The Jayhawks, mostrando el camino de salida



Teatro Rialto, Madrid. Miércoles, 14 de julio del 2021.

Texto y fotografías: Skar P.D.

Hay situaciones nuevas en esto de los reencuentros con la música en directo. La distopía que comenzó hace más de un año sigue presente, y esto produce nuevas sensaciones para las que no existen referentes y por lo tanto requieren un periodo de adaptación con el que no se contaba y para el que, quieras o no, no se está preparado. ¿Influye esto en la percepción y asimilación de la música en directo?

The Jayhawks tiene una relación, se diría que especial con este país, por eso que se conviertan en la primera banda foránea en realizar una gira por España, en la situación actual, no deja de tener un añadido emocional diferente a todo lo experimentado hasta ahora. No hay muchas bandas que conciten esta especial simbiosis con el público y, quizás y gracias a eso, parecieran de las más adecuadas para esta nueva iniciación en el ritual de asistir a un concierto.

En principio la gira española de The Jayhawks se debería haber producido hace más de un año y medio como consecuencia de la publicación de su último trabajo llamado de forma que, pronunciado en español, puede que tengas unas connotaciones un tanto controvertidas. En realidad "XOXO" no deja de significar "besos y abrazos" y no deja de ser un homenaje al casi homónimo "XO" de Elliot Smith y además, y todo hay que decirlo, aparentemente no figuraría entre lo más selecto de su discografía. No siempre la democratización en las labores de creación se refleja en unos buenos resultados y en este disco Gary Louris abrió la vena compositiva al resto de la banda con resultados irregulares. En realidad daba igual porque The Jayhawks atesoran tal arsenal de inmaculadas canciones y un tan elevado número de fieles que garantizan siempre el éxito en sus giras españolas. Nadie contaba con las mascarillas.

La banda madrileña Salto abrió en un breve y correcto concierto en el que Germán Salto dejo patente su emoción por telonear a una de sus bandas predilectas. Además ofrecieron dos nuevas canciones cantadas en castellano lo que, sin duda, les abre nuevas expectativas.

Con todo el mundo sentado, mascarilla puesta, con asientos vacíos de seguridad a los lados y toda esa serie de cosas, la presión ambiental previa a la salida de la banda a la que has ido a ver es la que es, lo que lo que no fue óbice para que una atronadora ovación saludara la aparición en escena de The Jayhawks Incluso hubo conatos de ponerse de pie, pero ya se sabe.

Que había ganas era evidente pero a pesar de eso había cierta frialdad producto de la situación más que nada porque, otra cosa no, pero las expectativas que despiertan los de Minneapolis no se llevan bien con el concepto de frialdad al uso.

En cualquier caso "I'm Gonna Make You Love Me" y "Waiting For The Sun así seguiditas pusieron las cosas en su sitio. "This Forgotten Town" a continuación sonó más potente que en el disco, el mencionado "XOXO", y apunta maneras a convertirse en un nuevo clásico. De todas formas y contra lo que pudiera ser previsible el setlist ofrecido no se basó en este último disco más bien fue un repaso por toda su discografía   con alguna excepción ya que, por ejemplo, de "Mockingbird Time" no tocaron ni un solo tema a diferencia de la triada mágica que configuran "Rainy Day Music" (con hasta seis canciones), "Smile" y "Tomorrow the Green Grass". Y en ese sentido la interpretación de "Tampa To Tulsa" con el batería Tim O'Reagan alternando en las voces con el Louris proporcionando el primer momento de conexión vital y de magia con una audiencia predispuesta a ello. La ovación durante la canción y al final de ella dieron buena fe de ello.

A partir de ahí el concierto cogió velocidad de crucero, y la simbiosis entre la banda y la audiencia se hizo más férrea. Y sonaron "I'd Run Away", "Save It For A Rainy Day", el "Everybody Knows" de The Chicks en una cálida versión y, de nuevo con el O'Reagan a la voz principal, "Society Pages" que de alguna manera dejo entrever que las canciones del último disco, algunas por lo menos, se defienden mejor en directo que en la grabación.

La recta final encontró a unos Jayhawks mucho más cómodos y cercanos que al principio y cuando después de una conmovedora interpretación de "Stumbling Through The Dark" cerraron con una desgarradora versión de ese himno del country, cercano a los sonidos más sureños, que es "Tailspin", por momentos pareció que la atmosfera, la añorada atmosfera de los conciertos en directo, cobraba vida de nuevo.

Hubo bises claro por absoluta aclamación popular de un lleno, hasta donde se podía, teatro Rialto, petición traducida en palmas acompasadas y durante un buen rato. Así que Gary Louris a la acústica y Karen Grotberg al piano salieron para darse un respiro ante de que, con la banda al completo, abordaran la maravillosa "Quiet Corners & Empty Spaces", única concesión al sensacional "Paging Mr. Proust", la versión del "Until You Came Along" compuesta por el Louris para el supergrupo paralelo Golden Smog y de esa guisa con la gente cantando a coro lo de "With my friends I used to follow...that's until you came along" dieron paso a "Bad Time", clarísimo ejemplo de apropiación de una canción aparentemente menor para convertirla en santo y seña de una generación posterior a la de sus creadores originales. Y si oyes "Bad Time" y no te entran ganas de abrazar a la persona que tienes al lado es porque en plena pandemia el asiento de al lado está vacío.

El concierto de The Jayhawks es el primer intento real de la vuelta de las giras en la postpandemia y para ello nada mejor que retomar las melodías y las armonías de una de las bandas que se han ganado a pulso el reconocimiento de un público fiel. Poco importaron los estruendosos silencios después de los aplausos entre canción y canción de tal modo que se podían oír los comentarios de la banda y esa salida del recinto siguiendo las indicaciones que se daban por megafonía con indudables connotaciones orwellianas. A final de todo si hay una cosa clara es que las melodías de las canciones luminosas de bandas como The Jayhawks son una vacuna eficaz para salir de una vez de esta situación.