Redd Kross es una de esas bandas que cuenta con un fuerte reconocimiento por parte de la crítica y desde dentro del propio mundo de la música. Una situación que nunca se ha visto reflejada en un apoyo mayoritario por parte del público. El directo que ofrecieron el pasado jueves en el Kafe Antzokia de Bilbao sirve, entre otras cosas, para comprender la primera realidad y lo inexplicable de la segunda.
La banda angelina, formada alrededor de los hermanos Steve y Jeff McDonald, a lo largo de sus treinta años de carrera se ha mantenido fiel a su idea: manejar las melodías en un contexto de fuertes guitarras, lo que se suele encasillar bajo el término power pop. Un estilo que han realizado a la perfección desde sus inicios en los primeros ochenta hasta su reciente regreso, tras una buena temporada en el dique seco, en el 2012 con “Researching the Blues”.
Precisamente ese nivel musical que siempre han mantenido quedó demostrado a la hora de encajar a la perfección temas de su nuevo trabajo dentro de un “setlist” cargado de clásicos. Así por lo tanto no desafinaron en absoluto las canciones extraídas del mencionado álbum como “Uglier”, en la que el bajista Steve tomó el papel de voz principal, “Stay Away from Downtown” o la canción que da nombre al trabajo, con su estribillo contundente.
Redd Kross son unos expertos en construir melodías pegadizas y contundentes, pero sobre todo tienen la difícil cualidad de poder desarrollarlas en parámetros diferentes, por eso su (variada) influencia e importancia en el mundo del rock. De ahí que en su repertorio se puedan encontrar ritmos cercanos al glam, como “Switchblade Sister”, arranques de rabia punk (“Frosted Flake”), tonos “poperos” (“Mess Around”) o por medio de, por ejemplo, “Crazy World”, en la que el público de la sala tomó relevancia, demostrar su influencia en las generaciones grunge. Junto a todas ellas no faltaron temas míticos como “Anette’s Got the Hits”, “Annie’s Gone” o “Lady in the Front Row”.
Para su fugaz regreso al escenario antes de la despedida definitiva, y tras el jugueteo del bajista con las baquetas y algún error a la hora de afrontar el tema, interpretaron “Jimmy’s Fantasy”, antesala del colofón final con la versión de Kiss “Deuce”, que hizo de ejemplar punto y final a toda una exaltación de la melodía y la energía, santo y seña de esta espectacular banda que por medio de un gran show, al que como única pega habría que poner la debilidad por momentos de la voz de Jeff pero que nunca llegó a empañar la puesta en escena, dejaron las cosas claras del quién es quién en esto del rock and roll.
Por: Kepa Arbizu.
Foto: Lore Mentxakatorre.