
El trío Pastora ha realizado una serie de conciertos en seis ciudades, escogidas para probar sus nuevas canciones antes de que Un Viaje en Noria llegue al público el día 25. San Sebastián, Tarragona, Zaragoza, Valencia y Murcia ya habían podido escuchar en directo las nuevas canciones cuando la noche del 22 Pauet, Caïm, Dolo y cia. Llegaron a Madrid para hacer el último show de esta serie de conciertos.
A las 22:30 las luces de la abarrotada sala Clamores (Esta vez sin mesas ni sillas, todos en pie) se apagaban y las máquinas de humo se apresuraban ambientando el escenario para la aparición de los músicos. Caïm y Dolo son los últimos en salir para empezar con No entiendo el mapa, perteneciente a U.V.E.N. Tras la que Dolo saludó “Buenas noches Madrid. Al fin en Madrid. Este es un concierto raro porque no sabéis que vais a ver, sois muy valientes”. Mientras jugueteaba con unos prismáticos dio paso a Jungla en la que un pequeño error en los primeros compases obligó a volver a comenzar el tema.

Todo transcurría con el obligado contraste entre la juerga y el jolgorio cuando se trata de temas clásicos y el atento silencio cuando llegaban nuevos. Pero que nadie se confunda, el silencio y la atención no conlleva inmovilidad, nadie paró de bailar y la temperatura de la sala ganaba enteros a medida que avanzaba el concierto. Todo salpicado con mucho humor. Se creó un ambiente extraordinario durante toda la actuación.
Dolo conseguía arrancar carcajadas al público con hilarantes historias que contó como introducción a algunos temas. Como en Cósmica, que narró la historia de una chica que se pasaba la vida en un ascensor, de arriba abajo, realizando favores, hasta que un día tras una serie de infortunios, decidió pulsar el botón de la azotea y su vida cambió, se volvió Cósmica.

Nadie se movía del sitio, hacerlo significaría perderlo, o intentar cruzar el montón de gente para tratar de llegar al lavabo hubiera sido tarea imposible. No cabía un alfiler en la sala. Raudamente el impaciente público reclamaba con fuerza la vuelta de la banda.
El tiempo se agotaba cuando volvían a poner pies sobre las tablas del escenario de Clamores, nadie se quería marchar el ambiente seguía muy alto. Invasión y Una mañana dieron paso a la que iba a ser la última canción de la noche. Dolo decía”No me puedo marchar sin presentarme, me llamo Dolores pero…” Lola sonó como cierre. Clásico dentro de su discografía el que fue single arrasador allá por 2003 cuando vio la luz el primer álbum de Pastora.

A la salida de la sala parecía que el tema principal entre los seguidores era el tratar de conseguir temprano el álbum el martes, y con él, una entrada para un concierto presentación que organiza una tienda de discos de Madrid el mismo día de la publicación. Eran las 00:30 tras dos horas de concierto tenían ganas de más. Pronóstico colapso en el comercio.
Texto y Fotos Iván González