Julian Lennon: "Jude"


 Por: Àlex Guimerà

Fue el primer hijo de un "beatle" en nacer y también en publicar un álbum ("Valotte", en 1984), con el que alcanzó cierto éxito además. Luego llegarían Dhani Harrison, James Mc Cartney, con sus distintos proyectos (algunos de gran interés), Zack Starkey encargándose de la batería en los Who, y su hermano de padre e hijo de Yoko, Sean Lennon, quien le ha ido eclipsando con sus actividades underground, colaboraciones y discos (reseñable el "Friendly Fire" de 2006).

La carrera y vida de Julian, claro está, se encuentra marcada por ser el primogénito de una leyenda como John Lennon, por su prematuro rechazo por parte de aquel, por la relación entre sus padres y, en especial, por ser el protagonista de una de las más maravillosas creaciones que hicieron nunca los Beatles: "Hey Jude". Compuesta por Paul McCartney, quien fue testigo directo de la separación de su compañero de banda y la madre del pequeño Julian, decidiendo cambiar el nombre original de la canción Jules por Jude.

Ahora Julian recoge el testigo y titula su séptimo álbum de estudio -tras 11 años desde "Everything Changes"- con dicho nombre, sin rehuir así de la "marca Beatle", y en cierto modo, aprovechándola comercialmente. Para la portada la escogida es una foto suya de niñez, emulando la portada de uno de los discos de recopilación de canciones de su padre, por si algo no había quedado claro.

"Jude" es un disco introspectivo, madurado durante más de diez años, en un periodo en que el hijísimo ha ido publicando cuentos infantiles y juveniles, pero también algún que otro single aislado. Un momento vital en el que ha perdido a su madre Cynthia (en 2015) por culpa de un cáncer de pulmón. Al parecer algunas de las canciones que componen este álbum habrían estado escritas desde hace años, pero han sido incluidas en este nuevo repertorio remozadas en la la producción y bajo un ambiente íntimo, delicado y muy elaborado.

El toque de los primeros Radiohead aparece en la tremendista "Save Me", "Freedom" es pop en suspensión, música de ambiente que conecta con el Paul McCartney del "Chaos And Creation in The Backyard" (2005) y la melódica "Love Don't Let Me Down" (¿guiño a la canción?) nos regala unos arpegios preciosos.

El tono general de las piezas de "Jude" nos evoca a ciertas bandas británicas de la época post-brit pop de finales y principios de siglo (Budapest, Gene, Starsailor, Embrace....), en donde los arreglos estaban cuidados, la delicadeza era su punta de lanza e incluso se movían entre texturas almibaradas, ejemplos de ello son "Round And Round Again" o "Love Never Dies". "Every Little Moments" y "Lucky Ones", cargadas además de sonidos ochenteros, mientras que con la acústica "No One Night" nadie puede poner en duda quién fue su padre. En la final "Gaia" participan Paul Buchanan de los Blue Nile's y la cantautora suiza-japonesa Elissa Lauper. El tono romántico de piano y violines incide en una pieza etérea y taciturna, consiguiendo ofrecer un bonito cierre a "Jude".

Melancolía a raudales por parte del hijo semi-abandonado por el mito de Liverpool y una producción sonora artesanal de un músico surgido en plena década de los ochenta son elementos clave para un disco que sin alcanzar altas cotas se deja escuchar y sobre todo se deja querer.