Entrevista: Llorente


“Nos apetecía emborracharnos musicalmente” 

Por: Javier González y Javier Capapé 

Qué grata sorpresa y qué buen sabor de boca nos han dejado Llorente con “Libro de Familia”, un trabajo mimado hasta el extremo, donde a un puñado de canciones notables que son todo un homenaje al pop más mayúsculo hay que añadir una impresionante edición física capaz de poner los dientes largos a cualquier coleccionista que se precie en la que nos permiten conocer los pormenores de esta obra. 

Composiciones trabajadas, preciosistas, en el marco de una producción pulcra y elegante a la que envuelven unas melodías y unas letras sencillas en apariencia capaces de erizar el vello ante la descarga emocional que encierran. 

Descolgamos el teléfono para ponernos en contacto con una pequeña representación de la banda, entre la que sobresale Óscar Llorente, hombre del Renacimiento e ideólogo del proyecto, para que con toda la cercanía y franqueza de la que siempre hacen gala unos maños de ley como ellos, nos hablen de este caramelito con el que nos han presentado su particular “Libro de Familia”. 

En primer lugar, en estos días de virus, pandemias y guerras medio mundiales. ¿Qué tal estáis? ¿Cómo os sentís ante la edición de “Libro de Familia”? 

Óscar: Hemos parido por fin “Libro de Familia”, estamos muy contentos, como decía Michel en aquel Mundial: “Nos lo Merecemos”. Hemos currado como animales durante dos años para hacer las canciones, grabarlas, producirlas y hacer los videoclips y el formato libro. Estamos de celebración y fiesta. Esto ya es público. Nos toca disfrutar del bebé ya nacido. 

¿De qué manera se afronta y se lleva adelante un trabajo tan mayúsculo, esmerado y completo como éste en que se abarcan tantas disciplinas artísticas de una sola vez? 

Jaime: Tenemos a nuestro renacentista particular que es Óscar Llorente. Se ha currado los vídeos que han quedado maravillosos, la maquetación del libro y la maquetación de las canciones. Es una maravilla. 

Óscar: El proyecto ha sido largo y costoso, había una planificación mental y espiritual detrás. Ha habido que tener paciencia, esperando plazos y pausas sin perder el ánimo. Hemos mantenido la ilusión hasta llegar al borde de la playa donde ya estamos. 

Sinceramente no sé por dónde empezar… ¿Cómo surgió una idea tan titánica como desarrollar esta cuidada edición física? 

Óscar: La idea surgió en una conversación que tuvimos con Jaime. 

Jaime: Hablamos del futuro del cd como formato, todo el mundo digital es imparable y queríamos unir ambos mundos en un formato físico. Para mí ha sido una buena idea y creo que el futuro de la fonografía debería por un camino similar a este. 

Óscar: Necesitamos hacer las cosas con cariño para que nos gusten y si luego les gusta a los demás, genial. El objetivo del disco era alto en canciones y formato. Hemos ido a por ello. Solamente nos pica nuestra curiosidad y las ganas de hacer las cosas bien, nada más. 

Una de las curiosidades es que tanto la banda como muchos de los colaboradores del proyecto toman la palabra a través de textos. ¿Es una forma de que presentéis a esta “gran familia” a vuestro público? 

Yerai: Creo que ha sido una muy buena idea. Representa la filosofía de la banda que es grupal y coral. Cada uno hemos aportado un grano de arena que ha montado esta montaña. Óscar entendía que cada uno teníamos que tener un espacio para expresar qué es este disco para nosotros. Al final con este enfoque te sientes participe de algo más grande que si solo se muestra desde la vertiente particular. 

También hay una introducción de un amigo como Javier Escorzo, un periodista que creo no es del entorno de la banda. ¿Por qué os decantáis por él y con qué objeto incluís su texto? 

Óscar: Dando vueltas a ver quién podía prologar este “Libro de Familia” podíamos haber tirado de periodistas conocidos y más cercanos. La idea fue coger a alguien que admiráramos por su trabajo, en el caso de Javier su trabajo es impoluto en libros, reseñas y crónicas. Nos apetecía que fuera alguien ajeno a la banda. De hecho, con Javier no nos conocemos. No queríamos que hubiera condicionamiento y que volcara lo que realmente quisiera. Lo ha acogido de gran manera, lo ha entendido y lo presenta a las mil maravillas para el oyente que se enfrenta a “Libro de Familia”. 

En lo puramente musical, creemos que se trata de un disco de pop amplio, con parada en muchos géneros y artistas de toda índole, pero traído hasta un terreno donde es patente la voz propia de una banda como Llorente. ¿Cómo lo definís vosotros? 

Jaime: Es un disco de pop repleto de guiños a la historia del pop, a bandas que nos gustan. Contamos con la producción de nuestro amigo Cuti Vericad que es una enciclopedia con patas que nos decía: “Esta canción suena a tal o cual”. Entre toda la banda acordamos una serie de guiños para el buen melómano. 

Podemos considerar la producción de este trabajo como más pomposa, dominada por un sonido más sólido y salpicada de muchos detalles orquestales como los tan presentes vientos. Corre a cargo de Cuti Vericad, en comparación con el trabajo más artesanal o minimalista que hizo Fabián D. Cuesta con Gente Corriente. ¿Era esta la intención alejarse en parte del sonido anterior y apostar por una producción con más “músculo”? 

Óscar: No es alejarnos porque estamos orgullosos de los primeros trabajos, pero sí que es cierto que queríamos darle una vuelta al sonido. No sé si es un capricho personal, pero queríamos una superproducción: Mogollón de instrumentación y arreglos diversos en los temas. Si vemos la portada de “Libro de Familia”, vemos a una familia posando de una manera muy barroca. Queríamos algo muy producido, muy Fito Páez. Nos lo pedía el cuerpo, quizás en un futuro queremos algo más básico y acústico, pero este momento era para el exceso. Nos apetecía emborracharnos musicalmente y llegar de madrugada a casa. 

¿Qué ha aportado Cuti Vericad como músico y director de orquesta a este gran proyecto? ¿Cómo ha sido el trabajo en el estudio con él? ¿Cuál ha sido su papel a la hora de guiar al grupo y de hacer de este disco un trabajo tan ecléctico? 

Yerai: Creo que Cuti ha ejercido de líder perfecto. Ha sabido dar espacio a cada uno, aprovechando lo que mejor sabíamos hacer. Nos ha hecho crecer sin parecerlo, sin que haya jerarquía. Ha fluido, ha visto lo que sabíamos hacer y lo que podíamos aportar. Cuti, además de toda la enciclopedia que tiene en su mente, es una gramola y tiene un oído espectacular, canta, toca el piano y las guitarras de puta madre. Te puede dar referencias en el momento oportuno. Abarca muchísimos campos. Creo que ha hecho un trabajo brutal en cuanto a nosotros. Estoy agradecido porque grabar con él fue una master class. Me exprimió a tope en cuatro días y me enseñó todo lo que me podía enseñar, respetando mi espacio. 

Óscar: Cuti ha hecho un acto de increíble generosidad y respeto. Lo que ha hecho ha sido bucear en nuestras canciones y hacerlas crecer sin llevarlas a su terreno. Se ha metido en el nuestro para ayudarnos a remar más rápido y mejor. 

Líricamente nos parece un disco muy “de vida”, repleto de subidas y bajadas, con experiencias luminosas y otras un poco menos, pero que reivindica el hecho de estar vivos, sin negar un punto crítico. ¿Cómo lo percibís vosotros? ¿Cuánta importancia tienen en Llorente las letras? 

Óscar: Las letras para mí son primordiales. Hay músicos que no le dan importancia, pero para mí son básicas. Hay una palabra clave que es viva. Estas canciones tienen que estar vivas y hacer referencias a cosas que nos pasan mientras vivimos. Hay cosas alegres, tristes, cosas que te hacen reír y enfadan. El pasar todo por el tamiz de una canción y plasmarlo en emociones es la forma en que veo la composición de letras y músicas. 

Phil Spector, Aute, The Beatles, Enrique Urquijo, Mink Deville, Depedro, Chavela, The Ronnettes, Brian Wilson, Fito Páez, Coldplay… ¿Nos dejamos a alguien por el camino? 

Óscar: Hay mucho Beatles en el disco… Todo lo comentado está y queríamos que fuera obvio. Somos lo que hemos escuchado. Cómo no los vamos a rendir homenaje cuando quizás estas canciones vengan de aquellas referenciadas. 

Como hemos comentado antes, trabajáis muchos estilos, por lo que la colección de canciones se sale de una clasificación fácil. Desde el pop más barroco de "La Guerra de los Mundos" al country de "Instantes", la ranchera de "Los Malos", la canción de autor de "El viaje" o los aromas soul de "Eva Green". ¿A qué se debe esta búsqueda? ¿Dónde están vuestros límites? 

Óscar: Nos gusta vestirnos coloridos y disfrazarnos de una manera y de otra Encajarnos en un solo estilo… no hemos nacido para eso. Somos seis personas distintas muy unidas cuando suena un compás y un acorde. Nos gusta viajar juntos y descubrir. No estamos ceñidos ni tenemos un contrato con un solo estilo. Nos gusta la música. Qué manía con etiquetar todo en un saco. Podemos disfrutar de un soul, una balada o una canción fronteriza. Vamos a disfrutar la música. 

Si sacamos a relucir “Los Malos”, una ranchera con un claro protagonismo de Elvira López, sobrevuela en ella la intención de reforzar la idea de grupo, a pesar de que el compositor sea Óscar Llorente ¿Cómo trabajáis las canciones a partir de las maquetas de Óscar? ¿De dónde surgen los arreglos o la orientación del estilo de las canciones? ¿Cuál es el punto de participación del resto de componentes del proyecto? 

Jaime: Óscar es un tío generoso. Nos presentó la idea de las canciones primigenias y nos pidió ver qué sugerían a la banda y a Cuti. Hemos ido sumando todos pequeños granos de arena. Ha sido una construcción entre todos. 

En "Un tipo extraordinario" la canción se transforma de más a menos. De lo concreto a lo universal con un sonido que recuerda al mítico Willy Deville. ¿Cuál es la intención de adornar más las canciones, de hacerlas crecer con los arreglos? 

Óscar: Es curioso porque has citado las dos canciones gemelas. Este disco tiene algunos pares de canciones que son hermanas en estilo y espíritu. “Los Malos” y “Un Tipo Extraordinario” van de la mano. Nosotros somos de un barrio y hemos vivido en un barrio especial de Zaragoza que se llama El Gancho, donde encuentras razas de lo más variopinto, es como vivir en un pueblo multicolor. Ocurren muchas y variadas historias. Esa canción a través de lo que contamos, los acordes y ese tipo ficticio, representa el latido de nuestro barrio. Y Mink Deville… hablamos mucho con Cuti, escuchando discos, repasando canciones y cosas de Willy Deville. Queríamos que sonara a eso porque nos encanta. 

Todas las referencias nombradas en el apartado que dedicáis a "La gran mentira" en su edición física aparecen en la canción. Una gozada ese sonido al Spector clásico, con los mejores ecos al sonido Motown (y ese guiño a Fito Páez). Sabemos de la admiración de Óscar por Páez, al igual que por otros de los que aquí mencionas ¿Querías simplemente dar pistas o dejar todas esas influencias claras desde el principio? ¿Te gusta jugar con el oyente y que busque esas referencias en tu música? 

Óscar: Hay referencias explícitas con guiños claros, como el “Viva la Vida” que suena. De Fito hay uno muy claro que es “Mariposa Teknicolor” y luego hay otras tres o cuatro que los aficionados serán capaces de rastrear. La batería del “Be My Baby”, que esa es clara. Nos gusta el juego, a veces de forma clara y otras menos. En inglés tocar es “play” pues vamos a jugar. 

Tengo la percepción de que “Eva Green”, una de las canciones que más nos han llamado la atención, tiene los dos mundos que habitan en Llorente: el intimismo y el más orquestal en el desarrollo final con los vientos y el solo de guitarra cortante de Yerai. ¿Es así? 

Yerai: “Eva Green” fue la primera canción que me presentó Óscar de esta colección. Tuve la sensación que era sublime tras haberla escuchado. El germen era exquisito, ha ido creciendo y me parece un temazo. Óscar: Los arreglos la han llevado a un nivel increíble. Me parecen una maravilla absoluta. 

También sale a relucir la querencia de Óscar por la canción de autor y tu admiración por Javier Álvarez, quien aceptó rápidamente participar en “De segunda fila”. ¿Es ésta una reivindicación del género de la canción de autor contando con uno de sus mejores ejemplos? ¿Cuánto ha sido de importante la referencia de este estilo para definir tus canciones hasta ahora? 

Óscar: Es una canción que salió y al escucharla me sonó a Javier Álvarez. Luego compartí la apreciación con Alfredo González, me dijo que tenía el contacto de Javier y que le dijera algo por si le apetecía hacer algo. Contactamos con él, la escuchó y vino a Zaragoza a grabar. Tiene mucho de aquel Javier de la primera época. No es reivindicar nada, pero venimos a contar que los artistas de segunda división o preferente estamos aquí, haciendo cosas bonitas que nos gustan y que vamos a seguir haciéndolo desde la fila que sea. 

Sabemos de la hiperactividad de los miembros del grupo ¿Cómo compagináis vuestros proyectos musicales paralelos Elvira López y Alberto Solobera con Santoral, así como el resto de vosotros, muy activos en el panorama musical aragonés? 

Jaime: Lo compaginamos con agenda y alarmas. No entiendo la vida sin música. Entiendo la vida sin comer, pero no sin música. Óscar es generoso, no se enfada con otros proyectos. Pienso que lejos de entorpecer enriquece a la banda. 

Yerai: Nos organizamos cada uno como podemos, siempre respetando el espacio de cada uno y el esfuerzo que hace Óscar. Salvo Óscar, el resto de la humanidad con un solo proyecto no estará completo. Estoy en otro proyecto donde participo en otras partes del proceso, aquí tengo un rol distinto que también disfruto. Vas completándote como músico, en diversos roles con otros músicos hasta que se acaban las horas del día. 

Óscar: Personalmente me gusta que la gente esté donde quiere estar sin presión. Que todo sea de forma natural. No hay nada forzado. Si estás es porque quieres y estás implicado. Es un privilegio. Muchos músicos me preguntan cómo mantenemos la banda, no hacemos nada, vive porque quiere ser así. Tener a musicazos con talento es una gozada, pero es primordial rodearte de muy buena gente. La gente que hay aquí no es corriente, es muy buena gente. 

Según nos comentó el propio Óscar, las palmas y ese ambiente alrededor de la hoguera al final de “La Musa”. ¿Puede ser una pista para lo que vendrá después de este “Libro de Familia”?

Óscar: No hemos pensado en el siguiente paso. El fluir de las cosas y la manera de desarrollarse la vida te dice “si subes a una montaña rusa, luego toca bajar”. Si queremos hacer algo diferente a esta super producción lo haremos. Quizás el final de “La Musa” se una pista para lo que pueda venir en un futuro. 

¿Cuáles son vuestros planes de gira a corto plazo? ¿Qué vida tenéis pensada para este proyecto hecho con tanto mimo como “Libro de Familia”? 

Jaime: Esperamos el feedback del público. Está claro el cariño metido al trabajo, a ver si así lo entiende el personal. 

Yerai: Tenemos cerradas tres fechas. En Zaragoza el 21 de Enero, Madrid el 28 de Enero y Valladolid el 29. Hay cosas en el aire que se irán cerrando en las próximas semanas y meses. Es complicado gestionar salas y giras. Estamos tan contentos con el resultado queremos girarlo mucho para enseñarlo y nos encanta tocar las canciones hechas. Lo disfrutamos. Vamos a estirarlo todo lo que podamos. 

Ha sido un placer contar con vosotros y hablar de un proyecto tan personal y tan cuidado como éste. Desde esta casa os deseamos larga vida para esta familia y que, como expresáis en “El Viaje”, disfrutéis más del camino que del destino en sí mismo. 

Óscar: Vete colocando el 28 de Enero en la agenda, te queremos dar un abrazo en el “Jazzville”.