a esa estafa les permite ser imbéciles, y ademas son refractarios a la cultura, ¿cultura para qué?

En Ilegales siempre han destacado unas portadas impactantes, pero ésta es especialmente bonita, ¿tenías ya en mente utilizar esta representación del Diablo o surgió como consecuencia de las propias canciones? 

Jorge Martínez: Llevaba bastante tiempo pensando en hacerlo, y era inevitable en un titulo como "Rebelión" no sacar a "El ángel caído", el ángel rebelde. Es una estatua que está en el Retiro, siempre me había llamado mucho la atención, es la verdadera imagen de la rebelión. A los rebeldes se les pone siempre como seres monstruosos, pero esta es una estatua bella, trágica pero bella, siempre me ha impresionado muchísimo. Por cierto, está situada a 666 metros de altura...

Hay varios canciones en el disco que abordan el tema de las drogas- incluido el alcohol- como "No tanta, tonto" o "Mi copa y yo", pero lo hacen sin ningún afán especialmente mitificador, casi al contrario, algo que en este mundo de sexo, drogas y rock and roll no suele ser muy habitual.

Jorge Martínez: "Mi copa y yo" es una mirada glacial al alcoholismo, es una canción muy sincera, y probablemente sea de las mejores letras que he escrito nunca. Hablo de un mundo que conozco bien, no es que haya padecido problemas con el alcohol, aunque resacas me he comido tremendas por excederme, pero no bebo todos los días, no soy una personalidad adictiva. E igual con las drogas, eso de meterse una ralla y otra.. Yo no hago esas cosas, llega un momento que digo se acabó. Y si te pones, no tomes tanto, tonto. No aconsejo que nadie tome drogas, pero ya que gran parte de la población lo hace, lo aconsejable es una cierta mesura. Cada bebida y cada droga te aleja de quien quieres ser, te hacen menos combativo. Estos descansos químicos, o de cualquier toro tipo, ayudan a que el guerrero se mantenga con sus armas en forma, a veces hay que parar y olvidar un poco el planeta diario para volver con mas fuerza y reclamar tu sitio en él.

Acerca de "Mi copa y yo", a pesar de estar pasada por el filtro eléctrico y acelerado tiene una cadencia de tango... 

Jorge Martínez: Sí, en realidad es un tango acelerado. Es posible que éste sea el primer tango realmente punk de la historia.. 

¿Todavía te gusta sacar a relucir y sacar jugo de los ritmos no anglosajones como hiciste en el proyecto Los Magníficos? 

Jorge Martínez: Pero ya desde el primer momento en Ilegales se utilizaron elementos de otros tipos de músicas. La única posibilidad de superveniencia que tiene el rock and roll y por lo que es tan valioso es porque puede combinar otros estilos; puede devorar otras cosas, tiene estómago suficiente para eso, es un buen triturador. Un grupo tan conocido como los Beatles lleva elementos de tumbao, por ejemplo, en la introducción de "Michelle", y han recogido cosas de la bossa nova, del jazz, de música europea.. Es bueno utilizar todos estos ingredientes cuando están disponibles y se conocen bien.

Decides cerrar el disco con el "El bosque fragante y sombrío", un tema menos directo, menos primitivo, mucho más instrumentado y recargado... 

Jorge Martínez: Es la canción probablemente menos rock, si, en realidad es la fusión de músico disco con secuencia de acordes de bossa nova, armónicamente es mucho más complicada, es una despedida no solo del disco sino de la propia vida: "Hoy empieza a ser ayer". Todavía no me falta juventud, pero creo que el momento de despedirse no es hacerlo cuando estás agonizando, eso puede ser incluso hasta repulsivo, hay que hacerlo cuando amas la vida y estas lleno de ella, despedirse con energía. Es un tema que puede resultar triste, pero más que eso creo que es reflexivo... 

Acabar con un tema así, sumado a esas reflexiones que hemos comentado sobre las drogas , le dan al álbum un tono nostálgico, como si latiera una preocupación por el paso del tiempo en buena parte de él... 

Jorge Martínez: Sí la hay. Siempre he pensado en ello, desde muy joven. Hay un momento en el que adquieres tal cantidad de experiencias que empiezas a mirar al pasado, eres consciente de que tienes uno, y eso me pasó a mí ya con muy temprana edad. Con siete años ya miraba atrás,  recordaba los juguetes, las experiencias, los animales y bichos que había conocido... En una canción del disco anterior digo: "El presente está hecho de pasado y futuro”. Es así.

Y para encontrarnos con estos Ilegales con un presente arrollador, ¿crees que hubiera sido posible sin ese parón al que sometiste a la banda? 

Jorge Martínez: ¡Tienes razón! Creo que el parón nos ha sentado muy bien. No me parece licito vivir de las rentas y tocar las canciones de siempre, está bien introducir cosas nuevas. A mí personalmente me ha sentado muy bien a nivel creativo. Empezaron a aparecer las canciones casi contra mi voluntad, soy bastante cabezón y no quería dar mi brazo a torcer y volver con Ilegales, pero cuando aparecieron todas las que hay en “"La vida es fuego" tuve que decir ¡adelante! Y todavía quedan muchas canciones que la fuente está dando, cuando se produce ese entusiasmo y empiezan a llegar… Es posible que sea consecuencia de haber dejado la fuente revitalizarse.

¿Hay algo de estos Ilegales que no tuvieran aquellos primeros? 

Jorge Martínez: Somos una máquina muy eficiente, pero lo éramos también antes. No ha variado mucho, es muy difícil que nos juntemos y no fluya algo valioso, y es ese espíritu el que se mantiene desde siempre; han cambiado los miembros, claro, pero esa manera de funcionar se ha mantenido, somos muy creativos. La máquina es eficiente por los músicos, son muy buenos siempre.

Dado el tiempo que lleváis en la música, Ilegales ha acumulado seguidores de diferentes generaciones, ¿cuáles dirías que son los ingredientes que maneja la banda para ser capaz de atraerles? 

Jorge Martínez: Esto es un grupo de rock de verdad, con una vida a veces turbia, pero capaces de lo peor para hacer lo mejor. A la larga la verdad es menos peligrosa que la mentira. Cuando más se nos conoce más se nos valora. Gente que lo hace al principio superficialmente luego indagan un poco y acaba leyendo a Nietzsche y cosas así..