Llevábamos tiempo esperando que viera la luz “Radiografías”, primer larga duración de Pasajero, sobre todo después de que meses atrás tuviéramos la oportunidad de reseñar el Ep de homónimo nombre que la banda hizo llegar hasta nuestra redacción. A través del mismo pudimos conocer algunas de las canciones que daban vida a su repertorio, a través de los cuales consiguieron despertar una gran expectación entre público y crítica, quedando en ambos casos con ganas de conocer el resto de ases que todavía guardaban en la manga los músicos madrileños.
Lo cierto es que dichas expectativas quedan totalmente refrendadas a poco que uno se acerque a “Radiografías”, un álbum notable que en lo musical encierra la particularidad de ser arrebatadoramente melódico, pero a la vez muy ruidoso y directo, llevando a su terreno la herencia de ciertas sonoridades noventeras, con el acierto de hacerlo siempre con una intensidad propia que acaba por convertirse, sin lugar a dudas, en uno de los elementos más característico del sonido de Pasajero, todo ello acompañado por la calidad de unas letras en las que con un punto críptico se nos desglosa la naturaleza de las relaciones humanas desde el arrepentimiento y un personal individualismo que lograr transmitir emociones en las primeras escuchas.
Elevar la categoría de unos temas sobre otros es una tarea relativamente complicada, puesto que estamos ante un disco que mantiene el pulso durante todo el minutaje. Aun así nos vamos a permitir el lujo de citar entre nuestras favoritas de toda la colección a la inicial “El Pozo y el Péndulo”, un trallazo infalible, la contestataria “Borro mi Nombre”, la belleza sin limite de “Mañana”, impresionante la forma en que juegan con los silencios, o la reivindicativa “Random”, aunque en un ataque de visceralidad y sinceridad diremos que duele no incluir en ésta categoría cortes crepusculares como “En la Mitad” o “Autoconversación”, que ayudan a finiquitar el primer largo de la banda madrileña con algo más que buena nota.
La valoración que nos vemos obligados a hacer de “Radiografías” es más que satisfactoria; ya que se trata de un trabajo directo y rotundo, capaz de enganchar de principio a fin, en el que se aprecie el bagaje de unos jóvenes-veteranos que mantienen intactas las ganas por seguir demostrando que lo suyo es fabricar canciones repletas de melodía y crudeza ambiental, a las que por derecho propio debemos dotar del calificativo de muy grandes.
Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com