Por: Sergio Iglesias
Tercera vez que yo, personalmente, veía a Carolina Durante, la banda que ha hecho el camino inverso al recorrido natural de cualquier músico. Me refiero a que, si cualquier banda ha tenido que chupar barro en salas pequeñas o garitos de mala muerte, los madrileños pegaron el pelotazo enseguida gracias a su archiconocido hit “Cayetano”, e inmediatamente pasaron al circuito de grandes festivales. Por supuesto que también han probado el barro, no lo dudo, pero es cierto que no tanto como otras bandas. Este hecho, que a los puristas les podría dar la excusa perfecta para empezar a escupir su bilis de veteranos defensores del “rock único y verdadero”, y tacharlos de banda comercial y que no merecen estar en medios rockeros, no es más que un prejuicio, como otro cualquiera. Por suerte, por fin podemos verles presentando su último trabajo, “Cuatro chavales”, en salas, lo que nos dio la oportunidad de disfrutar de la banda de otra manera… de una manera mejor.
El aperitivo lo pusieron Monte Perdido, que se presentaban en Bilbao para dar a conocer los temas de su trabajo de debut, con su mezcla de pop garagero y post punk, y que oficiaron durante media hora, dejándonos con ganas de más.
Tras estos intensos treinta minutos, un breve descanso para preparar todo para el concierto de la noche en un Kafe Antzokia, que había colgado el cartel de “No hay billetes” y que se veía abarrotado, sobre todo, de sangre joven… hay esperanza. Más aún cuando Carolina Durante salieron a escena al son del “Cuidado” de Eskorbuto. Si esto no es una declaración de intenciones en toda regla, yo ya no sé...
La cosa es que salieron, como siempre, enrabietados y sin dejarse nada en el camerino, como pudimos comprobar a lo largo de la hora y cuarto (más o menos) que duró un bolo trepidante en el que sonaron nada más y nada menos que 25 temas de la banda. De su último trabajo sonaron todas, como era lógico, ya que la excusa de esta gira es presentar ese “Cuatro chavales”, en el que han sabido reinventarse, acercándose a ritmos más post punk y pop, sin perder la esencia que les que les ha consolidado como una de las bandas con más futuro del rock estatal.
Como ya hemos dicho, la banda tiene una legión de fans de ambos sexos que corearon hasta la última palabra de cada uno de sus temas, entusiasmados y entusiasmadas, desde el garaje salvaje de “Aaaa#$!&” hasta el pop de “El parque de las balas”, los coros punk de “Urbanita”, el post punk de “Nuevas formas de hacer el ridículo”, (me encanta la mención al Mikel de la canción y la historia que hay detrás), tema que, de alguna manera, adelantaba lo que sería el sonido de la banda en el segundo trabajo, hasta los hits como “Perdona (Ahora sí que sí)”, la versión del tema de Marcelo Criminal, que popularizaron junto a Amaia, pasando por las últimas composiciones de los madrileños , como “La casa Kira”, que recientemente han presentado junto a Orslok.
Tampoco faltó, ¿cómo no?, la historia de Cayetano, que va a peor y ya no vota a Ciudadanos, como hace unos años, sino que ya vota a VOX. Un tema que corre el peligro de llegar a cansar, y que, por eso mismo, Carolina Durante que, en el poco tiempo que llevan en este mundo, se están destacando por ser los más listos de la clase, lo que hacen es llevarla a otro terreno diferente de lo habitual, mucho más sucio y punki, que daba paso a la última parte del bolo que se cerraba con “Las canciones de Juanita” y con “Famoso en tres calles”, donde aparece una frase que, en mi opinión, es tan absurda como maravillosa: “Se dice que consiguió la máxima puntuación en el molómetro del dragón suertudo”… ¿es o no es una genialidad?
En fin, que si alguien tiene dudas de si Carolina Durante son para tanto como dicen, sólo tiene que verlos en directo. Actitud punk, una colección de hits imbatibles y una puesta en escena tan salvaje como efectiva. Sí, son comerciales, venden discos y tocan en festivales como el BBKLive. ¿Y qué?
