The Temptations: “Masterpiece”


Por: Txema Mañeru 

Tanto el título de este disco, como la preciosa portada del mismo, pudieran tildarse de bastante pretenciosos. Pero cuando escuchas sus canciones y sus extensos temas, así como el nivel literario, te das cuenta que está totalmente justificado. Estamos ante una absoluta pieza maestra. Una obra que va a cumplir los 50 años pero que sigue igual de vigente que hace medio siglo, musicalmente y en cuanto a sus letras. Sigue siendo una de las obras cumbres del soul orquestal y de la música más concienciada en temas políticos y sociales. Y lo seguirá siendo medio siglo después y hasta cuando quiera que consigamos que esté mundo continúe de pie.

El caso es que los de Norman Whitfield habían comenzado varios años atrás aportando bastantes de los mejores breves singles de éxito para el legendario sello de Detroit, Tamla Motown. De hecho, la mejor canción del sello, y una de las mejores y más emblemáticas de todos los tiempos, sigue siendo su "My Girl". Pero al igual que otro de su más gigante compañero de sello, Marvin Gaye, no quisieron quedarse solo en esos singles de soul meloso, pero muy hermoso y romántico, y deseaban dar un paso más allá. Gaye lo bordó y lo logró, sobre todo, con “What’s Going On”. The Temptations comenzaron su ascensión hacia este “Masterpiece” con la extensa y contagiosa "Papa Was A Rollin’ Stone". La gran riqueza instrumental vestía las maravillas vocales a las que ya nos tenían acostumbrados. Todos los temas y la excelsa producción corrieron a cargo de Whitfield. Los arreglos de Paul Riser estaban en consonancia con los temas y lo que querían expresar con ellos.

El indiscutible momento cumbre del disco son los 14 minutos del tema titular, que te llevan por mil y un caminos diferentes y constan de una gran variedad que lo convierten en una especie de obra conceptual cuando todavía no eran demasiado comunes. En el disco trabajaron hasta seis guitarristas, con especial mención para Robert Ward y Melvin “Wah Wah” Ragin. El apodo de este último ya te indica en qué sonidos de la guitarras estaba especializado. Aquí suena mucho ese "wah wah" que luego se utilizaría mucho más en el naciente funk. A la extensa nómina de músicos se sumaron cuatro bateristas, con Richard “Pistol” Allen y Aaron Smith a la cabeza; dos organistas de primer nivel (Johnny Griffith y un sublime Earl Van Dyke que también se ocupó del magnífico piano, protagonista en bastantes momentos del disco); tres Bajistas, con un gran Leroy Taylor a la cabeza y un amplio y destacado elenco de percusionistas con montón de instrumentos variados aportando matices aquí y allá. Otra guinda fue y sigue siendo la magnífica trompeta de Maurice Davis.

Sin extendernos demasiado con los temas, pues es un disco que hay que oír de principio a fin y sin pausa, decir que antes del tema titular, el disco se abría con otro rotundo single de éxito como fue "Hey Girl (I Like Your Style)"sesenta. Una inquietante y subyugadora balada de puro soul que sí que podía recordar algo más a sus comienzos en los años 60. Pero es que en la segunda cara también teníamos joyas musicales, y también en cuanto a las historias que nos contaban, como ese "Law Of The Land".o el funk galáctico precursor de Funkadelic y Parliament de un "Plastic Man" que superaba la media docena de minutos. El colofón, los más de 8, de nuevo con destellos psicodélicos y magia musical, de "Hurry Tomorrow". ¡Colosal y “Masterpiece”, por tanto, de principio a fin! No en vano siempre aparece en las listas con los mejores discos de todos los tiempos y no solo de soul. 

Por cierto, si te pasas por www.elemental-music.com comprobarás que además del ya mencionado, nos han traído una tacada de vinilos remasterizados, y en 180 gramos, entre los que se incluye otro de los que yo situaría entre los mejores del soul, y de la música en general. Se trata de la obra cumbre de Smokey Robinson & The Miracles, “Going To A Go-Go”, que llegó al número 8 del Billboard general y al número 1 en la lista de discos de R&B. Lógico, encadenando hasta 4 singles de rotundo éxito con la variedad y la calidad de la genial balada "The Track Of My Tears", la alegre joya titular, el pegadizo doo wop "Ooo Baby Baby" y la romántica, pero triste, "My Girl Has Gone". Otrsa de las novedades que podremos encontrar son el genial directo de los comienzos, con más matices jazz, de Kool & The Gang como es “Live At P.J.s Hollywood California”, y otras dos joyas totalmente diferentes como son el “Tim Hardin 2”, del malogrado demasiado pronto, Tim Hardin, con su mayor éxito, "If I Were A Carpenter", y la perla brasileña de Astrud Gilberto titulada “Beach Samba”, con los geniales arreglos de Eumir Deodato y una destacada composición, por cierto, de Tim Hardin, entre sus temas. Todos en ediciones limitadas a 1000 copias, vinilos de 180 gramos y varios de ellos con portada doble gatefold. ¡Un lujo para los amantes del vinilo y de los clásicos de los sesenta y setenta!