
Grata sorpresa escuchar el último disco de esta artista mallorquina, con residencia actual en Barcelona, después de pasar temporadas en Nueva York. Nos presenta un nuevo trabajo de título homónimo y producido por
John Parish (Giant Sand, Pj Harvey, Tracy Chapman, entre otros) en Bristol y Bath, y que aparecerá a finales del mes de febrero.
Maika lleva ya tiempo en el mundo de la música, empezando a los 12 años a escribir canciones y ya los 15 años ganando el
Festival de Pop Rock de Palma. Con dos discos anteriores en el mercado, su debut “
Kradiaw” con un sonido crudo, inclinándose hacía el punk y el más sosegado y tranquilo “
Kraj So Kóferot”.
Para este último trabajo nos encontramos con variedad de estilos e influencias. La producción muy cuidada de
John Parish nos hace recordar en algunos pasajes a
P. J. Harvey, pero también citaría a
Kate Bush en canciones como ‘
The Deadly Portion Of Passion’ o lo que es para mi de las mejores canciones del disco “
Friends”, momentos en los que con ese folk intimista se puede
disfrutar de su preciosa voz y de la delicadeza de las canciones. Lo bueno, es que no es nada lineal, y para el siguiente corte parece transmutarse de una delicada song-writer acústica, a dar paso a su vena punk-rock al estilo Patty Smith. Y es que en este disco te puedes encontrar con variadas referencias, y no por ello le resta en calidad o autenticidad a la propuesta de M. Makovski. Así
se pueden disfrutar canciones enérgicas como la que abre el álbum “Game of Doses”, “Lava Love” o “No blood” y temas como “The Bastard And The Tramp, Oh M Ah” o la delicada y preciosa canción que cierra el disco y pone la guinda final con “City Life”. Maika compone, canta, toca la guitarra y el piano y la respalda una banda compuesta por David Martínez a la batería, Juan Carlos Luque al bajo y la percusión y Oskar Benas a la guitarra, el banjo y los coros. Esperamos poder ver en vivo la presentación de éste álbum porqué promete, y mucho.
Texto: Alberto Vicente