Neil Young en 10 discos y 10 canciones

 
Por: Ricardo Virtanen.

En 2023, Neil Young sacaba su último trabajo: "Before and After", su 45 álbum de estudio, que reunía canciones de su vida entre 1966 y 2022, grabadas en acústico. Hagamos un repaso de su extensa discografía, y seleccionemos sus discos y canciones más representativas, donde destacan irremediablemente los publicados en su década dorada: 1969-1979. 

Neil Young lleva en mi vida desde que, con 14 años, escuché por primera vez Zuma. Y sin duda, ha sido un cantante que he visto media docena de veces, la primera, cuando visitó Madrid en abril de 1987, Auditorio de la Casa de Campo de Madrid, junto a los incombustibles Crazy Horse. 

1.- Harvest (1972) 

"Harvest" es el disco de mayor éxito de su carrera, el más vendido en EE. UU. en 1972, y seguramente uno de los mejores de la década del setenta. Predomina el country rock en casi todos los cortes, con acompañamiento de los Stray Gators (no de los míticos Crazy Horse), con colaboraciones de Crosby, Stills & Nash, Linda Ronstadt y James Taylor. Todas las canciones son memorables, si bien destacan dos: “Heart Of Gold” y “Old Man”, cumbres de su carrera. Llamativa es la pieza “The Needle And The Damage Done”, dedicada al guitarrista de Crazy Horse Danny Whitten, fallecido en 1971 por consumo de drogas. Mientras “Alabama” tendrá respuesta en la mítica canción “Sweet Home Alabama”, de Lynyrd Skynyrd, portadora de un mensaje de rock sureño, lejos del pensamiento de Young en torno a la esclavitud o el racismo. Rolling Stone lo colocó el 78 de su lista de los mejores 500 discos del rock. 

2.- Zuma (1975)

"Zuma", séptimo de sus álbumes, resulta otro alto eslabón de la cadena de obras maestras generadas por Neil Young en los setenta, justo después de la conocida “Ditch Trilogy” (con trabajos de 1973, 1974 y 1975). En 1975, tras la muerte de Danny Whitten, el canadiense retomó como banda a los Crazy Horse (ausente del combo del canadiense desde 1969), uniendo al grupo al magnífico guitarrista Frank ‘Poncho’ Sampedro. Sin duda, "Zuma" engendró la leyenda de un músico único en la esfera internacional, que la crítica tomó como obra maestra sin fisuras. “Cortez The Killer” resulta un alegato anticolonialista español, con uno de esos solos infinitos de Young, que hizo estragos en los grupos de los noventa, mientras la balada “Through My Sails”, que cierra la cara B, es otra joya de interpretación y delicadeza. También destacan “Don’t Cry No Tears” y “Barstool Blues”, que abren y cierran la cara A, canciones de relaciones amorosas consumidas- Todo ello coloca a Zuma entre sus obras fundamentales, puesto arriba, puesto abajo. 

3.- After the gold rush (1970) 

Es otra de las obras de Neil Young, sin duda entre sus tres mejores trabajos. Muchos lo consideran su mejor obra, que se publicaba en medio del éxtasis de los éxitos cosechados por el cuarteto Crosby, Stills, Nash & Young, que había publicado su mejor legado "Dejá Vù" en 1969. Significaba una vuelta de Young a sus proyectos en solitario. “Tell me why” abre la cara A, y se significa en toda declaración de intenciones, dentro de lo que se conoció como country rock, a la que se sumaban otros títulos, como la homónima “After The Gold Rush”. La participación de Crazy Horse prefijaban su lado eléctrico en canciones como "Southern Man" y "When You Dance You Can Really Love”, en un álbum plenamente variado.  Ocupó el puesto 71 de los mejores 500 álbumes del rock, según Rolling Stone, y Time lo consignó como uno de los mejores 100 discos de la historia del rock. 

4.- Everybody knows this is nowhere (1969) 

Segundo disco de Neil Young en solitario, tras su aventura con Buffalo Springfield. Su primer vinilo: Neil Young (1968), había resultado un fracaso. Pero ahora Neil reunía una verdadera colección de piezas memorables. Para ello se unió a The Rockets, que mutó a Crazy Horse, el grupo que le acompañó toda la década, con la participación de Danny Whitten, Billym Talbot y Ralph Molina. Solo la cara A incluía los imponentes cortes “Cinnamon Girl”, “Every Body Kwows….”, “Round & Round” y “Down By The River”. En este última canción, como también en “Cowgirl In The Sand”, Young se embarca en un solo de guitarra infinito, que más pronto que tarde hará estragos en multitud de bandas de rock que seguirán su modelo guitarrístico. Rolling Stone lo coloca el 203 de los mejores 500 discos de rock. 

 5.- Rust never sleeps (1979) 

Onceno disco y mítico disco del músico canadiense, que catapultaba su vena punk, y que anunciaba nuevas vías de rock, como el grunge de los noventa, y a grupos de rock alternativo como Sonic Youth. Gran parte del disco fue grabado en directo, en la Boarding House de San Francisco (California) en 1978, con añadidos posteriores de estudio. En cierta manera, Young eliminó parte de los ruidos del directo, aunque se percibe público en algunas canciones (como en el primer corte). El tema estrella del mítico álbum (que tiene una parte acústica y otra eléctrica) es “Hey Hey, Me Me”, que aparece grabada dos veces, de una y otra forma (“Out Of The Blue” y “Into The Black”), y que fue el único sencillo. La canción, por cierto, se citada en la carta de despedida del suicidio de Cobain, al escribir el verso: «It's better to burn out than to fade away». Sin duda, nos encontramos ante un disco perfecto, sin fisuras, nombrado por Rolling Stone mejor disco de 1979. 

6.- Ragged Glory (1990) 

Su vigésimo trabajo de estudio, fue el disco más hard rock de su carrera. Continúa los logros conseguidos en "Rust Never Sleeps", y los expande. Vuelve acompañarse por los incombustibles Crazy Horse, y se adelanta un año al surgimiento deL grunge, convirtiéndose en padrino del movimiento de Seattle. Esto fue clave en la posición de Young en el ámbito internacional del rock. Ya no era una star de los 70, de la generación de Woodstock, sino que se convertía en guía espiritual de los nuevos movimientos, alentando a grupos como Sonic Youth, Nirvana, Pearl Jam o Phish en el uso de la técnica de retroalimentación en la guitarra, como el feedback. De hecho en la gira de su presentación llevó los grupos Social Distortion y Sonic Youth. No cabe duda de que “Mansion On The Hill” es la canción fetiche del álbum, una obra maestra, mientras «F*!#in' Up» es la que muestra mayor originalidad, de la que Pearl Jam hizo un versión en sus directos. Rolling Stone lo incluyó entre los mejores discos de la década y lo denominó “monumento al espíritu del garage”. 

7.- Tonight’s the Night (1975) 

Sexto álbum del canadiense, grabado en 1973, "Tonight’s The Night" es el disco en el que Young se enfrenta a las muertes de Danny Whitten, guitarrista de Crazy Horse, y Bruce Berry, su roadie y amigo personal, ambos por sobredosis. Se trata del tercer volumen de su Ditch Trilogy (tras el directo "Times Fade Away" y "On the Beach"), auspiciada por la repentina muerte del guitarrista y amigo Danny Whitten y caracterizada por la elaboración de un sonido oscuro, deprimente. Como tal, es un disco sombrío y pesimista, con la única excepción de la más rockera “Come On Baby Let’s Go Downtown”, compuesta junto a Whitten e interpretada en directo con el malogrado guitarrista junto a Crazy Horse. Pero sin duda, el tema estrella es el que entreabre la cara A, la homónima “Tonight’s The Night”, que aparece, además, cerrando el disco, con una versión más blusera. Al contrario que sus otros dos trabajos de la Trilogía, obtuvo unas magníficas críticas de la prensa musical. Aparece en el puesto 331 de los 500 mejores del Rock de la revista Rolling Stone. 

 8.- On the beach (1974) 

El segundo trabajo de la ‘Dicth Trilogy’, y el quinto álbum de su discografía. Nos hallamos, sin duda, ante un disco maldito a todas luces, con un tono mayormente desolado, sombrío, apesadumbrado, aunque con un sonido más melódico y acústico que los otros álbumes. Tras su publicación en 1974 , y obtener unas ventas muy flojas, estuvo descatalogado más de dos décadas, hasta 2003, cuando se volvió a editar en CD. Lo cierto es que el paso del tiempo le sentó bien al disco, que fue ovacionado por la crítica musical de manera retroactiva- La cara B es la que contiene las mejores canciones: "Ambulance Blues", "Motion Pictures" y "On the Beach”. En la cara A, destaca “Revolution Blues”, extrañamente dedicada a Charles Manson. La Rate Your Music lo colocó en el puesto 77 de los mejores álbumes de todos los tiempos. 

9.- Freedom (1989)

 Con la salida de ""Freedom, Neil Young combatió las críticas negativas y el alejamiento de su público de siempre, que le había dado la espalda en los 80’s. Ficha con Reprisey Records, y vuelve a lanzar un trabajo de altos vuelos. A imitación de Rust Never Sleeps, abre y cierra con la misma canción, la opulenta “Rockin´ In The Free World” (versión acústica y eléctrica), en la que se oponía a la administración George H. W. Bush, pero que finalmente se le volvió en contra, porque sirvió de himno a los republicanos americanos a favor de la caída del comunismo en Europa. El uso de la distorsión y el feedback influyó en estilos posteriores, como el grunge. Tres de sus mejores canciones, Don't Cry», «Eldorado» y «On Broadway” fueron adelantadas en EP. La crítica musical norteamericana alabó por fin un disco de Young en esta década y lo colocó entre lo mejor de su abundante discografía. Fue disco de oro en EE. UU. y Canadá

10.-Comes a Time (1978) 

Nuestra última apuesta, es otra joya de su dorada década de los 70’s, grabado entre 1974 y 1977 y publicado justo un año después de su brillante recopilatorio Decade (1977). Resulta su décimo álbum de estudio, y supone una definitiva unión en la música del canadiense del country y del folk en una sola toma, por lo que conforma una extensión natural del exitoso Harvest. Curioso es que el mejor tema del disco, “Human Highway”, fuera en realidad una canción que Neil había dejado a su formación Crosby, Stills and Nash, para un disco de 1974, pero que nunca se llegó a publicar. En principio el álbum presentaba canciones realizadas por Young en solitario (voz, guitarra y armónica), pero Reprise, su casa de discos, le obligó a que sumara algunos cortes más con acompañamiento de banda, por lo que se unió a la fiesta Crazy Horse, dejando algunas canciones más sobrias y eléctricas (“Lotta Love”). Además, hallamos una brillante colaboración: la cantante Nicolette Larson, que hizo coros e interpretó “Motocycle Mama”. Un disco, pues, plenamente acústico que integra para su repertorio de siempre algunas obras maestras, como “Comes a Time” o “Human Highway”. 

Y otros diez: Psychedelic Pill (2012), American Stars’n Bars (1977), Harvest Moon (1992), Time Fades Away (1973), Neil Young (1968), Haws & Doves (1980), Silver & Gold (1990), Everybody’s Rockin’ (1983), Sleeps With Angels (1994) y Le Noise (2010). 


LAS 10 MEJORES CANCIONES DE NEIL YOUNG (Decálogo neilyoungiano) 

1.- «Heart of gold» (Harvest, 1972) 

 En el álbum recopilatorio Decade, Young la definió como: «La canción me puso en el medio de la carretera. Viajar por ahí pronto se convirtió en un aburrimiento, por lo que me lancé a la cuneta. Un camino difícil, aunque conocí gente interesante”. La canción forma parte de un grupo de composiciones que compuso su autor durante un periodo con una lesión en la espalda, que le alejó de los escenarios y de tocar guitarra eléctrica.

Colaboraron en la canción James Taylor y Linda Ronstad. Bob Dylan comenta una anécdota en una entrevista de 1985. Cuando salió en radio la canción, la odió con todas su fuerzas. La escuchaba y pensaba que sonaba como él, y le gustaría haber participado en su grabación. La letra funciona como un texto catártico que reflexiona en torno a la superación y la asunción de sentirse viejo. Fue la única canción del canadiense que ocupó la primera posición en EE.UU. Rolling Stone la colocó en el puesto 297 de las 500 mejores canciones del rock. 

2.- «Powderfinger» (Rust Never Sleeps, 1979)

Compuesta en 1975 (en realidad la compuso para su amigo Ronnie Van Zant, del grupo Lynyrd Skynyrd, pero nunca llegó a grabarla, porque murió en accidente de avión en 1977), es una de sus canciones mejores y más emblemáticas, y de la que se han hecho más versiones. Incluso una banda australiana tomó el nombre homónimo de la canción para nominarse. La canción narra la historia de un hombre que intenta proteger a su familia, pero que acaba muriendo, por lo que adquiere una tonalidad cinematográfica. Powderfinder abra la cara B de Rust Never Sleeps, esto es, las canciones eléctricas, con acompañamiento de los incombustibles Crazy Horse. El crítico Jason Ankeny (en 2014) definió el tema como “el disparo que nunca ves venir”. 

3.- «Old Man» (Harvest, 1972) 

Una de las canciones top del álbum Harvest, una reconocida obra maestra del canadiense. Es una composición en honor de un cuidador de tierras, Louis Avala, que vivía y cuidaba su rancho Broken Arrow Ranch, al norte de California. Como curiosidad, apuntar que James Taylor toca el banjo de seis cuerdas y mete voces, como también Linda Ronstadt. La canción formó parte de varias películas, y el propio Bob Dylan la interpretó en su gira de 2002. 

4. «Hey Hey, My My» (Rust Never Sleeps, 1979) 

Hey Hey, Me Me” es una de la mejores y más influyentes canciones de Neil Young. que aparece abriendo y cerrando su disco Rust Never Sleeps, como “Out of the Blue” , en forma acústica, e “Into the Black”, eléctrica, respaldado por sus incombustibles Crazy Horse. La canción fue inflluida por el desarrollo del punk en los setenta, pero al tiempo abría las ventanas de estilos futuros como el grunge. En su corta pero contundente letra citaba a Elvis Presley («The king is gone but he’s not forgotten»), que había muerto en 1977, pero también a un representante del punk, Johnny Rotten («This is the story of a Johnny Rotten»), quien había sido vilipendiado por John Lydon, de los Sex Pistols. La canción plantea una : seguir el mismo camino “to rush” (oxidarse) o “to fade away” (alejarse). Un verso de la canción (“es mejor arder que alejarse”) fue citado por Kurt Cobain en su carta de suicidio: «it's better to burn out than to fade away», Neil Young le dedicó el álbum Sleeps With Angels (1994). El tema fue el único sencillo del álbum. 

5.- «Mansion on the Hill» (Ragged Glory, 1990) 

Uno de los sencillos de su grandísimo álbum "Ragged Glory", y su canción más comercial y vigorosa (junto a “Over and Over”). La letra contiene ribetes de misterio que reivindica la imagen del sueño americano. Evocadora e introspectiva, muestra a un hombre que mira una casa en una colina y regresa a su pasado. La casa en la colina conforma, pues, una clara metáfora, y una crítica feroz al materialismo humano. 

6.- «Cinnamon Girl» (Everyboby Knows This Is Nowhere, 1969)

Otro de los misiles del gran Neil Young, incluida en su segundo y majestuoso trabajo discográfico en solitario. Acompañado por Crazy Horse, con el apoyo de la guitarra de Danny Whitten, que moriría en noviembre de 1972 por consumo de drogas. Resulta inconfundible en esta canción el sonido de su famosa guitarra «Old Black». Dedicada a una chica desconocida, ha sido definida por la crítica como una canción crítica de amor, como parte de una ensoñación. Quizá tuvo que ver que el canadiense la compuso en la cama, con fiebre muy alta. Sin duda, es uno de sus éxitos más versionados (The Smashing Pumpkins o Wilco hicieron buenas versiones). Fue lanzada como sencillo del álbum. 

7. «Rockin’ in the Free World» (Freedom, 1989) 

Se trata de otro de sus temas estelares , incluido en su álbum "Freedom", a finales de los ochenta, una década que alejó al canadiense de sus grandes canciones y discos, por lo que su éxito disminuyó. La canción fue escrita en contra de la administración de George Bush (padre). Sin embargo, su mensaje, antiimperialista, se le volvió en contra, y sirvió de himno sobre el colapso del comunismo en los noventa, a raíz del aperturismo soviético. Como ocurrió con “Hey Hey, My My”, presentaba en el disco dos versiones, una acústica y otra más eléctrica. Una versión de «Rockin' In The Free World» fue incluida en los créditos finales de la película "Fahrenheit 9/11", del director de cine Michael Moore, quien criticaba el imperialismo norteamericano. Su carácter crítico y antibelicista se puede observar, por ejemplo, en estos versos: “We got a thousand points of light / For the homeless man. / We got a kinder, gentler, / Machine gun hand”. Que es uno de sus himnos más absolutos lo marca el hecho de que en 2016 se reunieran 250 músicos en Países Bajos, interpretando la canción en la calle. Aparece en el puesto 214 de la lista de Rolling Stone de las 500 mejores canciones de rock. 

8.- «Like a Hurricane» (American Stars’n Bars, 1977) 

Canción estelar del ábum "American Star’n Bars" (1977), época dorada del canadiense, que junto a “Wild To Be”, —otra de las piezas esenciales de su inmensa discografía— presenta lo más granado de este disco con una larga duración de 8 min., donde se alternan las estrofas, que giran en torno a un amor idealizado y sublime, y larguísimos solos de guitarra del propio Neil, que lo catapultaron por la crítica como uno de los guitarristas más influyentes del rock. Neil la compuso en la parte trasera de su coche, en un tiempo en que había perdido su voz, y acompañado de su vieja guitarra «Old Black». Apareció como sencillo en 1977, y ha sido versionada por el propio músico en la mayoría de sus discos en directo: Live Rust, Weld o Unplugged. Es, además, uno de sus temas más versionado (Roxy Music la ejecutó en 1983). 

9.-«Tonight’s The Night» (Tonight The Night, 1975) 

Canción homónima del disco, y la que abre la cara A, ofrece su lado más descarnado y deprimido de esta etapa, conocida como Ditch Trilogy, acompañado por miembros de Crazy Horse con el nombre de The Santa Monica Flyers. Tras la muerte de su amigo guitarrista Danny Whitten y de su roadie y amigo Bruce Berry, el resultado son canciones como esta, en la que aparece el propio Berry mencionado. En la canción, Neil Young se enfrenta a la muerte, al pasado y a todos sus fantasmas en la oscuridad de la noche. Sin duda, “Tonight’s The Night” es una de las obras maestras de Young, donde baja a las profundidades del ser, al abismo más oscuro de su existencia. La canción vuelve a aparecer cerrando el álbum, ahora interpretada con una base más sólida y blusera. 

10.- «Tell me Why» (After the Gold Rush, 1970) 

Canción introspectiva y melancólica, se trata de una balada que abre su tercer disco, dentro de un depurado estilo country rock. Es uno de sus temas más emblemáticos, con acompañamiento de sus míticos Crazy Horse. Fue interpretada con guitarras acústicas y con un tratamiento de voces supremo de los Crazy Horse, versionada por Norah Jones y Radiohead, entre otros. 

Y otras 10: Hey Babe (American Star’n Bars, 1977), After the Gold Rush (After the Gold Rush, 1970), Comes to time (Comes to time, 1978), Walk On (On the beach, 1974), Pocahontas (Rust Never Sleeps, 1979), Down by the River (Everyknows this is Nowhere, 1969), Cortez The Killer (Zuma, 1975), T-Bone (Hawks & Dove, 1980), Harvest Moon (Harvest Moon, 1992), Ohio (C.S.N. & Y. – So Far, 1971).